Muffins de calabaza

Si hay un vegetal que para mí es la imagen del otoño ese es si duda la calabaza. Su sabor ligeramente dulzón la convierte en un ingrediente atractivo para numerosas recetas dulces y de repostería, como estos otoñales muffins de calabaza, cargados de puré de calabaza, pasas, nueces y un montón de especias que crean una miga con un marcado color anaranjado, una textura húmeda y jugosa y un sabor increíble.

La receta de estos muffins de calabaza está inspirada en una receta encontrada en King Arthur Flour. King Arthur Flour es una fábrica de harina americana con una larga historia y también distribuidor de todo tipo de productos para hornear que tiene un recetario muy amplio en la red. Al contrario que muchas páginas americanas que usan sólo medidas en volumen incluyen en todas las recetas las cantidades también en peso, lo que es muy útil para los que seáis tan cuadriculados como yo con las medidas en repostería. La receta original llevaba calabaza y arándanos rojos secos, que son dos ingredientes tradicionalmente asociados con la celebración de Acción de Gracias, por lo que estaban bautizados como muffins de Acción de Gracias. He cambiado los arándanos por pasas (reconozco que no pierdo ocasión para usarlas siempre que puedo), por lo que han pasado a ser simplemente unos muffins otoñales. He aprovechado también para añadirle unas nueces troceadas, que son buenas compañeras de las pasas.

Por si la calabaza, las pasas y las nueces no fueran suficiente para aportar sabor a los muffins estos llevan una generosa cantidad de especias. La receta original llevaba bastante canela, jengibre y clavo. He cambiado el clavo por pimienta de Jamaica, que va muy bien con este tipo de recetas. La pimienta de Jamaica, que en realidad es no es pimienta aunque sus bayas tienen una forma similar, es una especia cuyo sabor recuerda a la mezcla de canela, nuez moscada y clavo. En ingles se le llama allspice, todas las especias, precisamente porque su sabor es una suma de varias especias. En la repostería americana se usa mucho, sobre todo en recetas de repostería, ya sea la pimienta de Jamaica o la mezcla de especias a la que recuerda, tanto que se suele vender ya la mezcla preparada. Si no tenéis pimienta de Jamaica mantened el clavo original y yo le añadiría un poco de nuez moscada. Las cantidades de especias y sus proporciones pueden variarse a vuestro gusto, incluso eliminado alguna que no os guste y añadiendo nuevos componentes.

La receta emplea la calabaza en forma de puré. Las recetas americanas suelen emplear puré de lata, pero aquí yo no he visto nunca, por lo que tendremos que prepararlo antes de hacer los muffins. No es mucho trabajo y así nos aseguramos de su calidad. Al inicio de la receta se indica como hacerlo, ya sea horneando o cociendo la calabaza. Si sobra puré tras preparar los muffins podéis aprovechar y preparar una reconfortante crema de calabaza. En el blog podéis encontrar dos recetas: una clásica crema de calabaza y una más exótica crema de calabaza con naranja y jengibre

Con las cantidades de la receta salen 12-14 muffins de tamaño grande. Si como los de las fotos los preparamos empleando moldes de magdalenas que son bastante más pequeños nos saldrá 18-20 piezas de tamaño más reducido. El puré de calabaza y el azúcar moreno hacen que la miga miga sea bastante húmeda. Ahora en invierno se conservan muy bien durante varios días en un sitio fresco en una caja metálica.

Ingredientes

• 18-20 magdalenas o 12 muffins grandes.

• 225 gramos de puré de calabaza. Se necesitan unos 350 gramos de pulpa de calabaza en crudo.
• 170 gramos de harina.
• 2 huevos.
• 115 ml. de leche.
• 100 gramos de azúcar moreno.
• 35 gramos de aceite vegetal suave (girasol o uno de oliva suave).
• 20 gramos de miel.
• 115 gramos de pasas. Se puede sustituir por la fruta desecada que prefiramos.
• 75 gramos de nueces (peladas sin cáscaa).
• Medio sobre (unos 7 gramos) de levadura de repostería.
• 1/2 cucharadita de bicarbonato.
• 1/2 cucharadita de sal.
• 1 cucharadita de canela.
• 1/4 cucharadita de jengibre molido.
• 1/4 de cucharadita de clavo molido. Se puede sustituir por pimienta de Jamaica.
• 2 cucharadas de azúcar blanco o moreno para decorar los muffins.

Preparación

El puré de calabaza es preferible prepararlo el día anterior para que dé tiempo a que se enfríe bien antes de usarlo en los muffins.

Para cocinar la calabaza para el puré tenemos dos opciones: hornearla o cocerla.

Si optamos por cocerla pelar la calabaza y partir la carne en trozos. Poner los trozos de calabaza en una cazuela cubiertos de agua. Tapar y cocer a fuego medio unos 30 minutos, hasta que al pinchar los trozos el cuchillo entre con facilidad. Una vez cocida escurrir la calabaza en un colador y dejar reposar un rato para que suelte bien todo el agua. Triturar hasta obtener un puré fino.

Si preferimos hornear la calabaza abrirla por la mitad a lo largo. Eliminar las semillas que tiene en la parte central.

Poner la calabaza (para la receta bastará una sola mitad) en una bandeja en la parte central del horno, con el corte hacia arriba. Hornear con el horno precalentado a 180 grados durante unos 30 minutos, hasta que la pulpa esté blanda. Cuando se enfríe lo suficiente para poder manejarla separar la pulpa de la cáscara con una cuchara. Triturar.

Poner en un bol amplio el puré de calabaza, los huevos, el azúcar moreno (las dos cucharadas adicionales se usarán después), el aceite, la miel, la sal, la leche y las especias (canela, jengibre, clavo o pimienta de Jamaica). Batir bien con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea.

En otro bol poner la harina, la levadura y el bicarbonato. Remover para que se mezcle bien.

Añadir las pasas y las nueces troceadas y mezclar un poco para que queden cubiertas de harina.

Añadir los ingredientes secos (la harina y demás ingredientes del segundo bol) al primer bol, en el que tenemos los ingredientes húmedos.

Mezclar lo imprescindible para que no se vea harina suelta.

Tapar el bol con un paño y dejar reposar 30 minutos.

Mientras que la masa reposa preparar las cápsulas de magdalenas. Para que no se abran hacia los lados durante la cocción a mí me gusta ponerlas dentro de una bandeja de magdalenas. Además así son muy cómodas de manejar. Si se usan las cápsulas individuales sueltas ponerlas sobre una bandeja de horno.

Llenar las cápsulas hasta los sus dos terceras partes, más o menos. La masa no crece demasiado (no nos van a salir una magdalenas con gran copete), pero aun así conviene no llenarlas en exceso.

Con las cantidades de la receta y empleando cápsulas de magdalenas de tamaño normal salen unas 18-20 piezas. Como las horneo en una bandeja con 12 huecos las hago en dos tandas.

Espolvorear la superficie de cada magdalena con un poco de azúcar, empleando para ello las dos cucharadas del final de la receta.

Precalentar el horno a 200 grados.

Poner las magdalenas sobre la bandeja en la parte central del horno.

Hornear durante 20-22 minutos. Para comprobar que están cocidas insertar un palillo en una de las magdalenas. Si sales seco están lista.

Sacar las magdalenas del horno. Ponerlas sobre una rejillas para que se enfríen. Si se hornean en bandeja las sacamos de la bandeja antes de colocarlas en la rejilla para evitar que se humedezcan.

Hornear de la misma manera la segunda tanda de magdalenas.