Las tostadas francesas o french toast son un plato típico de la cocina británica y americana que consiste en rebanadas de pan no muy reciente empapadas en una mezcla de leche y huevo y fritas. Son por lo tanto una preparación que podríamos considerar emparentada con nuestras torrijas y otros platos como el pain perdu francés, que transforman los restos de pan en un plato estupendo para el desayuno o la merienda.
¿Por qué se llaman tostadas francesas si no tienen nada que ver con Francia? Pues porque se elaboraban con pan francés, que es como los británicos denominan al pan de barra.
Las tostadas francesas o french toast pertenecen a una larga tradición de platos creados para aprovechar restos de pan duro, normalmente remojándolo en leche u otros líquidos para ablandarlo. Son platos sencillos y humildes pero con los que se consiguen preparaciones muy ricas. Pertenecen a esta categoría además del french toast nuestras queridas torrijas, el pain perdu francés (literalmente pan perdido) o las numerosas recetas de budins y puddings que podemos encontrar (como ejemplo este pudin de pan con pasas o este otro pudin de pan). Siempre me ha parecido significativo del gran valor que todas las culturas han dado al pan este empeño por emplear hasta los mínimos restos que se han quedado duros.
El frech toast es similar en su base a nuestras torrijas, rebanadas de pan mojadas en leche y huevo que se fríen, aunque presentan algunas diferencias que hacen que el resultado sea bastante diferente. Las torrijas se empapan en leche y luego se rebozan en huevo, mientras que el french toast el huevo se incorporar a la leche con la que se empapa el pan, lo que hace que la textura sea distinta al absorber el pan el huevo. La proporción de leche y huevo también varía, mientras que las torrijas llevan una alta proporción de leche (suelo emplear algo más de un litro de leche para empapar el pan y un par de huevos para rebozar) en el caso del french toast la cantidad de huevo es mucho mayor, similar a la de la leche, 4 huevos para una taza (250 ml.) de leche, de hecho los ingleses las denominan también eggy bread, algo así como pan al huevo. La tercera gran diferencia es la forma de freírlas. Mientras que las torrijas se fríen sumergiéndolas completamente en aceite el french toast simplemente se dora en una sartén o plancha con un poco de mantequilla o aceite.
Para preparar el french toast podemos emplear cualquier tipo de pan, aunque en principio son preferibles los panes con miga un poco tupida. Eso sí, como con las torrijas es mejor prepararlo con pan del día anterior, un poco seco, para que absorba correctamente la leche. Si el pan está tierno una opción es cortarlo en rebanadas y dejarlo toda la noche sobre la encimera para que se seque un poco.
Quedan genial con panes dulces un poco abriochados. Las de las fotos están hechas con los últimos restos de este pan dulce de naranja y canela y entre las recetas americanas la challah, con su miga prieta y densa, es siempre uno de los favoritos, yo diría que la reina del french toast. Por supuesto el pan de torrijas también nos serviría.
Se pueden preparar también con pan de barra normal, mejor si es uno que no tenga demasiados agujeros. Y aunque no sea mi opción favorita incluso con pan de molde, para un antojo nos sirve, mejor si es uno con rebanadas un poco más gruesas.
La mezcla con la que se empapan el pan se prepara con huevos y leche. La proporción habitual es de 4 huevos para una taza (250 ml.) de leche, o un huevo para cada 60 ml. de leche. Normalmente usaremos un huevo por persona. Hay muchas recetas que sustituyen parte de la leche por nata, pero en mi opinión solo con leche quedan ricas y más ligeras. No hay problema para usar leches vegetales. A esta mezcla se pueden añadir canela para dar sabor. Muchas recetas no llevan nada de azúcar porque con frecuencia el french toast se riega con miel, sirope de arce y otros siropes, pero si las vamos a servir sin más me gusta añadir una cucharada de azúcar a la mezcla, lo justo para que tengan un pelín de dulzor.
Tradicionalmente el french toast se dora en una sartén con un poco de mantequilla o con una mezcla de mantequilla y aceite. Yo suelo mezclar los dos tipos de grasa, me parece más fácil controlar la temperatura sin que se queme la mantequilla. Las cocinaremos unos 3 minutos por cada lado, a fuego no muy fuerte para evitar que se nos quemen.
Se pueden preparar también en el horno, aunque el resultado no sea exactamente igual. Se colocan en una fuente o bandeja y se hornean a 180 grados durante unos 15-20 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo. Puede ser un método cómodo y rápido cuando queremos preparar una buena cantidad de ellas, ya que nos evita freírlas por tandas. También nos puede ayudar a conseguir unas tostadas más sanas al necesitar un poco menos de grasa (no nos libraremos de untar la fuente), pero francamente creo que la cantidad que se usa en la sartén es bastante moderada.
Para servir el french toast se espolvorea con azúcar glass y es muy habitual regarlo con miel, sirope de arce o añadir mermeladas, aunque yo reconozco que en este caso me resultan demasiado pesadas, las prefiero sin añadidos, más ligeras. La fruta es también un acompañamiento habitual, especialmente las de colores vistosos, que además nos ayudarán a completar un desayudo o merienda equilibrados.
Como curiosidad indicar que aunque para mi son un plato indiscutiblemente dulce en general se considera que pueden ser un plato dulce o salado, acompañadas en este último caso por ejemplo de bacon o huevos y lógicamente presidiendo del azúcar.
- 4 personas.
- 4-8 rebanadas gruesas de pan, pan de molde o brioche, dependiendo del tamaño (del día anterior).
- 4 huevos.
- Una taza (250 ml.) de leche.
- Una cucharadita de canela.
- Una cucharada sopera de azúcar (opcinal).
- Un pellizco de sal.
- 2 cucharadas (unos 30 gramos) de mantequilla.
- 2 cucharadas (unos 30 gramos) de aceite de oliva.
- Azúcar glass para espolvorear (opcional).
Poner los huevos en un bol y batir como para tortilla.
Añadir la leche, el pellizco de sal y la canela. Se puede añadir también una cucharada sopera de azúcar.
Batir hasta que esté bien mezclado.
Poner las rebanadas de pan en una fuente en la que quepan formando una sola capa, sin solaparse.
Verter la mezcla de leche y huevos sobre el pan.
Dejar reposar 5 minutos para que se empape, dar la vuelta con cuidado a las rebanadas y dejar 5 minutos más por el otro lado.
Si las rebanadas son cuadradas como las de las fotos las hago de una en una, cuando son más alargadas y estrechas (con forma más de torrija) normalmente caben 2 en la sartén.
Poner a calentar una sartén al fuego con media cucharada de mantequilla y otra media de aceite.
Si hacemos las tostadas de 2 en 2 ponemos el doble de cantidad.
Cuando la mantequilla esté fundida y comience a calentarse levantar una rebanada de pan con una espátula y colocarla en la sartén.
Dejar que se haga hasta que la superficie esté dorada, unos 3 minutos. Puede ser necesario bajar un poco el fuego para que se haga sin tostarse demasiado.
Dar la vuelta a la tostada y dejar que se haga por el otro lado otros 3 minutos.
Sacar de la sartén y colocar en un plato o una fuente de servir.
Repetir el procedimiento con el resto de rebanadas de pan, añadiendo media cucharada de aceite y media de mantequilla antes de hacer cada tostada.
Espolvorear las tostadas francesas con azúcar glass antes de servir.
Servir acompañadas de miel, sirope de arce, sirope, mermelada o fruta si se desea.
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