Un chocolate a la taza es siempre una opción deliciosa para un desayuno o merienda especial, pero es especialmente reconfortante estos días tan fríos. Miras por la ventana, ves ese montón de nieve tan poco habitual en Madrid y un chocolate bien caliente es lo mejor para entrar en calor. El chocolate con churros forma parte de los recuerdos más entrañables de mi infancia. Mi madre tenía una churrera (una metálica de la marca Bernar, por la de fotos que he visto en redes creo que era la más habitual) y algunos domingos preparaba chocolate con churros para desayunar. Todavía recuerdo con cariño esas mañanas cuando nos levantábamos y veíamos que estaba preparando chocolate. Los churros, preparados con esa misma churrera de mi infancia, forman parte del blog casi desde sus comienzos, pero inexplicablemente me había olvidado del chocolate. Así que aprovechando estos días de Navidad preparamos un rico chocolate con churros para merendar voy a subsanar el olvido. Como más me gusta el chocolate es con unos churros, pero no es la única opción, están buenos con cualquier acompañamiento: un trozo de roscón ahora en navidad, pan tostado, lo que más os guste para disfrutar de un chocolate a la taza bien calentito.
Existen dos variedades fundamentales del chocolate a la taza:
- Chocolate a la francesa: Elaborado con leche, es el que habitualmente solemos preparar en casa. Espeso y cremoso.
- Chocolate a la española: Elaborado con agua en lugar de leche, menos cremoso y más ligero.
Yo reconozco que sin lugar a dudas prefiero el chocolate a la francesa, con leche.
¿Qué chocolate se usa para el chocolate a la taza?
El chocolate a la taza se puede preparar con cualquier tipo de chocolate sin leche, no es necesario usar del que viene etiquetado en la tableta como "a la taza". En mi casa tradicionalmente se usaba siempre este tipo de chocolate pero si miramos la etiqueta veremos que no es más que un chocolate normal, que muchas veces tiene una menor proporción de cacao que un buen chocolate negro o de cobertura, bastante azúcar y un espesante añadido para que el chocolate quede más denso. El chocolate queda perfecto con cualquier variedad de chocolate negro, con la ventaja de que tenemos más posibilidades para elegir el tipo de chocolate y la proporción de cacao que más nos guste. Yo suelo emplear chocolate de cobertura, del que normalmente se emplea para los postres y queda fenomenal, un poco menos espeso, pero si nos gusta con más cuerpo basta con añadir un poquito de maicena.
Con chocolates del 70% o 80% de cacao sale un chocolate a la taza increíble, pero solo apto para fanáticos del chocolate. Para la mayoría de la gente resultará un poco fuerte, aunque también es verdad que se podría reducir un poco la cantidad de chocolate que se pone en la receta.
Algunas notas sobre el chocolate a la taza:
- Yo no pongo nunca azúcar al chocolate a la taza, para mi gusto tiene que ser poco dulce y además habitualmente lo que mojamos en el chocolate ya es bastante dulce, pero para los más golosos se puede añadir un poco de azúcar, 50 gramos (3 cucharadas colmadas) sería una buena cantidad para un litro de leche. Se añade a la leche al principio, cuando se pone a calentar.
- Se puede aromatizar el chocolate añadiendo un palito de canela o una vaina de vainilla a la leche cuando la ponemos a calentar. El chocolate combina muy bien con multitud de especias, pero estas dos son las que mejor van con el chocolate a la taza clásico.
- Lo más clásico es servir el chocolate a la taza sin nada encima. A mí además me parece incómodo para mojar si lleva nada. Pero si os gusta se puede decorar con un montoncito de nata montada, que también está muy rico, más si se espolvorea con un poquito de canela.
- Si nos gusta el chocolate muy espeso se puede añadir un poco de maicena disuelta en leche fría un poco antes de finalizar la cocción. Los chocolates hechos específicamente para hacer a la taza ya llevan harinas añadidos y por eso espesan más.
- A mí me gusta prepararlo con chocolate de tableta, pero el chocolate a la taza se puede preparar también con cacao en polvo. Personalmente no me gustan mucho los preparados que vienen etiquetados como instantáneo o rápido, prefiero las variedades que se preparan de forma clásica, añadiendo el cacao en polvo a la leche mientras se calienta. La cantidad necesaria y la forma de añadirlo a la leche varían según las marcas, por lo que es conveniente revisar las instrucciones en el envase.
- Si sobra chocolate se puede recalentar fácilmente en un cazo al fuego o en el microondas. Al volverlo a calentar puede espesar un poco, en este caso bastaría con añadirle un poquito más de leche y remover bien.
Algunas sugerencias para acompañar el chocolate:
- Churros. La opción más clásica, ya sea churros o porras.
- Pan, mejor si es un poco tostado.
- Roscón de Reyes. Una opción muy navideña.
- Suizos. Otro clásico para acompañar el chocolate.
- Cualquier galleta, bollo o bizcocho que os guste, mejor si no suelta muchas migas.
- 4 personas.
- 1 litro de leche.
- 300 gramos de chocolate sin leche. Yo empleo chocolate de cobertura.
- Una cucharadita de maicena para espesar el chocolate si es necesario (opcional).
Poner a calentar la leche en una cazuela.
Añadir el chocolate. Normalmente basta con trocearlo por las marcas que tenga el chocolate, no hace falta picarlo fino con el cuchillo.
Remover bien con una cuchara de madera o unas varillas hasta que el chocolate esté completamente disuelto.
Cuando el chocolate comience a hervir apartar un momento del fuego.
Volver a poner al fuego.
Si nos gusta que quede más espeso desleír la maicena en un poco de leche fría (hay que disolverla en leche fría, si se añade al chocolate caliente hará grumos) y añadirla al chocolate.
Cuando comience a hervir de nuevo apartar del fuego.
Servir inmediatamente acompañado de unos churros, picatostes, lo que más os guste.
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