El posset de limón es una crema fría de limón popular en la cocina inglesa. Inicialmente durante la edad media el término posset se empleaba para denominar una bebida caliente elaborada con leche cortada con vino o cerveza y normalmente muy especiada, que se usaba como remedio casero para enfermedades leves y como ayuda para dormir. En el siglo XVI el término empezó a usarse para denominar a una crema fría (un pudding) de cítricos similar a la que conocemos hoy en día. Es similar a otro postre inglés llamado syllabub. El posset tiene la particularidad de que para espesarlo no se emplean huevos o maicena, tampoco horno. Su textura densa y cremosa se consiguen únicamente cociendo la nata y con el ayuda del limón, que hace que cuaje. Es uno de los postres más sencillos de preparar que conozco, en menos de 20 minutos está listo para reposar en la nevera. Tiene una textura suave y muy cremosa, sorprendentemente ligera teniendo en cuenta que es todo nata y con un intenso y agradable sabor a limón. Si os gusta el limón y buscáis un postre sencillo este posset es perfecto para vosotros.
El posset de limón es un postre muy rápido de preparar, en menos de 20 minutos está listo, pero necesitará al menos 3 horas de reposo en la nevera para cuajar. Yo prefiero dejarlo reposar toda la noche. Es perfecto para prepararlo el día anterior.
El posset de limón se sirve en raciones pequeñas. La textura al comerlo resulta muy ligera, sorprendentemente ligera, pero no olvidemos que básicamente es nata (como la panna cotta) y que si las raciones son más grandes puede hacerse un poco pesado. Para mí es lo peor que le puede pasar a un postre, que se te haga muy larga la porción que te sirven. Por tamaño resultan perfectos los tarritos de cristal de algunos yogures, yo siempre tengo guardados media docena para servir postres de este tipo. También se pueden usar unos vasitos de cristal no muy grandes.
La cantidad de zumo de limón en la receta se puede adaptar a nuestros gustos. Empleando el zumo de dos limones el sabor queda bien definido pero suave. Si os gustan los postres de limón con un sabor más potente, en casa nos encanta que sepan mucho, mucho a limón, entonces pondremos el zumo de tres limones.
Para servirlos a mí me parecen perfectos tal cual, sin nada añadido, pero los ingleses son aficionados a servirlos acompañados de unas pastas.
- 4 personas.
- 400 ml. de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa).
- 2-3 limones. Con 2 queda muy rico de sabor, si queremos un sabor a limón muy marcado usaremos 3 limones.
- 125 gramos de azúcar.
Poner la nata y el azúcar en un cazo al fuego, removiendo de vez en cuando para que se disuelva completamente el azúcar.
Cuando comience a hervir bajar el fuego y dejar cocer suavemente 3 o 4 minutos, removiendo constantemente.
Retirar el cazo del fuego y reservar.
Lavar los limones y secarlos.
Rallar la cáscara de dos limones procurando coger sólo la parte amarilla, ya que la blanca amarga.
Exprimir los limones.
Añadir el zumo de limón y la ralladura al cazo con la nata. Remover bien. Veremos que la textura cambia, haciéndose un poco más espesa.
Verter la crema de limón en 4 recipientes individuales.
Cuando se enfríen ponerlos en la nevera al menos 3 horas para que cuaje, aunque yo prefiero dejarlo toda la noche.
Un buen postre, delicioso y refrescante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un postre fantástico para el verano. Me alegro de que te guste.
EliminarMuy buen postre.
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