Los bizcochos y tartas con fruta quedan siempre ricos, y este bizcocho de ciruelas (casi una tarta de ciruelas) no iba a ser una excepción. Tenía guardada la receta desde hace bastante tiempo, copiada del New York Times, donde se indicaba que era una de las recetas más populares del periódico, la archiconocida (al menos en Estados Unidos) tarta de ciruelas de Marian Burros (Marian Burros plum torte). Siempre me había parecido que tenía buena pinta y lo cierto es que queda riquísimo. No había empleado nunca las ciruelas en un postre y me han sorprendido muy gratamente, las ciruelas cocidas entre la masa del bizcocho forman una compota riquísima y tienen un sabor espectacular. En definitiva, una receta todavía con sabor a verano, estupenda para aprovechar las últimas ciruelas en estos primeros días de otoño.
La famosa tarta de ciruelas de Marian Burros se publicó en el New York Times por primera vez en septiembre de 1983 y apareció en el periódico de nuevo cada mes de septiembre hasta 1989, cuando los editores de la sección de cocina del periódico decidieron que ya era suficiente y sugirieron a sus lectores que recortaran la receta y la guardaran. A pesar de este aviso el periódico recibió gran cantidad de carta de lectores enfadados por esta decisión. Desde entonces se ha convertido en una de las recetas más populares del periódico, que tiene una sección de cocina muy amplia. Como no podía ser de otra forma la receta puede encontrarse on-line en la enorme sección de cocina del periódico: Original plum torte
El éxito es comprensible. Es una receta sencilla (al fin y al cabo es un bizcocho con fruta), que siempre sale bien, es rápida y queda riquísimo. Ya os digo que me ha sorprendido muy gratamente como quedan las ciruelas horneadas, realmente exquisitas, casi como si fueran mermelada.
Mirar que rico queda el corte.
El bizcocho de ciruelas es un bizcocho bajito, por lo que la proporción de fruta respecto a la masa es elevada. Aunque es una masa de bizcocho (no llega a ser un cuatro cuartos pero es bastante parecida) por la poca altura de la masa y por el resultado final con la capa de ciruelas entre la masa casi parece una tarta. Yo casi diría que es un híbrido entre bizcocho y tarta. De hecho la receta original usa el término torte en vez de cake, que es el habitual para los bizcochos en inglés, aunque la verdad es que no tengo muy claro si es para indicar que es una tarta más que un bizcocho o para evitar que el nombre haga pensar que estamos hablando de un plum cake.
La receta original se elabora con ciruelas moradas. En las versiones americanas de la receta indica muchas veces ciruela italiana, que aunque parecidas me parece que no es exactamente la que encontramos ahora en el súper con la piel morada o roja y con las que os garantizo que queda genial. Las que encuentro las últimas semanas tienen las pulpa amarilla en vez de roja y pensaba que el bizcocho iba a quedar menos vistoso, pero tiene una pinta estupenda de todos modos.
A partir de esta receta se pueden hacer múltiples variaciones modificando el tipo de fruta empleada. De hecho tengo guardada otra receta de King Arthur Flour, que con el título de "Tarta de bayas de final del verano" (Late Summer Berry Torte), emplea exactamente la misma masa de bizcocho sustituyendo las ciruelas por bayas. Cualquiera de las frutas de verano me parece una opción perfecta para esta tarta: melocotón, albaricoques, nectarinas, cerezas o incluso fresas.
Las cantidades de la receta son para un molde de 20 a 22 centímetros. Se puede emplear también un molde cuadrado. Mi molde es de 20 centímetros, con el de 22 quedará un poco más bajita, todavía más parecida a una tarta. Únicamente deberemos tener el cuenta que el tiempo de cocción variará un poco, necesitando algunos minutos más en el molde de 20 centímetros.
- 8 personas (un molde de 20-22 centímetros).
- 113 gramos de mantequilla.
- 150 gramos de azúcar. He usado azúcar vainillado.
- 120 gramos de harina.
- 2 huevos grandes.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de levadura de repostería.
- 5-6 ciruelas, dependiendo del tamaño del molde (aproximadamente 1/2 kilo).
- 2 cucharadas de azúcar para espolvorear el bizcocho.
- Canela para espolvorear el bizcocho.
Preparar el molde que vayamos a usar.
Forrar el fondo con papel antiadherente. Untar el fondo (el papel con que hemos cubierto el fondo más bien) y las paredes con mantequilla. Espolvorear un poco de harina y mover bien para que se quede adherida en el fondo y paredes. Sacudir para eliminar el exceso de harina.
Sacar la mantequilla y los huevos de la nevera unas horas antes de preparar el bizcocho para que la mantequilla se ablande y los huevos estén a temperatura ambiente.
Poner en un bol la harina, la sal y la levadura. Remover para que se mezclen bien. Reservar.
Poner en otro bol la mantequilla, que deberá estar más bien blanda, y el azúcar.
Batir con unas varillas, mejor si son eléctricas, hasta que la mezcla esté cremosa.
Añadir los huevos de uno en uno, batiendo hasta que esté bien incorporado antes de añadir el siguiente. Al batir la mezcla se va dispersando un poco por las paredes del bol. Es conveniente bajarla un par de veces con una lengua de silicona para poder batirla bien.
Añadir la harina reservada, mejor si es a través de un tamiz.
Mezclar bien (con una lengua mejor que con las varillas) hasta que no quede harina suelta. Es una masa bastante densa.
Partir las ciruelas por la mitad, haciendo un corte profundo hasta llegar al hueso todo alrededor en la hendidura que tiene la fruta.
Separar las dos mitades y eliminar el hueso.
Para el molde de 20 centímetros he necesitado 5 ciruelas (10 mitades), uno de 22 necesitará 6 ciruelas.
Verter la masa en el molde que hemos preparado con anterioridad.
Distribuirla con ayuda de una lengua de silicona o una espátula de cocina para que cubra todo el molde y llegue bien a los bordes. Es muy densa y no queda nivelada sin ayuda como otros bizcochos.
Colocar las mitades de ciruela sobre la masa, con la piel hacia arriba. No hace falta hundirlas en la masa, al hornear la masa subirá y las cubrirá totalmente.
Mezclar las otras dos cucharadas de azúcar con un poco de canela y espolvorear las ciruelas con ella.
Mientras se prepara la masa precalentar el horno a 180 grados.
Colocar el molde del bizcocho en la parte central sobre la rejilla.
Hornear hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio. Tened en cuenta que al pinchar la fruta el palillo puede salir húmedo o incluso con algo de fruta, hay que vigilar que no lleve mesa pegada.
La receta original indicaba 35-40 minutos empleando un molde de 9 pulgadas (22,5 centímetros). Mi molde es de 20 centímetros (8 pulgadas) y al quedar más alto ha necesitado unos 50 minutos.
Sacar el molde del horno y dejar reposar 15 minutos sobre una rejilla.
Desmoldar con cuidado ya que con la capa de fruta se rompe con mucha facilidad. Yo he retirado la base y el aro del molde, pero la he dejado sobre la rejilla con el papel que había en el fondo para evitar que se rompa.
Dejar enfriar completamente sobre la rejilla.
Servir cortada en cuñas.
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