Las crêpes son unas tortitas redondas muy finas originarias de la región de Bretaña, en Francia, y que se han hecho muy populares en todo el mundo. Pueden ser dulces o saladas con todo tipo de rellenos. Están relacionadas con las filloas gallegas y de forma un poco más lejana con las tortitas americanas.
En Francia las crêpes son un plato muy típico para la fiesta de las Candelas (La Chandeleur), que se celebra el 2 de febrero, así que como hoy es el día de las Candelas me ha parecido una ocasión perfecta para prepar unas crêpes de postre.
La tradición es muy antigua, remontándose a un papa del siglo V que, según se cuenta, ofreció crêpes a los peregrinos que llegaron a Roma en ese día.
Hay una canción tradicional francesa que narra esta relación entre la fiesta de la Candelaria y las crëpes.
La veille de la Chandeleur…
L'hiver se passe ou prend rigueur
Si tu sais bien tenir ta poêle
À toi l'argent en quantité
Mais gare à la mauvaise étoile
Si tu mets ta crêpe à côté.
Otra antigua tradición indica que si eres capaz de dar la vuelta a la crêpe en el aire sujetando la sartén con la mano derecha mientras guardas una moneda de oro en tu mano izquierda te harás rico en el año que está empezando y la prosperidad llegará a tu casa.
Las crêpes se eleboran con una pasta hecha básicamente de leche, harina, huevos, mantequilla y azúcar y que se puede aromatizar de diversas formas: vainilla, naranjas, licores. Nunca llevan levadura.
La harina blanca de trigo es la más usada para elaborar crêpes, especialmente las dulces. Existe también una variedad de crêpes elaboradas con trigo sarraceno o alforfón, que en francés se denominan galettes de sarrasin y que normalmente se reservan para preparaciones saladas. El trigo sarraceno tiene la peculiaridad de que no contiene gluten, por lo que las galettes son una buena opción en el caso de los celiacos.
Puede rellenarse con infinidad de ingredientes dulces o salados, cremas, nata, mermelada o pueden comerse simplemente espolvoreadas con azúcar.
- 15-18 crêpes.
- 2 huevos.
- 10 gramos de mantequilla.
- 100 gramos de harina.
- 2 gramos de sal (media cucharadita).
- 250 ml. de leche.
- 20 gramos de azúcar (yo he empleado azúcar vainillado. Si vamos a emplear las crêpes para un relleno salado no se pone
- Mantequilla o aceite para la sartén.
Poner en un bol la harina tamizada. Añadir los huevos, la leche, la sal y el azúcar (si las crêpes van a llevar relleno salado no ponemos el azúcar).
Batir hasta que la masa sea lisa y uniforme. Tendrá una consistencia bastante líquida.
Añadir la mantequilla derretida y batir para mezclarlo bien.
Dejar reposar la masa durante 2 horas a temperatura ambiente.
Cuando vayamos a usar la masa batirla de nuevo pues durante el reposo habrá perdido homogeneidad.
Poner al fuego una sartén pequeña untando el fondo con una gotita de aceite o de mantequilla. Sólo hace falta una gotita, mucha menos aceite de la que emplearíamos para hacer una tortilla. Yo suelo poner un poquitín en el centro y la distribuyo con un pincel para que la sartén quede simplemente manchada de aceite.
Cuando esté caliente ponemos una pequeña cantidad de masa en la sartén ayudándonos de una cuchara o un cazo. No se vierte el cazo entero cada vez, sólo la suficiente cantidad para cubrir el fondo con una capa muy fina. Movemos la sartén para que la masa cubra todo el fondo. Deberá quedar una capa muy fina. Cuando empiecen a aparecer burbujas en toda la superficie de la crêpe es el momento de darle la vuelta.
A mí dar la vuelta a las crêpes siempre me había parecido complicado. O al menos eran complicadas las explicaciones que yo leía. De hecho tardé mucho en hacer crêpes por este motivo. Hasta que un día se vi en la tele como lo hacía a Arguiñano y la verdad es que era sencillísimo. Levantamos de la sartén un extremo de la crêpe ayudándonos de una espátula o similares. Yo lo hago con las paletas de madera que traía la plancha eléctrica. Cogemos la crêpe por el lado que hemos levantado, la despegamos de la sartén y la depositamos de nuevo en la sartén por el otro lado. Lo hacemos rápidamente para evitar quemarnos puesto que la crêpe estará caliente.
Bueno, si te atreves también se puede dar la vuelta a la crêpe en el aire para atraer la prosperidad y la fortuna (no olvides la moneda en la otra mano), pero yo no he sido capaz de hacerlo nunca, ni con tortillas, ni con crêpes ni con nada.
Dejamos que se haga la crêpe por el otro lado. Sacar la crêpe de la sartén. Las crêpes ya hechas se irán apilando en un plato.
Repetimos el proceso con el resto de la masa. Si la sartén es antiadherente no será necesario untar con aceite el fondo de la sartén antes de poner la masa de cada crêpe. Yo no he vuelto a poner aceite y no se me ha pegado lo más mínimo ninguna. En otro caso será necesario poner un poco de aceite o mantequilla en la sartén antes de hacer cada crêpe.
Podemos servirlas rellenas de lo que más nos guste. Yo las sirvo simplemente espolvoreadas con azúcar, la forma más fácil de servirlas y que también resulta deliciosa. Para ello espolvoreamos una crêpe con azúcar y la doblamos por la mitad. Ponemos un poco más de azúcar y volvemos a doblar, con lo que nos quedaría un cuarto de círculo. Si se quiere se puede poner un poco más de azúcar. Se distribuyen las crêpes así doblads en platos de postre. Simple y delicioso.
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