El croque monsieur o sandwich croque monsieur es un sandwich clásico de la gastronomía francesa preparado con jamón cocido, queso y bechamel, que se gratina al horno. Podríamos decir que es un sandwich mixto con bechamel y gratinado. Es una opción perfecta para una cena rápida y sin complicaciones, una merienda o por qué no, para un brunch un tranquilo día de fiesta.
La primera referencia al croque monsieur se encuentra en la carta de un café en el Boulevard de los Capuchinos en París en 1910, aunque el origen del nombre no está claro. El nombre parece que se popularizó rápidamente y Marcel Proust por ejemplo lo cita ya en su libro A la sombra de las muchachas en flor, de 1919, que es la segunda parte de su monumental obra En busca del tiempo perdido. La celebérrima magdalena de Proust por cierto aparece en la primera parte de la obra, Por el camino de Swann, libro que confieso no he sido capaz de finalizar.
Al igual que en el caso del sandwich mixto existe una versión con huevo frito o a la plancha, que en este caso se suelen colocar sobre el sandwhich. La versión con huevo recibe el nombre de Croque Madame, porque el huevo frito sobre el sandwhich parece un sombrerito para el emparedado, al estilo de los tocados que llevaban las damas de la época.
La combinación de jamón cocido, queso y bechamel es siempre un éxito asegurado. En el blog tenéis otras recetas con esta misma combinación que siempre quedan bien, como este hojaldre de jamón y queso con bechamel, supersencillo y perfecto para servir como entrante o aperitivo, o este croque cake de jamón y queso, que casi podríamos decir que es un croque monsieur gigante para compartir que se monta y prepara en un molde alargado.
- 2 personas.
- 4 rebanadas de pan de molde.
- 2 lonchas de jamón cocido (si son muy finas emplear 4 lonchas).
- 2 lonchas de queso, preferiblemente Emmental o Gruyere.
- 25 gramos de harina para la bechamel.
- 25 gramos de mantequilla para la bechamel.
- 250 ml. de leche para la bechamel.
- Sal, pimienta negra y nuez moscada para la bechamel.
- Queso rallado, preferiblemente Emmental o Gruyere.
En primer lugar vamos a preparar la bechamel. En el blog hay un post completo dedicado a la bechamel en este enlace: bechamel.
Poner la mantequilla al fuego en una sartén o cazo.
Cuando se funda y empiece a calentarse añadir la harina de golpe.
Remover bien mientras se cocina durante un par de minutos, para evitar que la harina sepa a crudo.
Comenzar a añadir la leche poco a poco mientras se remueve constantemente. No se debe añadir más leche hasta que no sea absorbida completamente por la bechamel y es importante añadirla al principio muy poco a poco, para evitar que se formen grumos.
Añadir sal, pimienta negra molida y nuez moscada al gusto.
Bajar el fuego y dejar que se cocine unos 10 minutos, removiendo con frecuencia.
Apartar del fuego y reservar.
Extender las 4 rebanadas de pan de molde sobre la encimera.
Untar las 4 rebanadas con una buena capa de bechamel.
Poner sobre dos de las rebanadas untadas con bechamel una loncha de jamón cocido y otra queso, doblándolas si es necesario para que no sobresalgan por los bordes.
Cubrir con las otras dos rebanadas, poniendo la parte que tiene bechamel hacia abajo, en contacto con el jamón o el queso.
Untar una buena capa de bechamel sobre la rebanada de pan superior. Con la cantidad de bechamel que se indica puede sobrar un poco.
Cubrir la bechamel con queso rallado al gusto.
Precalentar el horno a 190 grados.
Colocar los sandwiches sobre la bandeja en la parte central.
Hornear durante 10-15 minutos, hasta que los sandwiches se doren y se funda el queso, los 5 últimos con el gratinador conectado para que se dore bien la capa superior.
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