Las costillas de cerdo son un corte de carne muy sabroso para hacer al horno o guisadas. Estas costillas en salsa son un plato rico y sencillo, un guiso con salsa de esos que apetecen tanto ahora en invierno, con las costillas tiernas y jugosas, perfectas para comerlas con las manos rebañando bien los huesos hasta que queden limpios y sin el más mínimo resto de carne. Un plato para, literalmente, chuparse los dedos.
Un costillar de cerdo pesa alrededor de tres cuartos de kilo y tiene 12 o 13 costillas (a mi me parece raro que no tenga siempre las mismas, pero supongo que dependerá de como lo corten). Como tienen mucho hueso con esa cantidad salen 3 raciones hermosas, que podemos alargar a 4 raciones un poco más reducidas si lo servimos después de un un primer plato un poco más copioso. Con la misma receta se pueden hacer perfectamente dos costillares a la vez.
Las costillas se guisan en una salsa con cebolla y zanahoria, la típica que se usa también para guisar las albóndigas, por ejemplo. En casa somos peculiares con las salsas y nos gusta encontrar las rodajas de zanahoria pero no nos gusta que las salsas tengan tropezones de cebolla. Lo que hago entonces es saltear la zanahoria al principio junto con las costillas y retirarla casi toda de la cazuela (dejo un poco para que dé color a la salsa) junto con la carne, luego añado la cebolla y cuando está hecha añado el líquido de la salsa y lo trituro. Después vuelvo a poner la carne y las zanahorias, que así quedan enteras. Si no queréis pasar la cebolla (o si queréis triturar toda la verdura de la salsa) simplemente añadid la zanahoria al sofrito junto con la cebolla, en vez de saltearla con la carne al principio.
Para acompañar las costillas van fenomenal unas patatas fritas o un puré de patata. Y mucho pan, que nunca sobra en las recetas como esta con una salsa rica.
- 3-4 personas.
- Un costillar de cerdo.
- Una cebolla mediana.
- 4 zanahorias.
- Un vasito de vino blanco.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra molida.
- Perejil picado.
En la carnicería pedimos que nos corten las costillas a nuestro gusto. A mi me gusta que me separen cada costilla pero las dejen enteras. También se puede partir cada costilla en 2 o 3 trozos.
Salpimentar las costillas.
Despuntar las zanahorias, pelarlas y partirlas en rodajas más bien gruesas.
Picar la cebolla en cuadritos. Si vamos a pasar la salsa no hace falta que sean regulares.
Poner al fuego la cazuela en la que vayamos a guisar las costillas con un chorro de aceite en el fondo.
Una vez que el aceite esté caliente poner las costillas en la cazuela. Si vamos a triturar la salsa poner también la zanahoria en rodajas.
Dorar las costillas por todos los lados. Cuando se doren sacarlas a un plato junto con la mayor parte de la zanahoria.
Añadir la cebolla troceada a la misma cazuela, junto con la zanahoria si no la hemos salteado antes.
Poner un pellizco de sal, bajar el fuego y dejar que se poche lentamente hasta que la cebolla comience a ponerse transparente, unos 10 minutos.
Añadir el vino blanco, subir el fuego y dejar que evapore el alcohol durante un par de minutos.
Añadir un vaso de agua (o de caldo).
Si queremos una salsa lisita triturar la salsa con la batidora en este punto y volver a ponerla en la cazuela al fuego.
Cuando la salsa comience a hervir incorporar a la cazuela las costillas, la zanahoria troceada que habíamos reservado y un poco de perejil picado.
Si es necesario añadir un poco más de agua o caldo de modo que queden casi cubiertas.
Tapar la cazuela y dejar cocer a fuego medio hasta que las costillas estén tiernas, unos 45 minutos.
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