Fiambre de carne picada y pollo

Los fiambres de carne me han parecido siempre platos muy agradecidos y versátiles en la cocina. Sirven igual para reuniones informales o de picoteo que para reuniones más serias, ya sea como entrante o como plato principal, son fáciles de adaptar al número de comensales variando simplemente el tamaño del molde, suelen gustar a todo el mundo y además como ser sirven fríos son platos muy cómodos para prepararlos con antelación y no estar liados en la cocina en el último momento. Nuestro preferido es este fiambre de carne picada y pollo, con tiras de pechuga entre capas de carne picada y envuelto en bacon.

El paso final del prensado del fiambre puede parecer un poco tedioso, pero os recomiendo no saltarlo para conseguir un resultado perfecto. Al perder todo el líquido el fiambre es mucho más compacto (como se espera de un fiambre) y se parte muy bien sin desmoronarse. Alguna vez me he saltado el paso por pereza y la verdad es que se nota mucho, el fiambre se rompe con facilidad y la presentación es bastante mejorable.

Para servir el fiambre va muy bien el puré de patatas (si la comida es de postín unas patatas duquesa quedan fenomenal, aunque son más laboriosas) o una salsa. Le van muy bien un ketchup casero, una salsa de tomate si preferimos una salsa caliente, una salsa de pimientos del piquillo o la siempre socorrida mayonesa.

La receta está preparada en un molde de cake de 30 cm. Con esta cantidad salen unas 8 raciones para servirlo de segundo plato.

Ingredientes

• 6-8 personas (un molde de 30 centímetros).

• 600 gramos de carne picada. Yo he empleado mezcla de ternera y cerdo.
• Una pechuga de pollo entera.
• 200 gramos de bacon cortado muy fino.
• Un huevo.
• 2 rebanadas de pan de molde sin la corteza (sólo la miga).
• Leche para remojar el pan.
• Una cucharada de cognac o vino blanco.
• Sal y pimienta negra molida.
• Perejil picado.

Preparación

Poner a remojo la miga de pan con leche suficiente para que quede bien empapada.

Partir la pechuga de pollo en tiras largas. Si os resulta más cómodo se puede pedir al carnicero que la haga filetes y luego partir estos en tiras.

Poner en un bol la carne picada, el huevo batido, el vino blanco o el cognac, sal y pimienta negra molida al gusto y perejil picado (una cucharadita o así). Añadir la miga un poco escurrida. Mezclar bien.

Preparar el molde de cake que vamos a usar para preparar el fiambre. A mi me gusta colocar una lámina de papel de aluminio cubriendo el fondo y los laterales largos, aunque la verdad es que se desmolda muy bien. Si no queréis poner papel simplemente untadlo con un poco de mantequilla o de aceite.

Cubrir el fondo y los laterales del molde con las lonchas de bacon, colocándolas de forma que queden ligeramente montadas.

Poner la mitad de la carne picada en el molde, apretando un poco con el dorso de una cuchara para asegurarnos de que llega bien a las esquinas y no quedan huecos.

Distribuir algo más de la mitad de las tiras de pechuga sobre la carne, dejando un borde libre de un centímetro alrededor.

Tapar las pechugas con carne picada, colocar el resto de las pechugas y añadir la carne picada restante.

Doblar las puntas del bacon sobre el fiambre.

Mientras preparamos el fiambre precalentar el horno a 200 ºC.

Colocar el molde en la parte central del horno.

Hornear durante unos 45 minutos.

Sacar el molde del horno.

Para que el fiambre quede perfecto hay que prensarlo para que suelte todo el líquido.

Tapar el fiambre con papel de aluminio y colocar un peso encima. Nos sirven un par de cajas de leche o algún bote grande de conserva.

Mantener el peso hasta que se enfríe, inclinando el molde de vez en cuando para eliminar el líquido que va soltando. Necesitará un par de horas.

Desmoldar el fiambre sobre una fuente de servir.

Servir cortado en rodajas acompañado de la salsa o guarnición elegida.