No sabría decir qué es lo que más me gusta de esta trenza de hojaldre rellena de manzana, si lo rica que está, con el hojaldre crujiente y el delicioso relleno de manzanas caramelizadas con canela, pasas y nueces, lo bonita que queda con el trenzado de la superficie o lo rápida y sencilla que es de preparar a pesar de lo vistosa que es. Tres buenas razones para que se convierta en un postre que repitamos una y otra vez y que tendrá siempre el éxito asegurado.
El hojaldre comercial es un producto fantástico para preparar postres ricos y que requieren muy poco esfuerzo, un básico que no debería faltar en nuestra nevera o congelador porque nos puede sacar de más de un apuro. Es un producto que además se adapta muy bien para formar todo tipo de trenzas, enrollados y retorcidos que nos permitan hacer formas muy bonitas y vistosas, como esta otra trenza de hojaldre rellena de manzana, la vistosa estrella de hojaldre y crema de cacao o las siempre deliciosas palmeritas de hojaldre.
El relleno de esta trenza se prepara con gajos de manzana caramelizados en un poco de mantequilla y azúcar hasta que están blanditos. El relleno se completa con un poco de canela, unas pasas que se hinchan de forma deliciosa con los jugos de la manzana y unas nueces troceadas que aportan un toque crujiente al relleno muy rico. Las pasas y las nueces son opcionales, pero a mi me parece que combinan muy bien con este tipo de rellenos.
Para preparar el relleno he usado 3 manzanas más bien grandes (alrededor de cuarto de kilo cada una). Con esta cantidad sale algo más de relleno del que me ha parecido conveniente poner en la trenza. Lo que ha sobrado simplemente lo he pasado unos segundos por el micro y lo he servido junto con la trenza.
Es necesario que el relleno se enfríe completamente antes de montar la trenza para evitar que se reblandezca el hojaldre. Puede prepararse el día anterior y dejarlo en la nevera hasta el momento de usarse.
Aunque resulta muy vistoso el trenzado de la parte superior del hojaldre es muy sencillo de realizar. En primer lugar se divide la plancha de hojaldre en tres partes iguales a lo largo, sin partirlas, simplemente marcando las divisiones. A continuación se cortan las dos bandas laterales en tiras paralelas e inclinadas, que una vez puesto el relleno se van cruzando de forma alterna sobre la banda central con el relleno. La técnica es sencilla y con las fotos y el vídeo es muy fácil de seguir.
La trenza de hojaldre se puede servir templada, tras dejarla reposar un poco al salir del horno o se puede dejar que se enfríe totalmente. Yo la prefiero fría, pero está muy buenas de las dos formas. Está mejor el mismo día que se hornea, con el hojaldre bien crujiente, pero si sobre algo aguanta bastante bien un par de días, el propio enrejado facilita que en el horno salga bien el vapor del relleno, lo que ayuda a que se mantenga crujiente un par de días.
Os dejo también un pequeño vídeo en el que se ve la preparación y el montado de la trenza.
- 6 personas.
- Una lámina de hojaldre rectangular.
- 2-3 manzanas medianas.
- 50 gramos de mantequilla.
- 50 gramos de azúcar.
- Una cucharadita de canela molida.
- 75 gramos de pasas (opcional).
- 50 gramos de nueces, peso ya peladas (opcional).
- 2 cucharadas soperas de mermelada de melocotón o albaricoque.
Relleno de manzanas con pasas y nueces
Partir las manzanas en cuartos, retirar el corazón y pelarlas.
Partir cada cuarto en gajos finos, con 5 o 6 gajos por cada cuarto queda un grosor adecuado, ni muy fino para que se rompa ni demasiado grueso para que tarde mucho en hacerse.
Poner al fuego una sartén amplia con la mantequilla en trozos.
Cuando esté fundida del todo añadir el azúcar. Remover para ayudar a disolverla.
Añadir los gajos de manzana y remover con cuidado para mezclarlos con la mantequilla y el azúcar sin romperlos.
Añadir las pasas y la canela molida.
Cocinar a fuego medio removiendo con frecuencia hasta que la manzana esté blandita, pero sin que llegue a deshacerse, necesitará unos 15 minutos en total.
