Quiche de jamón y queso

Quiche de jamón y queso

Soy una apasionada de las quiches y de cualquier tarta salada de este tipo. Me parecen platos muy ricos y muy versátiles, no solo por la gran variedad de rellenos que admiten, sino porque son un buen recurso para cualquier ocasión. Son una opción perfecta para cualquier comida formal, ya que resultan elegantes y sofisticadas, pero el mismo tiempo al poder comerse con las manos y poderse servir fría o caliente son estupendas para cualquier comida informal, para cenar delante de la tele o para dejar preparada la comida o la cena con antelación . Esta quiche de jamón y queso lleva probablemente uno de los rellenos más simples que podemos añadir a una quiche: jamón cocido y queso, una combinación sencilla, versátil y que siempre triunfa.

Quiche de jamón y queso

La quiche es una tarta salada típica de la cocina francesa. Está formada por una base, normalmente de masa quebrada, que se rellena con una mezcla de huevos y crema de leche (nata) a la que se añaden diversas verduras o productos cárnicos y que se cuaja en el horno.

Quiche de jamón y queso

Además de un relleno sabroso para mi el principal secreto para triunfar con una quiche es una buena masa quebrada. Cada vez es más sencillo encontrar masas comerciales de calidad, pero a pesar de eso yo prefiero prepararla en casa. Al contrario de lo que pasa con el hojaldre, que es una masa muy complicada y compensa usar la comercial por el gran trabajo que nos ahorra, la masa quebrada es muy sencilla de elaborar, preparar la masa nos llevará menos de 15 minutos de trabajo, para luego dejar reposar la masa en la nevera al menos un par de horas antes de extenderla. Si no la habéis preparado nunca en casa os animo a que lo intentéis, veréis lo fácil que resulta.

La masa de la quiche se cuece primero en el horno vacía, sin el relleno. Es lo que se denomina hornear a ciegas o en blanco. Antes de meterla en el horno la masa se cubre con papel de horno o de aluminio y se ponen unos pesos para evitar que suba. Se venden unas bolitas de cerámica para usar como pesos al hornear a ciegas, pero puede usarse perfectamente legumbre cruda como peso. Con un kilo de judías o garbanzos que reservaremos para este uso es suficiente para los moldes normales de 24-26 centímetros. Después de esta primera cocción se retira el peso y el papel y se hornea la masa unos minutos más. Por último se añade el relleno y se cuaja en el horno.

En el blog podéis encontrar un completo post sobre la masa quebrada y las instrucciones para hornear correctamente la base: masa quebrada.

Quiche de jamón y queso

El relleno de la quiche se prepara a partir de una mezcla de leche y nata, una especie de flan, a la que se pueden añadir todo tipo de ingredientes. Para esta quiche el relleno está formado por esa combinación simple pero infalibre de jamón cocido y queso, que en este caso va rallado. Podemos usar el queso que más nos guste, yo suelo emplear parmesano y emmental mezclados, es una combinación que me gusta mucho porque funde bien.

La combinación de jamón cocido y queso es una de las más sencillas que podemos encontrar pero es tremendamente versátil y resulta siempre infalible. Os dejo algunos recetas con esta exitosa combinación que podéis encontrar en el blog.

La quiche puede servirse caliente, recién sacada del horno, templada o a temperatura ambiente, como más os guste. Si está en la nevera es buena idea sacarla media hora antes de servir para que se atempere un poco, tanto la textura de la base como el relleno se disfrutan mucho más si no está tan fría.

Quiche de jamón y queso

Ingredientes
  • 6-8 personas (un molde de 24 centímetros).
Masa quebrada
  • 220 gramos de harina.
  • 110 gramos de mantequilla.
  • 3 cucharadas de agua muy fría.
  • Sal.

Relleno
  • 4 huevos.
  • 200 ml. de nata para cocinar.
  • 150 gramos de jamón cocido.
  • 75-100 gramos de queso rallado (emmental, parmesano, ...).
  • Sal, pimienta negra molida y nuez moscada.

Además
  • Harina y mantequilla para preparar el molde.

Quiche de jamón y queso
Preparación
Quiche de jamón y queso

En primer lugar vamos a preparar la masa quebrada. Si se usa masa comprada nos saltamos esta parte, comenzamos la receta a partir del punto en el que se empieza a preparar el molde.

Es conveniente que la masa repose al menos un par de horas en la nevera para poder extenderla con facilidad. Yo suelo prepararla la noche anterior.

