Calabacines marinados

Aunque está presente en el mercado a lo largo de todo el año el calabacín es especialmente abundante en verano, momento en el que invade con fuerza huertos y fruterías. Es una buena época para todos los que somos amantes de esta verdura. Es una verdura que uso con mucha frecuencia, hecho simplemente a la plancha me parece una guarnición ideal, con su sabor suave combina bien con casi todo. Nos encantan también estos calabacines marinados, un entrante ligero y fresquito y los calabacines quedan muy sabrosos gracias a la marinada de ajo, albahaca y perejil.

La receta no puede ser más sencilla. Tras hacerse brevemente a la plancha las rodajas de calabacín se dejan reposar un par de horas en una marinada con ajo, albahaca y perejil, además de aceite y vinagre. El resultado es un plato de verduras muy fresco, casi una ensalada.

Si tenéis albahaca y perejil frescos son perfectos para la receta, pero si no tenéis a mano puede prepararse también con las siempre socorridas hierbas secas. No dudéis en añadirle otras especias que sean de vuestro agrado.

En cuanto al vinagre suelo mezclar vinagre de Jerez y vinagre de Módena. Como la cantidad de vinagre empleado no es excesiva no queda fuerte de sabor, pero si preferís un toque más suave puede emplearse una vinagre más suave, como el de manzana. Puede prescindirse del vinagre de Módena por completo y sustituirlo por una cucharada adicional del otro vinagre que usemos.

Es necesario que los calabacines reposen un par de horas en la marinada para que se impregnen de todo el sabor. También se pueden preparar de un día para otro y dejarlo reposar toda la noche en la nevera.

Ingredientes

• 4 personas.

• 2 calabacines medianos (unos 750 gramos).
• 2 dientes de ajo.
• 2 cucharadas (30 ml.) de aceite de vino.
• 1 cucharada (15 ml.) de vinagre de Módena (puede sustituirse por otra cucharada de vinagre de vino).
• 2 cucharadas (30 ml.) de aceite de oliva virgen extra.
• Un manojito de albahaca (una cucharadita si se usa seca).
• Un manojito de perejil (una cucharadita si se usan seco).
• Unos granos de pimienta.
• Sal.
• Aceite de oliva virgen extra para dorar los calabacines.

Preparación

Lavar los calabacines y secarlos con papel de cocina.

Despuntar los dos extremos y partirlos sin pelar en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de grueso.

Poner al fuego una sartén más bien amplia o una plancha con una gota de aceite en el fondo.

Cuando se caliente colocar en el fondo una capa de rodajas de calabacín. Se saltean en varias tandas para que no se solapen en la sartén.

Bajar un poco el fuego para que no cojan demasiado color.

Cuando estén hechos por un lado darles la vuelta para que se hagan por el otro lado. Necesitarán entre 3 y 5 minutos por cada lado dependiendo de como nos gusten de hechos. Como van a reposar luego en la marinada a mí no me gusta hacerlos demasiado.

Mientras se hacen los calabacines vamos a preparar el aliño de la marinada

Poner en un mortero los dientes de ajo pelados, la albahaca y el perejil (cortados en trocitos si son frescos) y un poco de sal. La sal ayudará a que el ajo no salte.

Majar el contenido del mortero hasta reducirlo a una pasta.

Añadir unos gramos de pimienta (4-6 granos) y dar unos golpes con la mano del mortero para romperlos, no hace falta deshacerlos mucho.

Incorporar los dos tipos de vinagre y el aceite y remover bien para desleír el contenido del mortero.

Cuando el calabacín esté cocinado pasarlo a una fuente un poco honda (suelo usar una fuente de horno de pyrex, para esta cantidad una de 20x20 centímetros es suficiente).

Con ayuda de una cuchara repartir parte del aliño por encima de los calabacines. Tened en cuenta que con esta cantidad de calabacín dará para 3 o 4 tandas en la sartén y hay que repartir el aliño entre todas las capas.

Continuar salteando en la sartén el resto de rodajas de calabacín, añadiendo un poquito más de aceite antes de cada tanda si es necesario. Tras colocar cada capa de calabacín en la fuente regarlos con un poco de aliño.

Después de colocar la última capa de calabacín en la fuente repartir por encima todo el aliño restante.

Dejar reposar a temperatura ambiente un par de horas para que el calabacín se impregne bien de todos los sabores de la marinada.