Cuando esté casi hecho añadir las nueces troceadas y dejar que se cocinen un par de minutos con la manzana caramelizada.
Apartar del fuego y dejar que se enfrié completamente antes de montar la trenza.
Formado de la trenza de hojaldre
Extender la lámina de hojaldre sobre la encimera, colocándola sobre una hoja de papel de horno. Se puede usar la que trae el hojaldre.
Mi masa es cuadrada, de 30 x 30 centímetros. Si es rectangular la colocamos con el lado más corto hacia nosotros, como si fuera un folio.
Dividir la masa en 3 tiras iguales, pero sin cortarla, solo marcando la división para que nos sirva de guía. En mi caso cada una tiene 10 centímetros de ancho. He marcado la división simplemente apretando con el canto de la regla que he usado para medir.
Hacer un corte de 2 centímetros en los dos extremos de la masa en las dos líneas de división que hemos marcado. Así se formarán 2 "tapetas" que doblaremos debajo de las tiras cruzadas, de modo que la trenza quede cerrada y no se salga el relleno. En la foto que muestra el hojaldre cortado se aprecian bien los cortes.
A continuación vamos a dividir la masa que queda entre los cortes en tiras cortadas un poco en diagonal. Podemos hacer el número de tiras que queramos, pero siempre de forma simétrica, con el mismo número en los dos lados. Yo he hecho 12 tiras, como quedaban 26 centímetros de masa entre los dos cortes cada una tiene un poquito más de 2 centímetros de ancho. He hecho los cortes con las rasqueta de panadero, pero se puede hacer con un cuchillo.
Yo soy muy torpe para que me salgan todas las tiras del mismo ancho y bien paralelas, y además un poco cuadriculada, así que antes de empezar a cortar he medido con una regla el espacio y he hecho unas pequeñas marquitas con un palillo en las esquinas de las tiras, tanto en la división central que hemos marcado como en el borde del hojaldre, son los pequeños agujeritos que se ven en la masa.
Luego solo quedaba cortar con la rasqueta o un cuchillo uniendo los dos puntos, casi como los dibujos punteados para colorear.
Retirar los trozos de hojaldre sobrantes en los extremos. La plancha quedaría como se ve en la foto.
Colocar el relleno en la banda central, dejando libres las dos tapetas que habíamos cortado. He dejado un poquito de relleno sin colocar. Mis 3 manzanas eran bastante grandes y había demasiado relleno.
Vamos a empezar a cerrar la trenza por las tiras más alejadas de nosotros.
Doblar la tapeta más lejana sobre el relleno.
Coger la primera tira de la izquierda (la más alejada de nosotros) y doblarla sobre el relleno. Doblar de la misma forma la primera tira del lado derecho, que se solapará con la anterior.
Continuar doblando las tiras de la misma forma, alternando una de cada lado.
Cuando estemos llegando al final y antes de cruzar las ultimas tiras doblar la otra tapeta sobre el relleno, de modo que al terminar de cruzar las tiras quede debajo de estas.
Calentar la mermelada junto con dos cucharadas de agua. Remover para que se mezclen bien.
Pintar la superficie de la trenza con la mermelada caliente.
Se puede barnizar la superficie también con la mezcla habitual de huevo batido con una cucharada de agua, pero me gusta la idea de la mermelada para no emplear un huevo completo pintar tan poca superficie.
Mientras que montamos la trenza precalentar el horno a 190 grados, con calor arriba y abajo.
Colocar la trenza con el papel sobre una bandeja de horno.
Yo tengo una bandeja de horno de Ikea muy finita y sin bordes que uso a modo de pala de panadero. Al ser tan finita simplemente se desliza por debajo del papel sobre el que hemos montado la trenza sin ningún problema y me permite llevarla fácilmente al horno. Si no se dispone de algo similar que nos permita trasladar fácilmente la trenza a la bandeja puede ser recomendable colocar el hojaldre cortado sobre la bandeja antes de rellenar la trenza.
Colocar la bandeja con la trenza en la parte central del horno.
Hornear durante unos 30 minutos, hasta que el hojaldre esté dorado. Si pasado ese tiempo vemos que aún no está dorado lo dejamos 5 minutos más.
Sacar del horno y dejar que se temple un poco antes de cortarlo.
Se puede servir templado o frío.
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