La panna cotta de turrón es una opción perfecta para servir como postre esta Navidad. Y también es una excelente receta de aprovechamiento para usar los restos de turrón que queden al acabar las fiestas. Una panna cotta de turrón de Jijona (el blando) sencilla y rápida de preparar como todas las panna cottas, con una textura muy cremosa y con el delicioso sabor a almendra del turrón. Os garantizo que os va a encantar.
El turrón de Jijona (el blando) se elabora a partir de almendra molida y miel. Cuando es de calidad (sin escatimar almendra) es un turrón delicioso. Ese alto contenido en almendra molida hace que sea además de poderse comer directamente como postre sea también un ingrediente perfecto para emplear en todo tipo de postres, como esta panna cotta, flanes (como este flan de turrón), bizcochos y galletas de todo tipo. En realidad cualquier receta que use almendra molida admitirá un versionado exitoso empleando turrón de Jijona.
La receta es también estupenda para aprovechar restos de turrón que sobren después de Navidad. La receta emplea una tableta completa (unos 150 gramos), con lo que se consigue un sabor intenso a almendra, pero con una cantidad menor de turrón también nos quedará una versión muy rica.
Cuando hablamos de aprovechar el turrón de Jijona tenemos que ser un poco cautos. Estamos hablando de usar en enero media tableta que ha quedado abierta, o de hacer un postre en mayo con una tableta entera que se nos había olvidado en el armario (a mí a veces se me olvidan a posta para tener excusa para hacer postres), pero si un día encontramos una tableta que lleva dos años en un armario lo más probable es que no podamos aprovecharla porque se haya puesto rancio. Los frutos secos tienden a a ponerse rancios cuando están almacenados durante largo tiempo, pero en el caso del turrón de Jijona al moler la almendra se liberan sus aceites y eso hace que este proceso se note todavía más. Cuando encontremos una tableta que lleva tiempo en casa conviene fijarse siempre en la fecha de caducidad y en todo caso probar un poquito antes de usarlo en un postre para comprobar cómo está.
La receta básica de panna cotta se prepara solo con nata, a la que se añaden diversos ingredientes para variar su sabor, como en este caso el turrón. Para aligerar un poco la receta se puede sustituir parte de la nata por leche. Yo para esta receta empleo una parte de leche y dos de nata y queda con una textura muy suave y aterciopelada.
Es un postre muy sencillo y rápido de preparar, en menos de media hora está listo. Únicamente debemos tener en cuenta que necesitará al menos tres horas de reposo en la nevera para que la gelatina cuaje completamente, aunque yo prefiero dejarlo toda la noche.
La panna cotta puede servirse desmoldada, como la veis en las fotos, o sin desmoldar, directamente en el recipiente en el que la hemos cuajado.
Cuando la vamos a desmoldar se prepara muy bien en moldecitos individuales de flan. Para desmoldarla pasamos un cuchillo todo alrededor del molde para separar la telilla que se forma en la superficie y ahuecamos la panna cotta para separarla del molde (no suele hacer falta hundir el cuchillo hasta el fondo) y la volcamos en un plato justo antes de servir.
Si no queremos desmoldarla podemos usar cualquier vasito, aunque a mí me gustan más los de cristal. Si el vasito es mono la presentación queda estupenda, pero incluso con los vasitos de los yogures de cristal se consigue una buena presentación. La presentación en vasitos sin desmoldar además de quedar mona me parece comodísima para servir.
En cualquiera de los dos casos antes de servir espolvoreamos la superficie con un poco de cacao en polvo o un poco de turrón picado muy menudo.
Con las cantidades de la receta salen 6 raciones. No os dejéis engañar por el tamaño de las raciones, es un postre para raciones pequeñas. Entre la nata y el turrón, que tampoco es ligero, es un postre que llena mucho, si las raciones son muy grandes puede acabar haciéndose un poco empalagoso.
- 6 personas.
- 300 ml. de nata para montar (35% de materia grasa).
- 150 ml. de leche.
- 125-150 gramos de turrón de Jijona.
- 50 gramos de azúcar.
- 3 hojas y media de gelatina.
- Cacao en polvo para espolvorear antes de servir (opcional).
Poner las hojas de gelatina a remojo en agua fría, de modo que queden completamente cubiertas. El tiempo necesario dependerá de cada fabricante (es conveniente consultar las instrucciones del envase) pero por lo general con 10 minutos será suficiente.
Poner el turrón y la leche en el vaso de la batidora o de un procesador de alimentos y triturar hasta que el turrón se vea deshecho., aunque quedará algún trocito del almendra. En mi opinión se tritura mejor con el procesador de alimentos que con la batidora. Si se hace con la batidora puede ser buena idea añadir al vaso también parte de la nata para triturar el turrón con más facilidad.
Verter en un cazo la nata y la mezcla de turrón triturado y leche.
Poner el cazo a fuego medio y calentar removiendo constantemente para que no hierva, ya que la nata cambia de sabor. Lo tendremos al fuego unos 10 minutos.
Apartar el cazo del fuego.
Añadir el azúcar y remover bien hasta que se disuelva completamente.
Escurrir las hojas de gelatina apretándolas con el puño para eliminar todo el agua y añadir al cazo. Remover bien hasta que se disuelvan completamente.
Si vamos a desmoldar la panna cotta podemos untar los moldes con una gotita de aceite de oliva muy suave o con un poco de mantequilla para facilitar el desmoldado.
Repartir la mezcla en 6 moldes individuales. Si vamos a desmoldarlo se hace muy bien en flaneras metálicas, en otro caso sirve cualquier vasito de cristal.
Una vez que se enfríe tapar los recipientes con film de cocina y dejar en la nevera al menos 3 horas para que se cuaje totalmente.
Para desmoldar pasar un cuchillo de punta roma alrededor de cada molde y volcar sobre un plato de postre. Si no cae, sujetamos el plato y molde y hacemos un movimiento de vaivén arriba y abajo hasta que se despegue, como con el flan.
Espolvorear cacao en polvo sobre las panna cottas de turrón justo antes de servir.
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