Las cáscaras de naranja confitada son una golosina deliciosa, ya sea solas (adornadas con un poco de azúcar) o recubiertas de chocolate. Un acompañamiento perfecto para el café. Lo mismo puede decirse en general de la cáscara confitada de cualquier cítrico.
Además pueden emplearse en multitud de recetas que requieren frutas confitadas entre sus ingredientes, como el stollen, la decoración del roscón de Reyes, numerosos budins, magdalenas, todo lo que se nos ocurra.
- 5 naranjas.
- Azúcar para hacer el almíbar. Se necesitará el peso de las cáscaras después de blanquearlas.
- Azúcar para decorar las tiras finalizadas.
Eliminar los dos extremos de las naranjas.
Hacer 4 cortes en cada naranja de extremo a extremo y quitar los 4 segmentos de piel incluyendo la parte blanca y procurando que no se rompan.
En primer lugar vamos a blanquear las pieles de la naranja para eliminar el amargor.
Poner las pieles de la naranja en una cazuela con agua y ponerla al fuego. Cuando comience a hervir dejar cocer durante 5 minutos. Pasado este tiempo tirar el agua, escurrir las cáscaras y enfriarlas bajo el chorro de agua fría.
Poner de nuevo a hervir las cáscaras en la cazuela con agua. Repetir el proceso de hervir las cáscaras y aclararlas 4 veces más. En total las habremos hervido 5 veces.
Cortar cada porción de cáscara en tiras longitudinales de medio centímetro de grosor. Saldrán unas cinco o seis tiras por cada trozo de cáscara. Hay que manipularlas con cuidado porque ahora las cáscaras están blandas y se romperán más fácilmente.
A continuación vamos a preparar el almíbar para confitar las cáscaras. Pesar las cáscaras. Poner en una cazuela el mismo peso de azúcar que las cáscaras y la mitad de su peso de agua. Por ejemplo en mi caso las cáscaras pesaban 420 gramos, así que he puesto 420 gramos de azúcar (el mismo peso de las cáscaras) y 210 gramos (o mililitros) de agua (la mitad de peso de las cáscaras.)
Poner el almíbar al fuego hasta que todo azúcar esté disuelto y comience a hervir. Remover de vez en cuando para que todo el azúcar se disuelva de forma uniforme y no se queme.
Cuando comience a hervir el almíbar sumergir las tiras de cáscara de naranja en el almíbar y bajar el fuego. Dejar cocer a fuego muy suave durante unas dos horas, hasta que casi todo el almíbar se haya absorbido y las tiras estén blanditas. Remover de vez en cuando para asegurarnos de que no se pega en el fondo. Hacerlo con cuidado para no romper la naranja.
Una vez que estén cocidas sacarlas de la cazuela (el almíbar se habrá absorbido casi en su totalidad) y colocarlas sobre papel parafinado, separando cada tira para evitar que se peguen entre sí al enfriarse. Yo suelo utilizar papel de horno para ponerlas.
Cuando estén frías y secas se rebozan en azúcar para darles el acabado final.
Otra opción deliciosa con las cáscaras de naranja confitadas es cubrirlas con chocolate. Para ello fundir el chocolate de cobertura en el microondas o al baño María. Sumergir brevemente cada tira y dejar secar. Queda muy vistoso si dejamos un extremo sin cubrir por el contraste entre el color oscuro del chocolate y el naranja brillante de la naranja confitada.
Guardadas en un tarro hermético en la nevera se conservan en perfecto estado durante un largo tiempo.
Variaciones: cáscara de limón confitada
Siguiendo la misma receta podemos confitar las cáscaras de cualquier cítrico: pomelo, limón. Debemos tener en cuenta al prepararlas que otros cítricos como el limón son bastantes más ácidos y mucho menos dulces que la naranja, por lo que las cáscaras confitadas serán mucho más fuertes de sabor, sólo aptas para amantes de lo ácido. Eso sí, si nos gusta el sabor ácido del limón son deliciosas.
Como para el relleno del stollen necesitaba también cáscara de limón confitado aproveché que iba a preparar las de naranja y confité también la piel de unos cuantos limones. Total, cuesta lo mismo vigilar a la vez dos cazuelas. Para ello empleé la piel de 5 limones. Para aprovechar la pulpa, como en el caso de los limones no creo que a nadie le resulte atractivo servirlos de postre como en el caso de las naranjas, se puede intentar extraer el zumo de los limones una vez pelados para no estropear la cáscara (yo congelo el zumo en una cubitera y luego lo voy sacando cuando lo necesito) o podemos hacer una mermelada de limón.
La técnica para confitarlas es la misma que he descrito para las naranjas. Escaldamos las pieles 5 veces, los cortamos en tiras y luego los cocemos lentamente durante unas dos horas en un almíbar hecho con su mismo peso de azúcar y la mitad de agua. Para que os hagáis una idea las cáscaras de los 5 limones una vez cocidas pesaron 225 gramos, por lo que preparé el almíbar con 225 gramos de azúcar y 110 ml. de agua. Dejar secar sobre papel parafinado y decorar con azúcar como las cáscaras de naranja.
Acá de nuevo, la hice quedo perfecta. Gracias por la receta!!!
ResponderEliminarMe alegro de que te hayan quedado bien. Es increible lo que se puede hacer con unas simples cáscaras de naranja.
EliminarMuy buenas recetas , las voy a preparar en especial las naranja y limón , para aplicarlas en la confección de panettones
ResponderEliminarGracias
Saludos
Pablo Antonio
Me han gustado mucho. También las hice de toronja.
ResponderEliminarGracias
Hola, me encanto la receta la voy a hacer,me parecen muy lindas para hacer dulces de navidad.
ResponderEliminarHola, gracias por su trabajo y comunicación de los resultados. ¿No cree que cocinandolas tanto y poniendo tanta azucar pierden mucho sabor? Gracias y saludos.
ResponderEliminarcomo hacer para que la cubierta no se endurezca
ResponderEliminarMenudo pintón tiene esta receta. Hoy cuando me lleguen las naranjas de Campo de Azahar
ResponderEliminarme pondré manos a la obra.
Hola, las hice y me quedaron muy ricas, ahora las estoy haciendo otra ves , gracias por la receta.😊
ResponderEliminarLas acabo de hacer, no se yo si van a durar hasta que se sequen jaja muy muy rico y eso que me han quedado fuertes de naranja
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