A mí me gusta preparar el pesto casero en todas las recetas en las que lo empleo. Me parece una receta sencilla de elaborar en caso. En la receta incluyo las instrucciones de preparación, pero podéis encontrar en el blog también una entrada dedicada al pesto: pesto. Suelo ir variando los frutos secos que empleo. La receta original emplea piñones, pero para esta preparación he usado anacardos. Con cualquiera de los dos el resultado es delicioso.
Si os da pereza preparar el pesto se puede emplear uno comprado de buena calidad, en esta caso la receta será todavía más rápidas de preparar.
Las espirales de hojaldre son muy versátiles ya que admiten multitud de rellenos, tanto dulces como salados. Os dejo algunas ideas:
Rellenos salados:
- Pesto.
- Pesto rosso.
- Jamón cocido y lonchas de queso. El relleno más socorrido y que queda bien con todo.
- Salsa de tomate, mozzarella cortada fina y albahaca para una versión que es casi una mini-pizza.
- Sobrasasa.
- Tapenade, la pasta untable a base de aceitunas negras.
Rellenos dulces:
- Mermelada.
- Crema de cacao, ya sea casera o comercial.
- Crema pastelera o crema pastelera al chocolate.
- Espolvoreadas de azúcar, como si se tratase de unas palmeritas con forma de espiral.
- 20 espirales aproximadamente.
- Una lámina de hojaldre rectangular.
- Un puñado de hojas de albahaca (las hojas después de quitar los tallo pesaban unos 15 gramos).
- Un diente de ajo.
- 50 gramos de piñones o de anacardos.
- 60 ml. de aceite de oliva virgen extra.
- 50 gramos de queso parmesano rallado.
Para preparar el pesto lavar las hojas de albahaca y secarlas bien con papel de cocina.
Cortar las hojas en trocitos pequeños, descartando los tallos más gruesos y ponerlas en un mortero.
Añadir el ajo pelado y un pellizco de sal y majar hasta obtener una pasta.
Añadir los piñones o los anacardos y continuar majando hasta que esté bien triturado.
Incorporar el aceite en forma de hilo fino, mientras se continúa removiendo en forma de círculos hasta que emulsione.
Añadir por último el queso rallado y remover para mezclarlo bien.
Normalmente se aconseja no preparar el pesto empleando un procesador de alimentos o una picadora porque el calor que desprenden las cuchillas hace que se pierda parte del aroma de la albahaca, pero en este caso como vamos a hornearlo no tendría mucha importancia. En este caso poner en la picadora la albahaca y los frutos secos y triturar hasta que estén bien picados, añadir a continuación el aceite y accionar de nuevo hasta que emulsione. Añadir por último le queso y mezclar con un tenedor.
Extender la lámina de hojaldre sobre una hoja de papel de horno. Puede usarse la que suele venir con el hojaldre.
Distribuir el pesto sobre la lámina de hojaldre, dejando en un lado largo una margen de un par de dedos sin pesto. Se extiende muy bien con una espátula de cocina pequeña o con un cuchillo, como si untáramos una rebanada de pan.
Untar con una gotita de agua el margen que hemos dejado sin pesto.
Enrollar el hojaldre empezando por el lado opuesto al trozo que hemos dejado sin relleno. Debe quedar compacto, sin huecos en el interior, pero tampoco se debe apretar mucho ya que se saldrá el relleno.
Si tenemos tiempo es buena idea envolver bien el rollo de hojaldre y dejarlo reposar un rato en la nevera o incluso en el congelador, ya que al enfriarse queda más firme y es más fácil partirlo. Con 15-20 minutos en el congelador es suficiente.
Precalentar el horno a 190 grados, con la bandeja situada en posición central.
Cortar el rollo de hojaldre en discos de aproximadamente un dedo de grosor. Colocarlos sobre una bandeja de horno cubierta con papel antiadherente, poniéndolos lo más separados posible para que no se peguen al crecer en el horno.
Colocar la bandeja en la parte central del horno. Hornear durante 25 minutos, hasta que el hojaldre esté bien dorado.
Sacarlos del horno y dejar que se enfríen un poco sobre una rejilla antes de servirlos.
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