Un croque cake es un pastel salado formado por capas de pan de molde, bechamel y otros ingredientes salados y que se gratina en el horno, normalmente en un molde alargado, como los que se usan para preparar un plum cake. El más popular sin duda es el croque cake de jamón y queso, que es básicamente un sandwich croque monsieur convertido en pastel para compartir. En el horno el croque cake queda crujiente (de ahí viene lo de croque), con el queso doradito y la bechamel muy cremosa, riquísimo. Empecé a ver este tipo de pasteles hace algunos años en webos fritos, donde podéis encontrar una buena variedad, y la idea me entusiasmó desde el principio, pues tenían una pinta fantástica. Y la verdad es que nos gustó muchísimo desde la primera vez que lo preparé. Este tipo de preparaciones me parece fabuloso. Son muy sencillos de preparar, tiene una pinta muy vistosa, está bueno, muy bueno, y se prepara con ingredientes que solemos tener en casa y son económicos, vamos, que no se le puede pedir más a una receta.
El croque cake resulta riquísimo recién sacado del horno, después de dejarlo reposar uno 15-20 minutos. Se puede dejar montado en el molde con antelación y hornearlo justo antes de servir.
Aguanta bien de un día para otro. Para recalentarlo en este caso lo mejor es el horno, poniendo las rebanadas que vayamos a consumir sobre una bandeja y horneándolas unos 10 minutos a 180 grados. También se pueden calentar unos segundos las rebanadas en el micro. Queda bastante bien aunque el pan pierde algo de crujiente.
Este tipo de pasteles se sirve caliente, que es cómo mejor se aprecian sus puntos fuertes: el pan y el queso tostaditos y crujientes y la bechamel muy cremosa. Pero yo reconozco que las sobras me gustan incluso frías, aunque lo cierto es que a mí me gusta absolutamente todo lo que lleve bechamel.
- Un molde alargado de 30 cm. (6-8 personas).
- 9-12 rebanadas de pan de molde sin corteza (Puede usarse pan con corteza y se elimina antes de montar el croque cake).
- Jamón cocido (4-6 filetes).
- Queso rallado (unos 75-100 gramos).
- 50 gramos de mantequilla para la bechamel.
- 50 gramos de harina para la bechamel.
- 500 ml. de lecha para la bechamel.
- Sal, pimienta negra molida y nuez moscada.
En primer lugar vamos a preparar la bechamel.
Poner la mantequilla en una sartén o cazo al fuego.
Cuando se funda y comience a calentarse añadir toda la harina de golpe.
Remover bien con unas varillas, una cuchara de madera o la lengua de silicona hasta que se mezcle con la mantequilla. Cocer durante un par de minutos sin dejar de remover para que se fría la harina y no sepa a crudo.
A continuación vamos a añadir la lecho poco a poco, removiendo constantemente para que se integre bien. Al principio es importante añadir cantidades de leche pequeñas y remover bien, es la mejor manera de que no se formen grumos. A medida que aumente la cantidad de bechamel en la sartén se pueden ir añadiendo cantidades un poco mayores, pero al principio es importante añadir la leche muy poco a poco.
Añadir sal, pimienta negra molida y nuez moscada al gusto.
Bajar el fuego y dejar que se haga otros 6-8 minutos, removiendo con frecuencia.
Retirar del fuego y reservar.
Si se desea se puede añadir un poco de queso rallado a la bechamel.
Forrar un molde alargado de cake con papel de horno. Lo más cómodo es poner dos tiras cruzadas, una a lo largo y otra a lo ancho. Se puede engrasar un poco el molde para que no se muevan. Yo cuando el papel se pone rebelde y se mueve lo que suelo hacer es sujetarlo al molde con un par de pinzas de la ropa, que luego hay que acordarse de quitar antes de meterlo en el horno. No sería la primera vez que se me olvida y tengo unas cuantas pinzas un poco tostadas.
Retirar la corteza del pan del molde en caso de que la tenga. Si usamos pan sin corteza nos evitamos este paso.
Poner en el molde una primera capa de rebajadas de pan, una al lado de la otra, sin que se monten. Si es necesario se pueden recortar para que encajen bien.
Añadir encima una capa de jamón cocido. Si es muy finito yo suelo poner 2 capas.
Añadir una capa de bechamel (aproximadamente la tercera parte) sobre el jamón cocido, distribuyéndola bien para que quede una capa más o menos del mismo grosor en todo el molde, sin olvidarnos de los bordes.
Añadir otra capa de pan de molde, jamón cocido y bechamel y por último otra capa de pan y una capa de bechamel. En total tendremos tres capas de pan y de bechamel y dos de jamón cocido.
Distribuir el queso rallado rallado sobre la última capa de bechamel.
Mientras montamos el croque cake calentar el horno a 180 ºC.
Poner el molde con el croque cake sobre la rejilla en la parte media del horno.
Hornear durante 25-30 minutos, hasta que el queso comience a dorarse.
Sacar del horno y dejar reposar 15 minutos.
Para desmoldar levantarlo del molde empleando el papel.
Servir cortado en rebanadas un poco gruesas.
Muy buena receta.
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