Trenza de hojaldre con chocolate

Esta trenza de hojaldre con chocolate es casi como los bocadillos de pan con chocolate que comíamos de pequeños, pero con hojaldre en vez de pan. Una versión de lujo, crujiente y con una forma muy elegante y atractiva, ideal para servir acompañando al café en la merienda o después de una comida. A pesar de su bonita forma es muy sencilla de realizar, la tendremos lista en apenas media hora. Si además le añadimos unos frutos secos el éxito está garantizado.

Una de las cosas que más llama la atención de esta trenza de hojaldre con chocolate es el vistoso trenzado de la superficie. Como sucede tantas veces con este tipo de trenzados, ya sea con hojaldre o con masas levadas, a pesar de lo vistoso de la forma son preparaciones muy simples de formar. Con muy poquito esfuerzo y una técnica sencilla conseguimos una presentación espectacular.

La forma de montar el hojaldre es sencilla y se explica con detalle en la receta, pero si os parece más cómodo ver un vídeo hace tiempo publiqué una trenza de hojaldre rellena de manzana hecha con esta misma técnica que incluía un vídeo con todo el proceso de montaje. A partir del minuto 2:30 más o menos podéis ver todo con detalle todo el proceso para cortar y formar el hojaldre.

El relleno de la trenza es lo más sencillo que podamos imaginar: chocolate troceado. Se pueden añadir también unos frutos secos, pero básicamente es chocolate.

El chocolate se trocea hasta conseguir trocitos muy pequeños, picándolo con un cuchillo sobre la tabla de cortar.

El chocolate se funde en el horno, pero al volver a enfriarse se endurece de nuevo, como si fuera una tableta de chocolate bastante irregular, aunque queda mucho más blando y fácil de morder.

Se puede preparar la trenza con cualquier tipo de chocolate. Yo lo preparo siempre con chocolate de cobertura, pero más que nada por un tema de gustos personales. Se puede hacer perfectamente con chocolate con leche, de hecho he visto versiones de esta receta que ponen directamente una tableta entera de chocolate con leche entre el hojaldre, sin trocearla. Si lo van a comer niños puede ser una buena opción prepararlo con chocolate con leche, normalmente les gusta más porque es más suave, aunque a mi por ejemplo desde pequeña me ha gustado siempre más el chocolate negro.

No he probado a prepararla nunca con pepitas de chocolate. A priori parecen una buena opción que nos evitaría tener que picar el chocolate, pero lo cierto es que no todas las pepitas funden igual de bien. Algunas tienden a retener la forma incluso cuando se funden, porque normalmente las usamos para conseguir pequeñas áreas de chocolate fundido en la mesa, lo que puede hacer que el resultado no quede muy uniforme en preparaciones como esta en las que no removemos el chocolate mientras se funde.

De todos modos trocear el chocolate es sencillo, con un cuchillo grande se hace con facilidad.

Podemos añadir a la masa unos frutos secos. Yo le suelo añadir unas nueces, aunque la verdad es que tengo tendencia a añadir nueces a cualquier postre en el que puedan pegar. Podemos usar también avellanas, que combinan genial con el chocolate, o almendras. Los frutos secos son opcionales, pero el toque crujiente queda genial en la trenza.

Con una trenza elaborada con una plancha de hojaldre salen 6 raciones generosas o 8 raciones más pequeñas pero con un tamaño adecuado para acompañar al café.

La trenza se mantiene en perfecto estado 2 o 3 días. Cómo solo va rellena de chocolate se mantiene a temperatura ambiente, sin necesidad de nevera, lo que hace que el hojaldre se mantenga crujiente más tiempo, en la nevera tiende a ablandarse. Además como el relleno es muy seco tampoco humedece el hojaldre.

Ingredientes

• 6-8 personas.

• Una lámina de hojaldre rectangular.
• 125 gramos de chocolate de repostería (se puede usar también chocolate con leche).
• 50 gramos de nueces o cualquier otro fruto seco (opcional).
• Un huevo para pintar la masa.
• Un pellizco de sal.
• Azúcar para espolvorear la masa.

Preparación

Extender la lámina de hojaldre sobre la encimera, colocándola sobre una hoja de papel de horno antiadherente. Se puede usar perfectamente la que trae el hojaldre.