Poner en un bol la harina tamizada y la sal. Remover un poco para que se mezclen bien. Hacer un volcán en el centro y añadir la mantequilla cortada en cubitos. La mantequilla se puede sacar un rato antes de la nevera pero no debería estar muy blanda.

Comenzar a mezclar la harina y la mantequilla, pellizcándolas entre los dedos hasta que se forme una masa con aspecto como de arena gruesa o serrín.

Añadir el agua muy fría y mezclar un poco más de la misma manera.

Volcar la masa sobre la encimera.

Amasar un poco la masa aplastándola bien con la mano y doblándola sobre sí misma tres o cuatro veces, hasta que al recogerla forme una pelota más bien compacta que no se desmorona como al principio. La masa quebrada nunca se debe trabajar en exceso, nunca hay que amasarla hasta que tenga un aspecto completamente liso, ya que habrá perdido esa consistencia que la hace tan especial, con tres o cuatro dobleces es suficiente.

Aplastar un poco la masa para formar un disco grueso y envolverla en papel de film.

Dejar que repose en la nevera al menos una hora, aunque yo prefiero dejarla toda la noche.

Este reposo es fundamental para poder trabajarla bien. Por un lado al enfriarse la mantequilla da más consistencia a la masa y el reposo ayuda a que se relaje el gluten, lo que facilita el trabajo con el rodillo.

Espolvorear la encimera con una nubecita de harina y colocar la masa sobre ella. Si la hemos dejado toda la noche en la nevera se puede sacar un ratito antes para que no esté demasiado fría, aunque no conviene que se atempere demasiado, se trabaja mejor si está fría.

Extender la masa hasta formar un círculo de tamaño suficiente para cubrir la base y las paredes del molde. Es aconsejable levantar la masa de vez en cuando con ayuda del rodillo y darle la vuelta un par de veces para asegurarme de que no se pega.

Con la masa precocinada se comenzaría la receta aquí.

Engrasar con mantequilla la base y las paredes del molde.

Colocar la masa sobre el molde. Para trasladar la masa es muy cómodo enrollarla sobre el rodillo y desenrollarla a continuación sobre el molde.

Ajustar bien la masa al fondo y las paredes del molde, sin estirarla, apretando un poquito para que quede bien pegada. Hacer una bolita con un poco de masa sobrante y emplearla para ir apretando la masa.

Eliminar el sobrante de masa. En los moldes de metal se hace muy bien pasando el rodillo sobre el molde para cortar la masa. En otro caso la retiramos con un cuchillo.

Pinchar varias veces la base con un tenedor para asegurarnos de que no quedan bolsas de aire.

Si tenemos tiempo poner la base con la masa un rato en la nevera (o 20 minutos en el congelador) para que esté bien fría cuando la metamos al horno. Así se evita que se encoja y se deforme. Nos podemos saltar este paso si no tenemos mucho tiempo.

Precalentar el horno a 190 grados.

Cubrir el molde con papel de aluminio o de hornear y rellenar con legumbres secas (yo tengo un paquete de judías blancas que uso sólo para esto) o con pesas de hornear. Asegurarse de que llegan bien a todos los bordes. Esto lo que se denomina hornear en blanco o a ciegas.

Hornear la masa durante 20 minutos.

Sacar del horno, retirar el papel con las legumbres o las pesas y hornear 10 minutos más.

Quiche de jamón y queso

Mientras se hornea la base vamos a preparar el relleno.

Cortar el jamón cocido en trocitos.

Poner en un bol los huevos, la nata, un pellizco de sal, pimienta molida y nuez moscada rallada al gusto. Batir bien.

Sacar la base de la quiche del horno.

Repartir el jamón cocido troceado y el queso rallado en el fondo.

Añadir la mezcla de nata y huevos batidos.

Volver a poner la quiche en el horno.

Hornear durante 25 minutos más, hasta que el relleno se vea cuajado y un poco doradito. Para asegurarnos de que está cuajado se puede pinchar con un palillo en la parte central. Si al sacarlo tiene relleno pegado hornear 5 minutos más.

Sacar la quiche del horno. Cuando se enfríe un poco para poder manejarla sin quemarnos desmoldarla y pasarla a un plato de servir.

Servir cortada en cuñas. Se puede servir caliente recién sacada del horno o del tiempo, como más nos guste.

Quiche de jamón y queso

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