Un sorbete es un tipo de helado hecho a partir de zumo o puré de fruta. Suelen ser más ligeros que los helados normales, ya que no contienen grasa, únicamente fruta y azúcar (y a veces un poco de zumo de limón). Podemos elaborar sorbetes con la mayoría de las fruta. Ligeros y refrescantes son un postre ideal pera todo el año, no sólo para el verano. Visualmente son también muy atractivos debido la variedad de coloridos que podemos obtener de forma natural, como este sorbete de mango, que mantiene el intenso color naranja de esta fruta tropical.
Los sorbetes son sencillos de preparar. En realidad lo único complicado de un sorbete es hacer las fotos antes de que se derrita. El principio es siempre el mismo y consiste en añadir un almíbar ya enfriado a la pulpa o zumo de la fruta y triturarla a continuación. La cantidad de azúcar añadida depende del azúcar que contenga la fruta y lo dulce que sea de forma natural. Una vez mezclados el almíbar y la fruta se manteca el helado, bien con una heladora eléctrica (lo más cómodo) o bien de forma manual, metiendo la mezcla en el congelador y triturándola cada cierto tiempo hasta que se congela para evitar la aparición de cristales.
Al preparar sorbetes de fruta debemos tener en cuenta que al no llevar nada de grasa y tener gran cantidad de agua van a formarse grandes cristales de hielo al congelar, por lo que para que queden suaves y cremosos es necesario mantecarlos bien para romper los cristales que se forman. Lo más práctico es emplear una heladora eléctrica, pero aunque no dispongamos de una quedan también supercremosos simplemente con ayuda del congelador doméstico y una batidora con la que trituraremos la mezcla cada media hora hasta que congele completamente. Es un poco más laborioso pero el resultado es estupendo. Yo no me decido a comprar una heladora (no tengo nunca espacio en el congelador para meter el recipiente de las eléctricas normales y en mi encimera ya no cabe un trasto más, y menos una heladora con compresor, que suelen ser voluminosas) y os garantizo que ha quedado muy, pero que muy cremoso.
Un ingrediente que puede ayudarnos a evitar la formación de cristales de hielo es el azúcar invertido. Para los helados podemos sustituir hasta un 25% del azúcar de la receta por la misma cantidad de azúcar invertido.
- 2 mangos grandecitos (1 kilo más o menos).
- 200 gramos de azúcar. También se puede emplear 150 gramos de azúcar y 50 ml. de azúcar invertido.
- 200 ml. de agua.
- El zumo de un limón.
Poner el agua y el azúcar en un cazo que pondremos al fuego. Remover con una cuchara de madera hasta que se disuelva el azúcar.
Cuando comience a hervir dejar que cueza durante 5 minutos para formar un almíbar.
Retirar del fuego y dejar enfriar.
Pelar los mangos, trocearlos y ponerlos en un recipiente para triturarlos. A mí me gusta emplear un recipiente de boca más ancha que el baso de la batidora, como esta jara de Pyrex, ya que permite pelar y partir los mangos sobre ella para poder recoger la gran cantidad de zumos que sueltan los mangos al pelarlos.
Añadir el zumo de limón al recipiente con los mangos, evitando que caigan las pepitas.
Triturar bien hasta obtener una pulpa fina.
Añadir el almíbar frío al puré de mango y batir para mezclarlo bien.
La pulpa del mango tiene muchas hebras y si la batidora no es muy potente a veces se notan incluso después de triturada. Podemos probar un poco de puré y si vemos que tiene hebras lo pasamos por un chino. Mi batidora es potente pero normal (una Braun de 600 W) y lo deja muy liso sin necesidad de emplear el chino.
Si vamos a preparar el sorbete con heladera poner la pulpa en la nevera hasta que esté bien fría y a continuación mantecarla según las instrucciones del fabricante. Al finalizar lo ponemos en el congelador para que coja más cuerpo.
Si por el contrario vamos a preparar el sorbete sin heladera lo pasamos a un recipiente que pueda cerrarse bien y lo ponemos en el congelador.
Una hora después sacar el recipiente del congelador y triturarlo con la batidora eléctrica para deshacer los cristales de hielo que han empezado a formarse en el borde del recipiente. Es probable que el sorbete apenas parezca congelado, apenas un poco en el borde, pero aun así lo trituramos bien para romper los cristales que hayan empezado a formarse.
Repetir la operación de triturar el sorbete cada media hora hasta que esté congelado del todo.
Para servirlo es conveniente ponerlo media hora antes en la nevera de modo que esté más cremoso.
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