Patatas asadas rellenas de jamón y queso

Siempre me ha resultado fascinante la facilidad con la que se consiguen platos riquísimos con un alimento tan humilde como la patata. No hay mejor ejemplo que estas sencillas patatas asadas rellenas de jamón y queso, una auténtica delicia. Las patatas se asan enteras en el horno hasta que están tiernas. A continuación se vacían, se rellenan con jamón y queso y se vuelven a poner en el horno hasta que están doraditas. Sencillo y delicioso.

En esta receta las patatas se hornean en dos fases. En primer lugar las patatas enteras con su piel se hornean bien envueltas en papel de aluminio hasta que están blanditas. Para asarse necesitan un buen rato, dependerá del tipo de patata pero llevará alrededor de una hora, aunque no necesitan ninguna atención durante el horneado y se van haciendo poco a poco mientras nos dedicamos a otra cosa.

Así, simplemente asadas, sin rellenar ni nada están ya buenísimas, sin más que sazonarlas con un poco de sal y pimienta recién molida o mojarlas en nuestra salsa favorita. Con una simple mayonesa están estupendas, y acompañadas de una salsa tártara son todo un lujo.

Una vez que están bien asadas se abren y se vacían con ayuda de una cucharilla, dejando la piel entera y algo de patata (un centímetro o así) alrededor de la piel. Se añade jamón pasado por la sartén y un poco de queso a la patata que hemos extraído hasta formar un puré cremoso y se vuelve a rellenar la patata. Se cubre con más queso y se meten al horno por segunda vez para gratinarlas hasta que quedan bien doraditas.

Mi relleno preferido para las patatas asadas es también el más simple: jamón y queso, pero no es la única opción. Además de la alternativa de usar bacon en vez de jamón podemos poner un sofrito de cebolla o puerro, unas setas muy picaditas, con unas gambas conseguiremos una versión muy festiva, todo lo que se os ocurra. Eso sí, tened en cuenta que la cantidad de ingredientes extra que añadamos tiene que ser más bien pequeña para que el relleno entre de nuevo en el hueco de las patatas.

Pata rellenar se puede emplear cualquier tipo de patata. A mí me gusta emplear patatas que sean más bien grandecitas, entre 200 y 250 gramos por patata, para servir una patata por ración. Intento escogerlas redondedas, o al menos con forma más bien lisa, pero no es imprescindible, las patatas "feas" quedan igual de ricas en el horno. También podemos rellenar patatas más pequeñas, para usarlas como aperitivo o sirviendo más de una por ración. En este caso necesitarán algo menos de tiempo en el horno.

Ingredientes

• 4 personas.

• 4 patatas de tamaño mediano-grande (entre 200 y 250 gramos son ideales).
• 100 gramos de jamón en filetes o en taquitos. Puede sustituirse por bacon.
• 100 gramos de queso para gratinar.
• 4 cucharadas de leche (60 ml.).
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal y pimienta negra molida.

Preparación

Lavar bien las patatas bajo el grifo para eliminar toda la suciedad y la tierra que puedan tener. Yo tengo siempre en la cocina un cepillito de uñas que va genial para estos usos.

Pincharlas varias veces con un tenedor o la punta de un cuchillo, así evitaremos que estallen si se hincha la piel con el calor.

Poner un poco de sal en cada patata y frotarlas un poco con los dedos para distribuir la sal por toda la patata.

Cortar 4 trozos de papel de aluminio.

Envolver bien cada patata en un trozo de papel de aluminio, cerrando bien el paquetito para que no se escape el calor.

Mientras que preparamos las patatas precalentar el horno a 190 grados.

Poner las patatas envueltas en el papel de aluminio en el horno. Yo las pongo directamente sobre la bandeja colocada en la posición central, no es necesario colocarlas en una fuente.

Hornear hasta que estén hechas. El tiempo dependerá de la clase de patata y el tamaño y oscilará desde 50 minutos hasta una hora y 15 minutos más o menos. Para saber si están hechas pinchamos con un tenedor, que debería entrar con facilidad hasta el centro de la patata. Las mías tardaron casi 70 minutos, pero por experiencia con estas patatas sé que necesitan bastante tiempo en el horno. Tienen que quedar tiernas pero sin pasarse de cocción, ya que si están demasiado blandas se rompen con facilidad.

Cuando veamos que a las patatas les falta poco vamos a saltear el jamón. Se puede sustituir perfectamente por la misma cantidad de bacon. Yo lo salteo en la sartén, pero se podría pasar también por el microondas.

Partir el jamón en trocitos pequeños.

Poner al fuego una sartén con una gotita de aceite. Cuando se caliente añadir el jamón y saltearlo hasta que se vea doradito. Apartar del fuego y reservar.

Cuando las patatas estén hechas sacarlas del horno y colocarlas sobre la encimera.

Abrir los paquetitos con cuidado porque quema.

Con un cuchillo afilado cortar una tapa en cada patata. Retirar la piel de la tapa que hemos cortado y poner la patata en un bol.

Con ayuda de una cucharilla vaciar las patatas, con cuidado de no romper la piel. Vamos poniendo la patata que saquemos en el bol anterior. Se trata de hacer el hueco lo más grande posible pero sin retirar toda la patata, dejando una capa de patata como de un centímetro pegada a la piel.

Aplastar la pulpa de patata que hemos sacado con un tenedor, hasta que no queden trocitos enteros.

Añadir poco a poco la leche y mezclar bien hasta que quede una pasta homogénea, con una textura como un puré de patata.

Incorporar la mitad del queso rallado y el jamón picadito y salteado.

Añadir sal y pimienta negra molida al gusto. Tened en cuenta que el jamón suele ser salado, por lo que suele necesitar muy poquita sal.

Remover bien.

Rellenar los huecos de las patatas con el relleno. No cabe todo dentro de las patatas, se formará una montañita sobre cada patata.

Distribuir la otra mitad del queso rallado sobre las patatas.

Volver a poner las patatas en el horno. Se pueden poner en una fuente de horno o colocarlas sobre la bandeja con el papel de aluminio (sin envolverlas, claro).

Hornear 10-15 minutos con el gratinador encendido hasta que se dore el queso.

Servir recién sacadas del horno.