El microondas no suele hacer muy buenas migas con los bizcochos, ya que no es capaz de alcanzar la temperatura de un horno convencional. Los bizcochos suben bien en el micro y recién sacados están muy esponjosos y ricos, aunque bastante paliduchos porque no se doran, pero en cuanto se enfrían se quedan rápidamente secos y un poco gomosos. La gracia de los mug cake está en comerlos recién hechos, en cuanto se enfrían un poco para no quemarnos, sin que les dé tiempo a perder esa textura esponjosa y de bizcocho que tienen recién hechos. Como son porciones individuales y se tarda tan poco a prepararlos se pueden hacer en el mismo momento en que los vamos a tomar. Aunque duran poco no es necesario emprender una carrera para comerlos en cuanto suena el aviso del micro, se pueden dejar enfriar si preferimos que estén casi fríos, aguantan bien 3 horitas con muy buena textura.
Las recetas de los mug cake normalmente se dan en cucharadass. Esto es así en parte porque a los americanos les gustan mucho las unidades de volumen (tazas y cucharas) en la repostería, pero lo cierto es que incluso a mi que no me gustan nada este tipo de medidas (yo soy muy cuadriculada, me gusta más la exactitud de los gramos) me parece comodísimo. Los juegos de cucharas medidoras son muy útiles para este tipo de recetas, pero si no tenemos se puede usar cualquier cuchara normal. Tened únicamente en cuenta que con las cucharas medidoras todos sólidos (harina, azúcar) van rasados, pero si usamos una cuchara "de sopa" irán colmados.
Los ingredientes se pueden mezclar en la misma taza, batiendo simplemente con un tenedor, pero yo prefiero batirlos en un bol separado y verterlos luego en la taza. Es una manía mía más que otra cosa, supongo que motivada por el hecho de que casi siempre hago dos a la vez y me parece más cómodo mezclarlo todo junto en un único bol.
Para preparar un mug cake podemos emplear cualquier taza que pueda ir al microondas. Yo siempre uso tazas de loza y me gusta mucho como queda, como se calientan bastante transmiten bien el calor y se cuece todo por igual, incluso con tazas con una forma cónica como las de las fotos. La primera vez tenía miedo de que la parte del fondo saliera seca y quemada al ser mucho más estrecha pero queda igual de bien hecha. No he probado nunca con recipientes de plástico, aunque sean válidos para el microondas, por lo que no sé cómo quedarán. La transmisión del calor varía bastante.
Al preparar un mug cake debemos tener en cuenta la capacidad de la taza. Si nuestra taza es más grande que la indicada en la receta no hay problema, es probable que el bizcocho no llegue al borde de la taza, pero más allá de que no quede tan vistoso nos va a quedar igual de esponjoso y rico. El problema es cuando nuestra taza es más pequeña que la de la receta, ya que al crecer acabará desbordando la taza y derramándose, lo que además de poner perdido el microondas hará que se hunda el bizcocho y no quede esponjoso. En cualquier caso la masa debería quedar siempre como mínimo a unos 3 dedos del borde de la taza, para que tenga suficiente margen para crecer. Las tazas de las fotos, para que os hagáis una idea, son de 250 ml.
Habitualmente preparo los mug cake de dos en dos. Por ese motivo los ingredientes y tiempos de cocción que indico son los que corresponden a dos unidades. Los ingredientes ya veis que son fáciles de dividir entre dos para preparar un solo bizcochito, salvo el azúcar todo necesita un número par de cucharadas.
Respecto al tiempo necesario variará, no solo dependiendo de que hagamos un bizcocho o dos, sino de cada microondas, ya que cada uno es un mundo y el rango de potencias es muy amplio. El tiempo necesario estará habitualmente entre los 2-3 minutos. Los mug cake se cuecen a potencia máxima y se adapta el tiempo necesario según las características de nuestro micro. Es importante mantener siempre potencia indicada en la receta y hacer las adaptaciones con el tiempo. En general se programa primero un intervalo más largo, entre minuto y medio y dos minutos (yo suelo poner un minuto y 45 segundos). El bizcocho subirá y por la parte externa tiene aspecto de estar hecho, pero el interior está todavía un poco crudo. Se gira la taza 180 y se programa otros 30 segundos más. Después probamos si están cocidos con un palillo. Si la masa está todavía húmeda se pueden programar intervalos cortitos, de 10 segundos, hasta que esté listo, o se pueden dejar 2 o 3 minutos para que se terminen de hacer con el calor residual, una técnica que suele funcionar muy bien para cocinar en el micro sin que se resequen los alimentos.