La masa que yo uso es cuadrada, de 30 x 30 centímetros. Si es rectangular la colocamos con el lado más corto hacia nosotros, como si fuera un folio.

Dividir la masa en 3 tiras iguales, pero sin cortarla, solo marcando la división para que nos sirva de guía. En mi caso como la masa tiene 30 centímetros cada tira tiene 10 centímetros de ancho. Para marcarla se puede doblar la masa y volver a desdoblarla, hacer una marca muy superficial con el cuchillo o como en mi caso marcarla apretando un poco con el canto de la regla que he usado para medir.

Hacer un corte de 2 centímetros en la masa en los dos extremos de las dos líneas de división que hemos marcado. Con este trozo de masa formaremos 2 "tapetas" que doblaremos debajo de las tiras cruzadas para cerrar la trenza y evitar que se salga el relleno.

Dividir la masa que queda entre los cortes en tiras cortadas un poco en diagonal. Se puede hacer cualquier número de tiras, siempre que hagamos las mismas (y del mismo tamaño) en los dos lados, pero a mi me gusta hacer 12 tiras. Como quedan 26 centímetros de masa entre los dos cortes cada una tiene un poquito más de 2 centímetros de ancho (exactamente 2,16 centímetros).

Yo para asegurarme de que me salen todas las tiras igualitas mido primero la masa y voy haciendo unos puntitos en el hojaldre con un palillo en los puntos donde habría que cortar la masa, así si nos equivocamos como solo hay un puntito podemos rectificar antes de cortar sin que se note. En la dos divisiones centrales marcaremos puntos cada 2,1 centímetros en los 26 centímetros que quedan entre las 2 tapetas. Marcaremos también puntitos en los bordes laterales de la masa. En este caso empezaremos por la esquina inferior y marcaremos 12 divisiones de 2,1 centímetros. Nos sobrarán en la parte de arriba 4 centímetros de masa.

Una vez que tenemos marcados los puntos cortar la masa para hacer las tiras utilizando como guía los puntos. Se hace muy bien con un cuchillo con buen filo o con la rasqueta de panadero.

Retirar los trozos de hojaldre sobrantes en las cuatro esquinas. La plancha quedaría como se ve en el dibujo.

Partir el chocolate en trozos y colocarlo sobre la tabla de cortar. Con ayuda de un cuchillo grande y afilado picar el chocolate hasta que quede partido en trocitos pequeños.

Si usamos nueces pelarlas y partiras en trozos menudos. Si ponemos avellanas o almendras se pueden dejar enteras.

Repartir el chocolate picado por toda la banda central del hojaldre, dejando libres las dos tapetas de 2 centímetros que hemos cortado en los extremos. Al picarlo hay parte del chocolate que queda casi hecho polvo, lo ponemos también.

Repartir los frutos secos sobre el chocolate, si los usamos.

Ahora vamos a cerrar la trenza.

Doblar las dos tapetas sobre el relleno.

Coger la primera tira de la izquierda (la más alejada de nosotros) y doblarla sobre el relleno. Cubrirá casi entera la tira central y debe quedar un poco inclinada. Doblar de la misma forma la primera tira del lado derecho, que se solapará con la anterior.

Continuar doblando las tiras de la misma forma, alternando una de cada lado.

Al llegar a las 2 tiras finales nos aseguramos de que la tapeta quede debajo de las tiras.

Cascar el huevo en un plato hondo o un bol.

Añadir un pellizco de sal y una cucharada de agua y batir como para tortilla.

Pintar toda la superficie de la trenza con el huevo batido.

Espolvorear un poco de azúcar por toda la superficie de la trenza. He usado algo más de una cucharada sopera.

Mientras que montamos la trenza precalentar el horno a 190 grados, con calor arriba y abajo.

Colocar la trenza con el papel sobre una bandeja de horno.

Colocar la bandeja con la trenza en la parte central del horno.

Hornear durante unos 30-35 minutos, hasta que el hojaldre esté dorado. Si pasado ese tiempo vemos que aún no está dorado lo dejamos 5 minutos más.

Sacar del horno y dejar que se temple un poco antes de cortarlo.

Cortar en tiras para servir.