Arroz con leche al horno

El arroz con leche siempre ha sido mi postre favorito, me encanta, podría comerme una tonelada. Preparo distintas versiones, siempre de la forma clásica, con una cazuela al fuego, no se me había ocurrido nunca prepararlo al horno, hasta que hace un par de meses me encontré una publicación en Instagram que lo preparaba así y me pareció una idea estupenda, así que decidí probarlo. Y la verdad es que el arroz con leche al horno me ha gustado mucho, tan rico como el tradicional y sencillísimo de preparar.

El arroz con leche es un postre sencillo de preparar, básicamente hay que poner todos los ingredientes en una cazuela y cocerlo hasta que el arroz se ablanda y absorbe la leche, aunque para que quede muy cremoso es necesario remover con frecuencia mientras se cuece para que el arroz suelte el almidón. Prepararlo al horno es todavía más sencillo, basta ponerlo todo en una cazuela y meterlo al horno, no es necesario ni siquiera remover (bueno, removeremos un par de veces durante la cocción), es de las recetas que menos esfuerzo requiere.

Para preparar el arroz con leche al horno vamos a emplear un recipiente con tapa que pueda ir al horno. Si tenemos una cazuela de hierro tipo cocotte es ideal para esta receta, pero nos vale cualquier recipiente con tapa. Yo empleo las cazuelas de Pyrex, las redonditas con tapa como la que veis en la foto, que son muy cómodas porque además nos sirven para guardar el arroz con leche directamente en la nevera.

¿Y si no tenemos una cazuela con tapa que pueda ir al horno? Pues en este caso bastaría con usar una fuente de horno y taparla bien con un par de capas de papel de aluminio. Es preferible usar una fuente que no tenga una base demasiado amplia para la cantidad que vamos a preparar, para evitar que quede con muy poca altura.

El arroz con leche necesita bastante tiempo para cocerse en el horno, al menos en mi horno. Pero buena parte de ese tiempo será con el horno apagado, aprovechando el calor acumulado.

Cuando busqué recetas la mayoría de las recetas que he visto hablaban de un tiempo de cocción de entre una hora y cuarto y una hora y media, muchas de ellas con un pequeño reposo final con el horno apagado. En mi caso la primera vez que lo preparé después de una hora y cuarto el arroz estaba todavía sin hacer, muy crudo. Un poco decepcionada porque no entendía qué había hecho mal en una receta tan sencilla (algunas de las recetas que había tomado como base eran de blogs de los que me fio mucho) dejé la cazuela en el horno apagado y cuando fui a sacarlo una hora después se había obrado el milagro, el calor acumulado en el horno había terminado de ablandar el arroz, que estaba perfecto.

Tradicionalmente el arroz con leche se aromatiza con cáscara de limón y canela. Es lo más clásico y el resultado es fantástico, pero no es la única opción. Sustituyendo el limón por otro cítrico se obtienen resultados también muy ricos. Con cáscara de naranja queda buenísimo y empleando cáscara de mandarina se consigue un sabor muy sutil, elegante y sorprendente. La canela me encanta en todos los postres, pero el arroz con leche queda también genial empleando vainilla y me fascina la combinación de cardamomo con cáscara de naranja, absolutamente deliciosa.

El arroz con leche se puede comer tibio, pero a mi siempre me ha gustado más cuando está frío de la nevera. Habitualmente lo preparo el día de antes, me gusta dejarlo reposar toda la noche en la nevera, además de enfriarse bien el reposo hace que el arroz se asiente y me gusta mucho más la textura, más cremosa y densa.

Prueba irrefutable de mi amor por el arroz con leche es el hecho de que en el blog haya publicadas además de esta otras cinco (¡¡cinco!!) versiones de arroz con leche:

Antes de servirlo no os olvidéis de espolvorear canela molida en abundancia.

Ingredientes

• 6-8 personas.

• 100 gramos de arroz.
• 100 gramos de azúcar.
• 800-1000 ml. de leche.
• Un pellizco de sal.
• La cáscara de un limón.
• Un palito de canela.
• Canela en polvo para servir.

Preparación

Para preparar el arroz con leche vamos a utilizar una cazuela con tapa que pueda ir al horno. Las de hierro van fenomenal. Yo he usado una cazuela de pyrex de las que tienen tapa. Si no temernos una cazuela que pueda ir al horno se puede utilizar una fuente (mejor si es un poco honda y no demasiado amplia para que el arroz no quede muy plano) que taparemos con dos capas de papel de aluminio.

Poner en la cazuela el arroz, el azúcar, un pellizco de sal, la cáscara de limón (intentaremos sacar solo la parte amarilla, sin la blanca, que amarga más) y un palito de canela.

Añadir unos 800 ml. de leche. De momento vamos a reservar los otros 200 ml. de leche, los añadiremos si vemos que espesa demasiado.

Remover un poco con una cuchara para mezclarlo todo bien.

Precalentar el horno a 180 grados.

Colocar la cazuela con el arroz con leche en la parte central del horno.

A los 30 minutos sacar la cazuela del horno y remover con cuidado de no quemarnos.

A los 60 minutos desde el inicio volver a sacar del horno y remover el contenido.

Habitualmente en este punto el arroz no estará hecho todavía, de hecho el arroz no habrá absorbido todavía apenas leche y estará todavía muy líquido.

Volver a poner la cazuela dentro del horno cerrado, pero lo vamos a dejar apagado, a partir de ahora el arroz con leche se terminará de hacer con el calor residual.

Normalmente necesitará una hora más (dos horas en total), pero lo mejor es vigilarlo cada 30 minutos.

Cuando esté listo sacar la cazuela del horno.

El arroz con leche se puede comer tibio, pero a mi me gusta más fresquito. Cuando se enfría la cazuela lo pongo en la nevera, normalmente hasta el día siguiente.

Para servir retirar la piel de limón y la canela y repartir en cuencos.

Espolvorear con canela molida.