Estos croissants de jamón y queso resultan perfectos como entrante o aperitivo en una comida de fiesta o simplemente para una cena de picoteo o incluso una salida campestre. Una receta resultona y muy sencilla de preparar. Son unos croissants un poco tramposos (o más bien bastante tramposos), ya que están preparados con hojaldre, hojaldre comprado además, y los croissants de verdad no se preparan así, sino con una masa levada que se forma de modo similar al hojaldre, con un laborioso proceso de vueltas y estirado de la masa, pero lo cierto es que usando un buen hojaldre comprado quedan buenísimos con muy poco trabajo. Si queréis ver el proceso para hacer unos croissants auténticos podéis verlo aquí.
Es relleno de jamón y queso queda muy bien y suele gustar a todo el mundo, pero admiten casi cualquier combinación: queso, sobrasada, salmón ahumado, bonito de lata con tomate, lo que se os ocurra.
- Una lámina de hojaldre.
- Jamón cocido (3-4 lonchas).
- Queso en lonchas. He usado Havarti. 4-5 lonchas.
- Un huevo.
Si usamos hojaldre congelado dejarlo descongelar lentamente siguiendo las instrucciones del paquete.
Extender la lámina de hojaldre sobre una lámina de papel de horno. Sirve la que viene envolviendo el hojaldre.
Cortar la masa en 12 triángulos. La forma de hacerlo dependerá de si la masa en redonda o rectangular.
Si la masa es rectangular dividirla primero en dos partes a lo largo.
Cortar a continuación cada mitad en triángulos alargados, con la base menor que la altura. En una plancha como la que empleé yo con 30 cm. de lado cada triángulo tiene unos 8,5 cm de base (el largo de la masa dividido entre 3,5).
En la imagen puede verse como quedarían los triángulos cortados sobre la masa.
Sobran 4 medios triángulos en los laterales. Yo los horneo también (enrollados con un poco de jamón y queso si sobran recortes o solos), aunque no los sirvo, pero no falta luego nunca quien se los coma.
Si empleamos una masa redonda cortarla en triángulos desde el centro, como cuando se parten porciones de una tarta o una pizza.
Batir el huevo como para tortilla.
Cortar trozos de jamón cocido y de queso un poco más pequeños que los triángulos de hojaldre.
Poner sobre cada triángulo de hojaldre un trozo de jamón cocido (imagen de la izquierda) y sobre este el queso (imagen de la derecha).
Enrollar el croissant comenzando por el lado corto. Se puede hacer un pequeño corte en la base para que se curven mejor los extremos del croissant finalizado.
Pegar el borde untando un poco de huevo batido con un pincel de silicona.
Curvar un poco los bordes si se quiere y colocar el croissant sobre una bandeja con papel de horno.
Repetir la operación con el resto de triángulos de hojaldre.
Pintar bien todos los croissants con huevo batido, para que cojan un color bonito en el horno.
Mientras los preparamos percalentar el horno a 190 ºC.
Hornear en la parte central durante unos 25 minutos, hasta que estén bien hinchados y doraditos.
Ay se ven super deliciosos jejeje muy buen post ;)
ResponderEliminar