Estos días de otoño tan lluviosos tienen un lado positivo, y es que con el frío apetece encender el horno para preparar alguna receta de repostería. Así llegaron estos muffins de limón para alegrarnos desayunos y meriendas. Son un híbrido entre muffin y magdalena, con un vibrante sabor a limón y cubiertos de una capa de streusel, una masa suelta como de galletas desmenuzadas que da a la superficie un toque crujiente muy rico.
Los muffins de limón son casi un híbrido entre un muffin y nuestras clásicas magdalenas. El uso de aceite en vez de mantequilla y la forma de prepararlos, mezclando primero los huevos, el azúcar y el aceite y añadiendo a continuación la harina, es la forma habitual de preparar las magdalenas, pero al añadirles el streusel sobre la masa no suben en el horno y se quedan bajitas, sin copete, que para mi es una de las señas de identidad de las magdalenas, por lo que al final he preferido etiquetarlos como muffins.
Estos muffins van cubiertos con una capa de streusel. El streusel es una masa de textura arenosa a base de harina, mantequilla y azúcar con la que se puede cubrir antes de hornear la superficie de diversas preparaciones de repostería, como bizcochos o muffins. Es una masa en cierto modo similar a la que se emplea para hacer galletas de mantequilla o la base de las tartas, pero en vez de apretarla para que quede más cohesionada y mantenga la forma se deja suelta. Al hornear queda una textura crujiente, casi como de galletas o de masa de tarta desmigadas. He intentado encontrar un vocablo en español equivalente al término streusel, pero he fracasado totalmente en el intento. En el listado de ingredientes lo he nombrado como crujiente de galleta, pero tampoco acaba de convencerme mucho, la verdad.
La preparación del streusel es muy sencilla. Simplemente se ponen todos los ingredientes en un bol y se mezclan hasta obtener un masa con aspecto de arenoso, como de migras gruesas. Yo suelo empezar mezclándola con un tenedor, hasta que no se ve mantequilla suelta, luego la termino de mezclar bien pellizcándola con los dedos, como cuando se prepara la masa quebrada. Estas migas gruesas se distribuyen sobre la superficie de los muffins antes de meterlos en el horno.
La capita de streusel da a la superficie de los muffins una textura muy rica, pero como pesa los muffins no subirán en el horno, se quedan bastante planitos. Si os gustan los muffins o las magdalenas con copete es preferible prescindir de la cobertura de streusel.
En esta receta se emplea buttermilk. El buttermilk es suero de leche, tradicionalmente era el suero que quedaba después de hacer mantequilla, aunque muchas de las versiones actuales son lácteos fermentados a propósito para hacer buttermilk. Tiene un sabor ligeramente ácido y se usa con frecuencia en la repostería americana porque con él se obtienen bizcochos más esponjosos.
En España no es fácil encontrarlo en el supermercado, pero se puede obtener un sustituto que da buen resultado en las recetas de repostería simplemente mezclando leche con una cucharada de zumo de limón o preferiblemente de vinagre. Al añadir el ácido la leche se corta y la textura se vuelve ligeramente más espesa, como si fuera un yogur muy, muy líquido. La primera vez que se usa lo de añadir vinagre da un poco de miedo, pero al reaccionar con la leche no se percibe sabor a vinagre en las masas.
La masa emplea tanto levadura como bicarbonato para lograr volumen en el horno. El uso de bicarbonato es habitual en la repostería americana en las recetas que llevan buttermilk, ya que el bicarbonato reacciona con el ácido produciendo gas, lo que ayuda a que las masas tenga más volumen.
Con las cantidades de la receta salen 16-18 magdalenas con los tamaños de moldes de magdalenas típicos. Si se emplean moldes de muffin, que suelen ser más grandes, saldrán unos 12.
- 16-18 magdalenas.
- 250 gramos de harina.
- 2 huevos grandes.
- 125 ml. de aceite de oliva suave o de girasol.
- 150 ml. de buttermilk (o leche con una cucharada de vinagre).
- 125 gramos de azúcar.
- La ralladura de 2 limones.
- 75 ml. de zumo de limón (un limón y medio o dos limones, según tamaño).
- 8 gramos (medio sobre) de levadura de repostería.
- Media cucharadita de bicarbonato (opcional).
- Media cucharadita de sal.
- 45 gramos de harina.
- 45 gramos de azúcar.
- 45 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
Si vamos a emplear buttermilk casero poner en un bol 150 ml. de leche y añadir una cucharada de vinagre. Remover bien y dejar reposar 5-10 minutos antes de usarlo.
Colocar los papelillos de magdalena en una bandeja de magdalenas, dentro de moldes de silicona o sobre una bandeja.
Vamos a preparar el primer lugar el crujiente de galleta (streusel) con el que cubriremos los muffins.
Poner en un bol la harina, el azúcar y la mantequilla, que deberá estar blandita pero sin estar fundida.
Trabajar con ayuda de un tenedor o pellizcando con los dedos hasta obtener una masa arenosa sin cohesionar, como una masa de galleta pero sin estar unida.
Poner en un bol los huevos, el azúcar, el aceite y la ralladura de los dos limones.
Batir hasta que esté bien mezclado.
Añadir el buttermilk y el zumo de limón, batiendo hasta que esté bien mezclado después de añadir cada uno de ellos.
Poner en otro recipiente la harina, la sal, la levadura y el bicarbonato. Remover para que se mezclen de manera uniforme.
Añadir la harina al primer bol, mejor si lo hacemos a través de un tamiz o un colador.
Mezclar lo justo para que no se vea harina suelta, sin batir en exceso.
Verter la masa en los capacillos de magdalenas, llenándolos solo hasta los dos tercios de capacidad. Si tenéis una cuchara de hacer bolas de helado son estupendas para llenar las magdalenas.
Con los moldes de magdalena que se usan normalmente en España salen unas 18 piezas. Mi bandeja de magdalenas tiene 12 huecos, por lo que sobra masa para una segunda tanda.
Repartir el crujiente de galleta sobre las magdalenas.
Mientras se prepara la masa precalentar el horno a 190 grados.
Poner la bandeja con las magdalenas en la parte central del horno.
Hornear hasta que al pinchar con un palillo en el centro salga seco, necesitarán entre 23-25 minutos.
Sacar la bandeja del horno y dejar reposar sobre una rejilla.
Si empleamos una bandeja de magdalenas sacar las magdalenas y dejarlas sobre la rejilla, si las dejamos en la bandeja se humedecerán al condensarse la humedad.
Si nos había sobrado masa hornear otra tanda de magdalenas de la misma forma.
Se ven muy deliciosos, gracias por compartir la receta.
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