La panna cotta es un postre italiano típico del región del Piamonte. En su versión más básica se elabora a partir de nata que se cuece hasta que espese (su nombre significa literalmente nata cocida), aunque las versiones modernas suelen usar gelatina para espesarla, lo que simplifica mucho la preparación del postre y lo convierte en una tarea rápida y supersencilla. Esta mezcla base puede aromatizarse y enriquecerse con distintos ingredientes. En primavera con la abundancia de fresas disponible es perfecta esta panna cotta de fresas, con todo el sabor de las fresas y un bonito color rosa pálido. Me gusta servirla cubierta con una comporta de fresas, que además de intensificar el sabor a fresas aporta un bonito contraste de color. Un postre supersencillo, muy primaveral y elegante.
La panna cotta original se prepara únicamente con nata, pero lo más habitual es mezclar nata y leche para hacer el postre más ligero, pero manteniendo la cremosidad del original. Al disminuir la cantidad de nata es necesario aumentar un poco la cantidad de gelatina. Tenedlo en cuenta si en alguna receta de panna cotta modificáis la proporción original de leche y nata. La gelatina debe ser suficiente para cuajar bien, pero tampoco es conveniente añadir gelatina en exceso, la textura del postre tiene que ser suave y cremosa. Se emplea siempre nata de montar (con un mínimo de 35% de materia grasa), aunque no se monte para el postre.
La panna cotta de fresas es un postre muy rápido de preparar. La panna cotta en sí lleva unos 10 minutos de cocción más otros 5 o 10 minutos que nos lleve hacer el puré de fresas. Eso sí, necesitaremos varias horas de nevera para que cuaje la gelatina. Con unas 3 horas es suficiente, aunque a mí me gusta dejarlo toda la noche. Es un postre perfecto para preparar el día anterior y dejarlo tranquilamente reposando en la nevera.
La receta emplea fresas tanto en la panna cotta como en la compota con que se cubre al servir. En la panna cotta van trituradas en puré, mientras que en la cobertura se trocean muy pequeñitas y se cuecen hasta formar una compota. La compota tiene que enfriarse completamente antes de servirse sobre la panna cotta (si está caliente se funde la gelatina), por lo que hay que prepararla con algo de antelación, puede prepararse perfectamente el día anterior.
El contrate entre el rosa pálido de la panna cotta con su suave sabor a fresa y el rojo más subido de la compota con un sabor a fresa muy marcado crean un contraste muy bonito tanto al paladar como visualmente. Esta compota de fresa es muy versátil y puede emplearse para acompañar otros muchos postres.
La panna cotta normalmente se prepara en moldes individuales. También podemos ponerla en un molde grande y partir raciones, como se hace con el flan, pero a mi personalmente me gustan más los formatos individuales. Podemos optar entre desmoldarla para servir o presentarla en el molde en el que la hemos cuajado. Cuando quiero desmoldarla normalmente la preparo en moldes individuales de flan. Si la vamos a presentar sin desmoldar nos sirve cualquier vaso o tarrito mono. Para esta panna cotra de fresas me gusta mucho la presentación en un vaso de cristal, para que se vea bien el contraste de colores, que creo que queda bonito y apetecible, pero sirve cualquier tarrito. Esta panna cotta de café por ejemplo la suelo servir en tazas de café, que me parece que queda muy coqueto.
En el blog podéis encontrar varias recetas más de panna cotta, todas igual de sencillas y ricas, así como un buen surtido de recetas con fresas. Para acceder a ellas hay dos formas muy sencillas. La primera es usar el índice alfabético. Si accedéis con un móvil el menú aparece pulsando las 3 rayitas que hay en la esquina superior izquierda. Otra opción es emplear el buscador. Escribiendo "panna cotta" o "fresa" aparecerán todas las recetas. Accediendo con el móvil el buscador aparece al pulsar sobre la lupa que hay en la parte superior derecha.
- 4 personas.
- 200 ml. de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa).
- 200 ml. de leche.
- 500 gramos de fresas (250 gramos para la panna cotta y otros 250 para la compota de fresas).
- 150 gramos de azúcar (75 gramos para la panna cotta y otros 75 para la compota de fresas).
- 3 láminas y media de gelatina neutra.
- El zumo y la ralladura de medio limón.
Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten. Es aconsejable consultar las instrucciones del envase sobre tiempos y procedimiento de uso de la gelatina, pero en general con unos 5 minutos de remojo suele ser suficiente.
Lavar 250 gramos de fresas sin dejarlas en remojo. No eliminar los pedúnculos antes de lavarlas porque se llenan de agua y pierden mucho sabor. Secarlas un poco con papel de cocina. Eliminar los rabitos y cortarlas en trozos.
Poner las fresas troceadas en el vaso de la batidora y trituras hasta que estén hechas puré. Si nos gusta que quede un puré muy fino se puede pasar por un colador para eliminar los cuquitos, pero no es necesario. Yo no lo hago nunca. Reservar el puré de fresa.
Poner al fuego un cazo con la nata y la leche.
Calentar removiendo constantemente para evitar que hierva, ya que cambia el sabor. Necesitará unos 10 minutos. Yo los dos primeros minutos lo pongo a fuego vivo y luego lo bajo a fuego medio.
Retirar del fuego.
Añadir 75 gramos azúcar y remover bien para que que disuelva completamente.
Escurrir las hojas de gelatina apretándolas con el puño para eliminar todo el agua. Añadir al cazo con la nata y la leche y remover bien para que se disuelva.
Incorporar el puré de fresa y mezclar bien hasta que la mezcla tenga un color rosa uniforme.
Repartir la mezcla en 4 recipientes individuales. Yo he empleado vasos de cristal para servir directamente sin desmoldar, en este caso puede usarse cualquier recipiente o vasito individual, mejor si es de cristal para que se vea el contraste con la compota. Si se quiere delmoldar para servir es muy cómodo usar moldes de flan individuales. En este caso los untaremos con una gotita de aceite suave antes de verter la preparación.
Cuando se enfríe tapar con papel de film y poner en la nevera hasta que la gelatina solidifique. Necesitará al menos unas 3 horas.
Para preparar la compota de fresas lavar bien sin dejar en remojo los otros 250 gramos de fresas.
Eliminar los pedúnculos y trocear en cachitos muy menudos. No es necesario que sean regulares, con que sean pequeñitos es suficiente.
Poner los trocitos de fresa en un cazo. Añadir los otros 75 gramos de azúcar, el zumo y la ralladura de medio limón. La ralladura es opcional pero a mí me gusta mucho el sabor que aporta.
Poner el cazo al fuego y cocinar durante unos 10 minutos a fuego medio, removiendo con frecuencia, hasta que veamos que la fruta está bien cocida.
Cuando la compota esté lista retirar del fuego.
Dejar enfriar completamente antes de servir sobre la panna cotta.
Para servir la panna cotta si la vamos a desmoldar pasar un cuchillo de punta roma alrededor de cada molde, volcarlo sobre un plato y agitar sujetando el plato y el molde hasta que se desprenda.
Repartir la compota de fresa fría sobre las 4 panna cottas justo antes de servir o llevarla a la mesa en salsera aparte. Con la presentación en vasitos queda muy bonito el contraste entre la panna cotta de color rosa clarito y la compota de color intenso.
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