Muffins de avena

Muffins de avena

La avena es un cereal con unas propiedades nutricionales muy interesantes y que además de consumirse en crudo se emplea habitualmente para elaborar cereales de desayuno, galleta y otros productos de repostería, como estos muffins de avena, con mucho cuerpo, una textura densa y muy rica y un sabor fantástico, especialmente si añadimos unos trocitos de chocolate, frutas desecadas o frutos secos.

Muffins de avena

La avena no es un cereal demasiado popular en España, más allá de su uso en granolas y otros cereales de desayuno para adultos. Es una pena porque es un cereal muy interesante desde el punto de vista nutricional. A mi personalmente me gusta su sabor y forma parte de mis desayunos con bastante frecuencia. En crudo, simplemente añadida a la leche, puede ser un cereal un poco "árido", pero si la dejamos un rato en remojo en la leche hasta que se ablande su textura resulta muy agradable. Para ablandarla se puede cocer como en la receta tradicional de porridge, aunque si se deja toda la noche en la nevera empapada en leche se consigue también una textura suave y muy rica sin ningún esfuerzo. Es comodísimo, se pone por la noche la avena en la nevera en una taza llena de leche y al levantarnos por la mañana estará lista para desayunar, sólo necesitaremos pasarla por el micro si la preferimos caliente.

Muffins de avena

En supermercados y herbolarios podemos encontrar habitualmente dos variedades de avena, la tradicional con los copos de avena enteros (los que compro yo vienen etiquetados como integrales) y una versión en la que los copos están cortados en trocitos más pequeños (la marca que yo compro los etiqueta como suaves). Los cortados tienen la ventaja de que necesitan menos rato para ablandarse, aunque para mi gusto se ablandan demasiado si se dejan mucho rato en la leche (reconozco que soy un pelín rarita para las texturas), por lo general prefiero los enteros. Hay una tercera variedad de copos de avena rápidos que han sido precocidos para que tarden menos a hacerse, pero como no son un producto popular en España no son tan fáciles de encontrar en el súper.

Para preparar los muffins podemos emplear cualquiera de las dos variedades de avena, la entera o la que viene partida. Es importante no saltarse el primer paso de la receta y dejar que la avena se hidrate al menos 10 minutos en la leche, especialmente si usamos copos enteros. El reposo hará que su textura sea mucho más suave y agradable. Los 10 minutos serían el tiempo mínimo de remojo, no pasa nada si se deja más rato.

Muffins de avena

Estos muffins se hornean empleando la misma técnica de dos temperaturas que se emplea con las magdalenas. Los muffins se meten al horno a una temperatura alta, unos 220 grados, que hace que suban rápidamente. Aunque use la bandeja para magdalenas para hornearlas me gusta calentar el horno con la bandeja de horno en la parte central y colocar la bandeja de magdalenas sobre la bandeja caliente. El calor adicional de la bandeja también ayuda a que suban. Las magdalenas se hornean a alta temperatura durante unos 7 minutos. A continuación se baja la temperatura a 180 grados, lo que permite que el interior de termine de cocerse correctamente (hay que tener en cuenta que estas son bastante densas) sin quemarse.

Horneo siempre los muffins y magdalenas en una bandeja de magdalenas con 12 cavidades. Además de facilitar la tarea de meterlos y sacarlos del horno como con la bandeja las cápsulas de papel no pueden abrirse hacia los lados suben mucho mejor.

Muffins de avena

Podemos añadir diversos "tropezones" a la versión básica de estos muffins: pepitas o trocitos de chocolate, nueces troceadas o cualquier otro fruto seco, pasas, orejones troceados, o una combinación de varios de los anteriores. Las de las fotos llevan pepitas de chocolate, que reconozco que es mi versión preferida.

Con las cantidades de la receta salen entre 12 y 16 muffins horneados en cestillos de magdalena. La cantidad depende del tamaño de los cestitos y de si añadimos tropezones o no.

Muffins de avena

El otro día tuvimos un interesante debate sobre estos muffins, o más bien sobre su nombre. Una parte sostenía que deberíamos llamarlos magdalenas, que emplear la palabra muffin es innecesario cuando tenemos una palabra en nuestro idioma que los define perfectamente, pero la otra parte argumentaba que aunque son parecidos a las magdalenas no son exactamente magdalenas, por lo que sería correcto emplear muffin. ¿Vosotros qué opináis?

Muffins de avena

Ingredientes
  • 12-16 muffins.
  • 120 gramos de harina de todo uso.
  • 170 gramos de avena.
  • 240 ml. de leche.
  • 80 ml. de aceite de oliva.
  • 110 gramos de azúcar moreno.
  • 2 huevos grandes.
  • Una cucharadita y media de levadura de repostería.
  • Media cucharadita de bicarbonato.
  • Media cucharadita de sal.
  • Media cucharadita (colmada) de canela en polvo.
  • 80-100 gramos de pepitas de chocolate, pasas, nueces partidas, etc.. (opcional).
  • Copos de avena o azúcar para decorar los muffins (opcional).

Muffins de avena
Preparación
Muffins de avena

Poner en un bol grande los copos de avena y la leche.

Remover bien y dejar reposar al menos durante 10 minutos para que la avena se hidrate.

Es importante no saltarse este paso, especialmente si usamos copos de avena enteros. Si dejamos que se hidrate un rato en la leche la avena se ablandará y la textura de los muffins será mucho más agradable.

Poner en otro bol más pequeño la harina, la levadura, bicarbonato, sal y la canela en polvo.

Remover un poco para mezclarlo de forma uniforme.

Añadir el azúcar, el aceite y los huevos batidos al bol con la avena, mezclando bien después de añadir cada ingrediente.

Incorporar la mezcla de harina y remover hasta que no se vea harina suelta.

Si vamos a poner tropezones añadir a la masa y remover para que se distribuyan de forma uniforme.

Muffins de avena

Precalentar el horno a 220 grados. Para las magdalenas me gusta situar la bandeja en la posición media y colocar luego la bandeja de las magdalenas sobre la bandeja, no sobre la rejilla.

Si usamos bandeja de magdalenas poner una cápsula de papel en cada hueco. En otro caso colocar sobre la encimera o sobre una bandeja de horno 12-14 cápsulas.

Verter la masa en las cápsulas de magdalena, llenándolas hasta los tres cuartos de su capacidad más o menos. La cuchara de hacer bolas de helado es muy cómoda para llenar las cápsulas, yo lo había visto en algún vídeo pero no le hice mucho caso, hasta que un día lo probé y la verdad es que es la forma más sencilla de llenar los papelitos.

Se puede poner en la superficie de cada magdalena unos copos de avena o un poco de azúcar para decorar.

Poner la bandeja de magdalenas (o las cápsulas sueltas) sobre la bandeja de horno, en la parte media del horno.

Hornear durante 7 minutos. Bajar la temperatura a 180 grados y seguir horneando 14-15 minutos más (yo las tengo unos 23 minutos en total). La superficie debería estar doradita. Yo las pruebo como los bizcochos, pinchando con un palillo en el centro de una magdalena para comprobar que sale limpio.

Sacar las magdalenas del horno y colocarlas sobre una rejilla. Si las hemos horneado en bandeja de magdalenas las dejamos unos 10 minutos y luego las sacamos de la bandeja, para evitar que se humedezcan.

Dejar que se enfríen del todo en la rejilla.

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