Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

El invierno es época de cítricos y me encanta usarlos en toda clase de recetas de repostería. Hace unos días vi las semillas de amapola en el armario y pensé en hacer algo con ellas. Es frecuente emparejar las semillas de amapola con limón, una combinación que casa de maravilla, y pensé que no quedarían mal tampoco con la naranja, y así surgieron estas magdalenas de naranja y semillas de amapola, que han resultado todo un éxito, con un suave sabor a naranja y el crujiente que aportan las diminutas semillas de amapola esparcidas por la masa.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Suelo decir a menudo que encantan las magdalena, me declaro una fan absoluta de estos pequeños bizcochitos, creo que tiene una forma y un tamaño perfectos para acompañar un café y el hecho de que ya vengan en porciones individuales sin necesidad de cortarlas las hace muy cómodas. Además son muy versátiles y admiten multitud de versiones, que se amplían aun más si incluimos en la misma categoría a las madeleines francesas y a los muffins, esos primos americanos que parecen magdalenas grandotas, aunque no sean exactamente iguales.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Una de las cosas que distingue a nuestras magdalenas es su clásico copete. Para conseguirlo debemos seguir una serie de sencillos consejos a la hora de preparar las magdalenas. Para conseguir un copete más alto la masa deberá estar muy fría cuando metamos las magdalenas al horno, que tendrá que estar precalentado a una temperatura bastante alta. Si tenemos tiempo lo ideal es poner la masa en la nevera al menos durante un par de horas antes de llenar los capacillos de papel. Puede dejarse perfectamente toda la noche en la nevera.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Para facilitar la creación del copete es también buena idea meter los moldecitos de papel dentro de un contenedor más rígido. Aunque las magdalenas se pueden preparar poniendo los moldes de papel directamente sobre la bandeja del horno como son muy blanditos tienden a abrirse hacia los lados y las magdalenas crecen menos. Si los ponemos dentro de un contenedor más rígido como no pueden abrirse hacia los lados la masa no tendrá más remedio que crecer hacia arriba, creando nuestro deseado copete. Mis opciones preferidas son los moldes de silicona y especialmente las bandejas metálicas para magdalenas, con compartimentos en los que poner los papelitos llenos de masa.

Hace tiempo recopilé todos los trucos para obtener un copete alto y vistoso en este post: magdalenas de Xavier Barriga.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Las semillas de amapola son de color entre gris oscuro y negro y un tamaño diminuto, parecen puntitos. Su sabor es ligeramente dulzón y aunque en preparaciones como esta en la que se incorpora muy poca cantidad (hay unos 20 gramos para 16 magdalenas) queda muy matizado las diminutas semillitas aportan a la masa además del bonito moteado un toque crujiente que resulta muy agradable.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Para esta receta se emplea tanto zumo como ralladura de naranja. Se emplean 120 ml. de zumo, que es más o menos el zumo de una naranja grande. Si la naranja tiene algo más de zumo se puede añadir a la receta, si sale menos se podría completar con un poco de leche hasta los 120 ml. para que le masa no quede demasiado espesa. Como siempre que usamos la ralladura y el zumo de un cítrico es preferible rallar primero la cáscara y exprimirla a continuación, y como siempre procurad no rallar la parte blanca que hay debajo de la capa naranja, ya que dará un toque amargo.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Con las cantidades de esta receta me han salido 16 magdalenas. Dependiendo del tamaño de vuestros moldes y lo que se llenen saldrán alguna más o menos.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Ingredientes
  • 14-16 magdalenas.
  • 250 gramos de harina.
  • 3 huevos.
  • 180 ml (unos 165 gramos) de aceite de oliva suave (puede usarse aceite de girasol).
  • 175 gramos de azúcar.
  • 120 ml. de zumo de naranja (el zumo de una naranja grande).
  • La ralladura de una naranja.
  • 8 gramos (1/2 sobre) de levadura de repostería.
  • Un pellizco de sal.
  • 20 gramos de semillas de amapola (algo más de una cucharada sopera colmada).

Magdalenas de naranja y semillas de amapola
Preparación

Poner en un bol los huevos y el azúcar.

Batir con unas varillas hasta que esté espumoso.

Rallar la cáscara de la naranja procurando no coger la parte blanca, ya que amarga, y añadir al bol. Añadir también el zumo de la naranja.

Batir bien.

Incorporar el aceite y mezclar bien hasta que esté completamente incorporado.

Poner en otro bol la harina, la levadura y un pellizco de sal. Dar unas vueltas para que se mezcle bien.

Añadir la harina al primer bol, mejor si se hace a través de un tamiz o un colador para que no haya grumos.

Mezclar con una cuchara o una lengua de cocina pero sin trabajar demasiado la masa, lo justo para que no se vea harina suelta.

Añadir las semillas de amapola y mezclar un poco más para que se distribuyan de manera uniforme.

A las magdalenas les va muy bien que la masa esté muy fría cuando entra al horno, así suben mejor, por lo que si tenemos tiempo se puede poner la masa un rato en la nevera, una hora como mínimo para que se enfríe bien, aunque también la podemos dejar toda la noche.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Poner las cápsulas de papel sobre la encimera o dentro de los huecos de un molde para magdalenas de metal.

Rellenar las cápsulas de magdalenas hasta los dos tercios de su capacidad. Resulta comodísimo emplear la cuchara de hacer bolas de helado, más rápido y limpio que una cuchara sopera o el cazo. La manga pastelera con una boquilla lisa grande también es buena opción.

Mientras preparamos las magdalenas precalentar el horno a 200 grados.

Poner las magdalenas en la parte central del horno, con calor arriba y abajo.

Hornear durante 22 minutos, hasta que suban y estén doraditas, sin abrir el horno en ningún momento.

Sacar las magdalenas del horno y ponerlas sobre una rejilla hasta que se enfríen. Si las hemos horneado en una bandeja de magdalenas o en cápsulas de silicona las sacamos antes de colocarlas sobre la rejilla para que no se humedezcan.

Magdalenas de naranja y semillas de amapola

Si horneamos las magdalenas en 2 tandas (en mi bandeja solo caben 12) repetir el proceso para la segunda tanta.

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