Por último es importante indicar que las tazas se deben colocar siempre en la parte exterior del plato del microndas, cerca del borde, incluso en el caso de que preparemos un único mug cake. La distribución de calor no es la misma en todos los sitios y en el centro corremos el peligro de que nuestro mug cake se achicharre un poco.
Me gusta añadir unas pepitas de chocolate a la masa. Como no es muy espesa se van casi todas al fondo, pero me gusta encontrarme el chocolate fundido cuando llego al fondo de la taza. Se podrían añadir también un par de nueces o unas avellanas un poco picadas. Le pongo también un poquito de café soluble. En muchas recetas con chocolate se añade un poco de café soluble porque intensifica el sabor del chocolate, pero se puede eliminar sin ningún problema.
Me encanta el chocolate, pero si preferís una versión del un mug cake clásico de vainilla podéis encontrarlo en este enlace: mug cake.
- 2 tazas de unos 250 ml.
- 6 cucharadas soperas de harina.
- 3 cucharadas soperas de azúcar.
- 2 cucharadas soperas de cacao en polvo.
- 2 huevos.
- 4 cucharadas soperas de leche.
- 4 cucharadas soperas de aceite suave o mantequilla fundida.
- 1/2 cucharadita de levadura de repostería.
- Una pizca de sal.
- 1/4 de cucharadita de café soluble (opcional).
- Pepitas de chocolate (opcional).
Si empleamos mantequilla para hacer el mug cake (yo he usado aceite) fundirla suavemente en el microondas a potencia media-baja.
La masa del mug cake puede hacerse directamente en las tazas que empleemos, pero yo prefiero usar un bol pequeño y luego echarla a las tazas.
Poner en el bol la harina, el azúcar, la levadura, la sal (cuidado con la cantidad porque hay muy poca masa y se queda salada con facilidad) y el cacao el polvo. Añadir también el café soluble si lo usamos.
Remover un poco para que se mezcle todo.
Añadir los huevos, el aceite y la leche y mezclar bien. Es suficiente con emplear un tenedor, no hacen falta ni siquiera unas varillas.
Yo suelo añadir inicialmente 2 cucharadas de leche, mezclo bien y luego voy añadiendo el resto, así tengo la posibilidad de no ponerla toda si la masa se queda muy líquida.
Añadir si se quiere unas pepitas de chocolate y remover un poco, aunque la masa es bastante líquida y se van al fondo, pero también queda rico encontrar las pepitas fundidas cuando llegan al fondo de la taza.
Dividir la mezcla entre las dos tazas. No debe llegar nunca hasta el borde, ya que al crear en el micro desbordará. En las que he usado yo faltaban 3 dedos o así, parece que queda mucho hueco vacío pero al cocerse lo llena bien.
Poner las 2 tazas en el microondas, en el borde del plato, una enfrente de la otra. En caso de que hagamos un solo mug cake la taza se pone también en el borde del plato, nunca en el centro.
Los mug cake se cocina al máximo de potencia. Indico los tiempos que necesito en el mío, que tiene 1100 W y haciendo 2 tazas a la vez. Hay que adaptar un poco los tiempos dependiendo de la potencia de cada micro. Si solo se pone una taza también hay que disminuir un poquito el tiempo.
Programar inicialmente 1 minuto y 45 segundos.
Al final de este tiempo han crecido ya mucho y asoman un poco por el borde, pero se ven crudos todavía.
Girar cada taza 180 grados.
He aprovechado y he puesto unas cuantas pepitas sobre cada mug cake.
Programar otros 30 segundos a potencia máxima.
Al finalizar comprobar si están cocidos clavando un palillo en el centro de uno de los mug cakes. Si sale seco están listos.
Si no está hecho programar algunos segundos más. A mí me pareció que estaba un poco húmedo y lo puse otros 10 segundos más. Programaremos siempre intervalos pequeños, de 5-10 segundos, porque en este punto pasan de estar un pelín crudos a demasiado hecho en un momento.
Dejar reposar un par de minutos en el microondas.
Sacar las tazas del micro y dejar que se templen un poco antes de comerlos directamente en la misma taza.
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