Desde que era pequeña siempre me han encantando los boquerones, que en mi casa solían denominarse anchoas. Además de estar muy ricos son un pescado cómodo de comer, con piezas pequeñitas que pueden cogerse con los dedos y sin raspas molestas, solo con la espina central. Me gustan preparados de todas las maneras posibles, mis preferidos son sin duda los boquerones en vinagre, pero me gustan mucho también fritos, ya sea simplemente enharinados o rebozados. Una de las recetas con boquerones que más repetimos en casa últimamente son estos boquerones al limón, una receta muy típica de Andalucía en la que se fríen abiertos en mariposa, sin espina, después de marinarlos un rato en limón. Recién sacados de la sartén, doraditos, crujientes y con el sabor del adobo son una auténtica delicia.
Para preparar los boquerones al limón los boquerones se abren "en mariposa", eliminando la espina central y dejando los dos lomos unidos, igual que se hace en estos boquerones rebozados, sólo que en este caso los boquerones no se rebozan, únicamente se pasan por harina, como en los clásicos boquerones fritos.
El adobo que se utiliza para marinar estos boquerones es muy simple: un par de dientes de ajo, perejil y bastante zumo de limón. Yo uso dos dientes de ajo, pero si queréis que quede todavía más suave se puede poner solo uno. Los boquerones cubiertos con esta marinada se dejan reposar en la nevera durante una hora.
La parte más laboriosa de esta receta es la tarea de limpiar de los boquerones. No es complicado pero lleva un ratillo. En muchas pescaderías se puede pedir que nos limpien los boquerones. Normalmente eliminan la cabeza y las vísceras, para esta receta tendremos luego que terminar de abrir los lomos y eliminar la espina, pero ya es una gran ayuda que nos den la mitad del proceso hecho. A mi me resulta fascinante ver la facilidad y rapidez con que los limpian.
La mayoría de las veces sirvo esta receta como segundo plato, ya sea en la comida o en la cena, pero recién sacados de la sartén son también una delicia como aperitivo para picotear.
- 4 personas.
- 600 gramos de boquerones.
- El zumo de 2 limones.
- 2 dientes de ajo.
- Unas hojitas de perejil.
- Sal.
- Aceite de oliva para freír.
Vamos a empezar limpiando los boquerones.
En mi opinión lo más cómodo es hacerlo en el fregadero.
Quitar en primer lugar la cabeza y las tripas. Se hace simplemente con las manos, no se necesita ningún tipo de tijera o cuchillo, se sujeta el boquerón con la mano izquierda y con la derecha se dobla la cabeza hacia la tripa del pescado, haciendo un poco de presión con el pulgar en la parte trasera. Al separar la cabeza saldrán las tripas con facilidad.
Abrir el boquerón completamente por la mitad, haciendo presión con el dedo a partir de la parte abierta de la tripa. Retirar la espina con cuidado de que no se separen los dos lomos.
Aclarar los boquerones con agua fría en abundancia, hasta que salga completamente limpia. Se pueden ir lavando según se limpian o lavarlos todos al final. Hay que tener un poquito de cuidado con la presión del chorro de agua, si es muy fuerte puede separar los lomos.
Según vamos aclarando los boquerones los colocamos bien estirados y ordenaditos en capas en una fuente.
Poner los dos dientes de ajo y el perejil cortado menudo en el mortero. Añadir la sal para evitar que el ajo "salte" al majarlo.
Majarlo hasta formar una pasta.
Añadir el zumo de los dos limones y remover bien para disolver el majado de ajo y perejil.
Si se prefiere en vez de majar el ajo y el perejil se pueden picar muy menudos y añadirlos al zumo de limón, junto con un pellizco de sal.
Verter el zumo de limón sobre los boquerones.
Tapar la fuente con papel de film y dejar reposar en la nevera durante una hora.
Poner al fuego una sartén con aceite de oliva en abundancia para freír los boquerones. Como son muy planitos necesitarán dedo y medio de aceite más o menos.
Colocar sobre la encimera un plato con harina y otro cubierto con papel de cocina.
Coger con cuidado cada boquerón, escurriendo el adobo, y pasarlo por harina, sacudiéndolos un poco para eliminar el exceso de harina.
Poner los boquerones por tandas en la sartén con el aceite bien caliente, de modo que queden en una sola capa y no se amontonen. Necesitarán apenas un par de minutos por cada lado.
Cuando estén doraditos sacarlos de la sartén y colocarlos en el plato que teníamos preparado con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Continuar de la misma manera hasta freír todos los boquerones.
Servir inmediatamente.
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