Las trenzas de hojaldre son una de las presentaciones más vistosas que podemos preparar con hojaldre, sencillas de realizar y muy atractivas al dejar entrever el relleno entre los trenzados del hojaldre. Se puede realizar con numerosos rellenos, pero esta trenza de hojaldre con manzana, pasas y nueces es una de mis preferidas.
La técnica para realizar las trenzas de hojaldre es bien sencilla. Primero se extiende el relleno sobre la plancha de hojaldre, a continuación se enrolla formando un cilindro, se corta en dos a los largo y se enrolla procurando que el corte quede bien visible. ¿Fácil, verdad?
Existen numerosas preparaciones tradicionales que emplean masas levadas con una técnica similar, como la babka, relacionada con la tradición de los judíos del este de Europa y que se ha popularizado con versiones llegadas de Estados Unidos, o el estonia kringel, típico de los países escandinavos y al que se da forma de corona una vez que la masa ha sido trenzada. Son preparaciones riquísimas pero un pelín laboriosas por el largo tiempo de reposo que suelen requerir las masas levadas. Con las trenzas de hojaldre elaboradas con masa comercial se obtienen recetas muy vistosas y ricas pero que requieren mucho menos esfuerzo.
Me encanta este relleno de manzana, pasas y nueces, tres ingredientes que uso mucho en repostería, pero tenemos otras muchas opciones para rellenar esta trenza.
- Frutos secos y frutas desecadas: nueces, avellanas, pasas, orejones troceados. Sería similar a la de esta receta pero sin la compota de manzana.
- Mermelada y frutos secos. Una opción muy sencilla es la de untar la masa con mermelada y distribuir sobre ella unas nueces o avellanas troceadas. Con la mermelada de naranja además de los frutos secos pegan muy bien unas pepitas de chocolate.
- Crema pastelera: Se extiende la crema pastelera sobre el hojaldre y se pueden añadir si se desea unos frutos secos troceados. Con la cuarta parte de la receta base tendríamos suficiente para cubrir el hojaldre. Hace tiempo vi en alguna revista una receta parecida que empleaba un tarro de natillas compradas. No tiene nada que ver con la crema pastelera casera pero como opción rápida puede ser muy resultona.
- Crema de cacao. Si os animáis a prepara una crema de cacao casera tenéis la receta en esta entrada: Crema de cacao y avellanas. Con la comprada queda también estupendo. Igual que en los casos anteriores se pueden añadir unos frutos secos picaditos. De sabor sería muy similar a esta estrella de hojaldre y cacao, pero con una forma completamente diferente.
En la receta indico como preparar la compota de manzana, pero en el blog podéis encontrar dos amplios post con recetas de compota de manzana:
Yo empleo normalmente masa de hojaldre refrigerada. Si partimos de masa de hojaldre congelada se deja descongelar primero según las instrucciones del fabricante. A continuación se procede según las instrucciones indicadas en la receta.
- 6-8 personas.
- Una lámina de hojaldre, preferiblemente rectangular.
- 2 manzanas.
- Una cucharada sopera de azúcar.
- 50 gramos de pasas.
- 50 gramos de nueces (peso sin cáscara).
- Un huevo.
- 50 gramos de azúcar glass.
En primer lugar vamos a preparar la compota.
Pelar las manzanas y partirlas en láminas finas o en cuadritos pequeños.
Poner al fuego un cazo con las manzanas cortadas, una cucharada sopera de azúcar y dos cucharadas soperas de agua.
Cocer hasta que las manzanas estén muy blanditas y casi deshechas, llevará unos 15 minutos.
Otra opción sería preparar la compota en el microondas, tal y como se indica en esta entrada: compota de manzana rápida en el microondas. El microondas es una opción muy rápida y cómoda cuando queremos preparar cantidades no muy grandes de compota.
Para prepararla en el micro poner la manzana troceada en un recipiente que pueda ir al micro. En este caso no ponemos nada de agua. Tapar y poner en el microondas al 75% de potencia. Programar inicialmente 3 minutos. Si todavía no están tiernas vamos programando intervalos de 30 segundos hasta que estén listas. Una vez que saquemos las manzanas del micro añadir el azúcar y remover bien.
A mí me gusta preparar la compota con antelación para que esté fría a la hora de preparar la trenza.
Mientras se prepara la compota pelar las nueces y partirlas en trocitos pequeños.
Extender la lámina de hojaldre sobre una hoja de papel de horno. Se puede usar la que trae el hojaldre.
Colocar la compota sobre el hojaldre y extender bien por toda la superficie. Si quedan trocitos enteros se puede aplastar con un tenedor antes de extenderla.
Repartir las pasas y las nueces troceadas sobre la compota.
Enrollar el hojaldre partiendo de un lado largo. Obtendremos un cilindro como el de la imagen.
Cortar el cilindro longitudinalmente a lo largo. Yo suelo hacerlo a lo largo del borde de hojaldre.
Normalmente se dejan unidas las dos mitades del hojaldre en un extremo, pero a mí muchas veces me resulta más cómodo separarlo totalmente.
Formar una trenza con las dos mitades del cilindro de hojaldre. Bueno, en realidad no es una trenza, porque solo tenemos dos cabos. Sencillamente vamos pasando cada mitad por encima de la otra hasta que queden enrolladas, procurando siempre que la parte abierta quede hacia arriba.
Separar la clara y la yema del huevo.
Batir la yema con una cucharada de agua y pincelar el hojaldre con esta mezcla.
La clara la usaremos para el glaseado.
Mientras se montamos la trenza precalentar el horno a 190 grados.
Pasar la trenza de hojaldre con su papel a una bandeja de horno y colocar en la parte central del horno.
Hornear hasta que el hojaldre esté bien dorado y hecho. Necesitará entre 30 y 40 minutos (en mi horno más bien cerca de los 40).
Cuando falte poco para acabar de hornear la trenza vamos a preparar el glaseado.
Poner en un bol la clara y batirla. Añadir el azúcar glass y continuar batiendo hasta que quede una mezcla uniforme.
Sacar la trenza del horno y pincelarla bien con el glaseado.
Poner de nuevo en el horno y cocer durante unos 8 minutos más.
Sacar del horno y dejar templar antes de partirla.
Servir cortada en rebanadas.
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