Bizcocho de zanahoria (Carrot cake)

El bizcocho de zanahoria (carrot cake) es un tipo de bizcocho muy popular en Estados Unidos y Gran Bretaña. Recuerdo que la primera vez que vi una receta de bizcocho de zanahoria la idea de añadir verdura a un bizcocho me pareció un poco rara, a pesar de que me gusta mucho la zanahoria, y ni mi molesté en leer la receta. Afortunadamente tiempo más tarde cuando volví a encontrarla receta reconsideré mi posición pensando que al fin y al cabo la zanahoria es bastante dulce y decidí darle una oportunidad a la receta. Menos mal, porque es un bizcocho que me encantó desde la primera vez que lo hice.

El bizcocho de zanahoria tiene una textura muy densa. La presencia de la zanahoria impide que la masa pueda subir mucho como en otros bizcochos y no queda hueco y esponjoso. Pero eso no quiere decir en absoluto que sea un bollo pesado y seco, todo lo contrario. La zanahoria se ablanda en el horno y el bizcocho tiene una textura muy rica y suave, casi cremosa con la presencia de la zanahoria horneada. La textura es muy húmeda por lo que el bizcocho aguanta muy bien el paso de los días. La zanahoria horneada en el bizcocho aporta un dulzor muy suave, que hace que el bizcocho tenga un sabor muy bueno sin ser en absoluto empalagoso.

Las zanahorias se han usado en pastelería desde la época medieval. En aquella época los edulcorantes eran caros y difíciles de conseguir, con lo que las zanahorias, que son el vegetal que más azúcar contiene sólo por detrás de la remolacha azucarera, eran empleada para hacer dulces, ya que era muy abundante y fácil de conseguir.

La forma más popular de servir el bizcocho de zanahoria es cubierto de una capa de crema de queso (cream cheese icing) hecha con azúcar glass, mantequilla y queso crema. La cobertura lo convierte en una auténtica tarta. Yo no se la suelo poner. Primero porque me gusta emplear este bizcocho en los desayunos y la cobertura tiene demasiada azúcar para comerlo todos los días y en segundo lugar porque el queso crema obligaría a guardarlo en la nevera. Pero si vamos a servirlo en una merienda en la que se vaya a consumir casi entero o queremos que un día tenga un aspecto más festivo la cobertura de queso es una buena opción.

Es muy frecuente añadir nueces picadas a este bizcocho. Tanto en el bizcocho como en la cobertura. Aunque queda también muy rico resulta muy agradable encontrarse los cachitos de fruto seco duros y crujientes (una docena de nueces o así) en contraste con el resto del bizcocho que es muy suave y húmedo.

Ingredientes

• Un molde alargado de 30 centímetros (6-8 raciones).

• 250 gramos de zanahoria rallada.
• 200 gramos de harina.
• 7 gramos de levadura Royal.
• 125 ml. de aceite de oliva.
• 4 huevos.
• 200 gramos de azúcar (blanco o moreno).
• Una cucharadita de canela.
• Nuez moscada rallada (opcional).

Preparación

Eliminar los extremos de las zanahorias, pelarlas y rallarlas. Reservar.

Poner en un bol el azúcar y los huevos y batir con unas varillas (preferiblemente eléctricas) hasta que estén espumosos.

Añadir el aceite y batir hasta que se mezcle bien.

Añadir la canela, la nuez moscada recién molida y la zanahoria rallada. Remover con una cuchara para mezclarlo bien.

Mezclar en un bol la harina y la levadura y tamizarlas sobre la mezcla anterior. Mezclar sin batir demasiado hasta que no se vea harina suelta.

Engrasar el molde que vayamos a emplear con un poco de aceite o mantequilla y espolvorear ligeramente con harina. Yo he empleado un molde de cake de 30x10. Los moldes alargados me parecen muy cómodos par cortar luego las rebanadas. Aunque mi molde es antiadherente y no se me ha pegado nunca prefiero no confiarme y siempre le pongo un poco de aceite y harina.

Verter la preparación en el molde.

Mientras se prepara la masa precalentar el horno a 190 grados.

Colocar el bizcocho en la parte central del horno y hornear entre 30 y 40 minutos, hasta que esté hecho. Los primeros 15 minutos empleo sólo calor abajo y a partir de ese momento lo pongo con calor arriba y abajo. Para comprobar si está hecho se pincha en el centro con un palillo (o cualquier instrumento con punta). Si sale limpio es que el bizcocho ya está hecho. En caso contrario dejarlo unos minutitos más. Hay que tener en cuenta que este bizcocho es muy húmedo, por lo que el palillo no va a quedar nunca tan seco como en el bizcocho de yogur por ejemplo. No abrir el horno durante los 30 primeros minutos de cocción para evitar que el bizcocho se desinfle.

Sacar el molde del horno y colocarlo sobre una rejilla. A los 10 minutos (o en cuanto pueda manejarse sin quemarse) desmoldarlo y dejar que se enfríe sobre una rejilla para que circule bien el aire por la base y no se humedezca.

En esta foto se aprecia bien el corte del bizcocho, salpicado con los trocitos de zanahoria que le dan una jugosidad increible.

Cobertura de queso fresco (cream cheese frosting)

La forma más popular de servir el bizcocho de zanahoria, especialmente en Estados Unidos, es cubrilo con cobertura de queso fresco (cream cheese frosting).

Yo habitualmente lo dejo sin cubrir, porque como lo utilizo para desayunos y meriendas me dura varios días y la cobertura obligaría a guardarlo en la nevera, cosa que no me gusta con los bizcochos. Por otro lado me parece que tiene una cantidad enorme de azúcar para hacerla de forma habitual. Os dejo aquí la receta (las medidas no son redondas porque en el original están en tazas, onzas y libras:

• 113 gramos de mantequilla.
• 225 gramos de queso crema (de tipo Philadelphia).
• 450 gramos de azúcar glass.

Batir con un batidor de varillas (eléctrico o manual) el queso crema. Añadir la mantequilla y continuar batiendo hasta formar una crema suave y sin grumos.

A baja velocidad añadir poco a poco el azúcar hasta que esté completamente incorporado y sea una crema suave y homogénea.

Cubrir el bizcocho con esta crema.