Me encantan las magdalenas por su sencillez y por lo cómodas que son para comerlas. Con un relleno de crema pastelera y cubiertas láminas de manzana estas magdalenas de manzana y crema pastelera más que simples magdalenas son casi pequeños pastelitos. Basadas en una receta de Xavier Barriga son perfectas para un desayuno o merienda dulces o para acompañar un buen café.
La masa de magdalenas que se emplea en esta receta es como no podía ser de otra forma la de las archiconocidas magdalenas de Xavier Barriga, que es siempre garantía de éxito.
El interior de las magdalenas, con su cremoso corazón de crema pastelera.
Cuando preparo estas magdalenas me gusta dejar lista la crema pastelera el día anterior. De esta forma le da tiempo a enfriarse completamente. Cuando está muy fría es más densa y en recetas como esta es mucho más fácil de manejar. El prepararla con antelación también facilita mucho la planificación.
La masa de las magdalenas también puede prepararse el día anterior y dejarla reposar toda la noche en la nevera. Normalmente a las magdalenas les viene bien que la masa esté muy fría cuando se meten en el horno. El contraste de temperatura hace que suban mejor y se forme un copete más vistoso. Estas magdalenas no van a subir mucho por el peso de la crema pastelera y la manzana, por lo que no es imprescindible enfriar la masa en la nevera, pero es una posibilidad que debemos tener en cuenta porque nos puede facilitar la tarea.
Para que las cápsulas de magdalena no se abran por el peso de la masa es útil ponerlas dentro de otro contenedor más rígido, ya sean bandejas con huecos para magdalenas, cápsulas de silicona (las uso siempre con cápsula de papel porque me parece más cómodo retirar las de silicona después de hornear) o moldes desechables de flan, que con los papelitos de magdalenas pueden reutilizarse varias veces. Las bandejas resultan muy cómodas para meter y sacar las magdalenas del horno.
Con las cantidades de la receta salen unas 18 magdalenas de tamaño normal.
- 18 magdalenas.
- 125 gramos de huevo (2 huevos grandes).
- 175 gramos de azúcar.
- 60 ml. de leche.
- 190 ml. de aceite. Yo uso siempre de oliva, aunque para repostería sustituirse por aceite de girasol, que es más suave.
- 210 gramos de harina.
- 5 gramos de levadura química (el Royal de toda la vida).
- Una pizca de sal.
- Ralladura de limón.
- 300 ml. de leche.
- 50 gramos de azúcar.
- 20 gramos maicena.
- 2 yemas de huevo.
- 2 manzanas.
- Azúcar y canela para espolvorear las magdalenas.
Empezamos preparando la crema pastelera.
Poner la leche a calentar en un cazo.
Poner en un bol las yemas, el azúcar y la maicena. Batir hasta que esté bien mezclado y no queden grumos de maicena.
Cuando la leche comience a hervir retirar del fuego.
Verter poco a poco en un hilo fino sobre el bol con las yemas, batiendo constantemente para que no se cuajen. No hace falta añadir toda la leche, con la mitad más o menos es suficiente.
Poner la mezcla de leche y huevos de nuevo en el cazo y volver a poner a fuego medio.
Remover constantemente hasta que la crema espese. No se debe dejar que hierva porque se puede cortar. Necesitará unos 10 minutos.
Cuando la crema pastelera espese retirar del fuego y verter en un bol.
Para que no se forme una telilla más gruesa en la superficie al enfriar cubrirla con film de cocina en contacto con la crema pastelera.
Cuando pierda un poco de temperatura ponerla en la nevera hasta que se enfríe totalmente.
Me gusta preparar la crema pastelera el día antes de hacer las magdalenas. Así se enfría totalmente y adquiere una consistencia más espesa, lo que facilita mucho su uso.
Para preparar las magdalenas poner en un bol el azúcar y los huevos y batir hasta que esté bien espumoso.
Añadir el aceite, batiendo bien hasta que esté bien integrado y a continuación la leche.
Añadir la ralladura de limón.
Poner en otro recipiente la harina, la levadura y un pellizco de sal. Remover un poco para que se mezclen bien.
Añadir la harina al bol con la mezcla de huevos y los demás ingredientes, mejor si es a través de un tamiz. Mezclar bien hasta que no quede harina suelta.
Normalmente en este punto me gusta poner la masa de las magdalenas toda la noche en la nevera. Si la masa está muy fría las magdalenas suben mejor en el horno y el copete es más grande, pero en este caso con la crema pastelera y la manzana no van a subir mucho y suelo prescindir de este paso.
Justo antes de hornear las magdalenas vamos a preparar las manzanas. Dependiendo del tamaño no harán falta las dos completas, puede sobrar más o menos media manzana.
Pelar las manzanas, partirlas en cuartos y eliminar el corazón. Partirlas en láminas finas.
Poner las cápsulas de magdalenas en una bandeja de magdalenas o dentro de moldes de silicona para que no se abran. Yo empleo una bandeja de 12 unidades, con lo que las preparo en dos tandas.
Para rellenar las magdalenas podemos rellenar dos mangas pasteleras con una boquilla más bien ancha con la masa de magdalenas y la crema pastelera o podemos ayudarnos simplemente de dos cucharas soperas.
Llenar las cápsulas con masa de magdalenas hasta un poquito menos de la mitad.
Poner una cucharada de crema pastelera sobre la masa y acabar de llenar casi hasta el borde con la masa de magdalenas. Poner un poquito más de crema sobre la masa.
Por último cubrir la superficie de las magdalenas con láminas de manzana. Con el tamaño de las magdalenas con 3 o 4 láminas quedarán completamente cubiertas.
Mezclar un poco de azúcar y canela en otro recipiente.
Con ayuda de una cucharadita espolvorear un poco de esta mezcla de azúcar y canela sobre cada magdalena.
Mientras preparamos las magdalenas precalentar el horno a 190 grados.
Poner la bandeja con las magdalenas en la parte central del horno.
Hornear durante 25 minutos, hasta que la masa esté cocida y la manzana comience a dorarse.
Sacar la bandeja del horno, sacar las cápsulas de la bandeja para que no se humedezcan y dejar enfriar sobre una rejilla.
Hornear de la misma forma hasta terminar con toda la masa.
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