La salsa de almendras es un clásico de toda la vida para cocinar el cardo que puede emplearse con éxito para otras verduras, como estas pencas de acelga. Para las alcachofas no lo he probado pero me da la sensación de que también le sentaría muy bien.
Para preparar estas pencas de acelga con salsa de almendras se emplean únicamente las pencas o tallos de la acelga (la parte blanca). Las hojas se reservan para otra receta. Van muy bien para una sopa juliana o una crema de verduras, tan reconfortantes los dos en estos días tan fríos. También se pueden usar en la mayoría de las recetas de espinacas, aunque en el caso de las hojas de acelga siempre hay que cocerlas antes de añadirlas a la receta.
- 4 personas.
- Dos manojos de acelgas. Sólo las pencas, las hojas las empleamos para otra receta.
- Una cebolla mediana.
- Un vasito (100 ml.) de vino blanco.
- Un puñadito de almendras (unos 30 gramos).
- 3 dientes de ajo.
- Una cucharada rasa de harina.
- Sal y pimienta negra molida.
- Aceite de oliva virgen extra.
Separar las pencas de las hojas. Reservar las hojas para otra receta.
Con una puntilla o un cuchillo afilado eliminar las hebras de las pencas y el extremo que suele tener algo de tierra.
Partir en trozos de tres o cuatro dedos de largo.
Poner al fuego una cazuela con agua en abundancia y un pellizco de sal.
Cuando el agua empiece hervir añadir las pencas y cocer hasta que estén blandas. Necesitarán entre 10 y 20 minutos, dependiendo de lo tiernas que sean. Lo mejor es comprobar si están blandas clavando la punta de un cuchillo. Hay que tener en cuenta que luego van a cocer un poco en la salsa, por lo que tampoco conviene dejarlas demasiado blandas.
Retirar del fuego y sacar las pencas de la cazuela, reservando el agua de cocción para añadirlo a la salsa.
Poner al fuego una cazuela baja con un chorro de aceite en el fondo.
Añadir los dientes de ajo pelados. Cuando se doren sacarlos de la sartén y colocarlos en el mortero o en el vaso de la batidora. Yo suelo pasar también el sofrito de cebolla y lo trituro todo con la batidora. Si sólo se van a pasar los ajos y las almendras al ser poca cantidad me parece más cómodo el mortero.
Poner las almendras en la sartén y dejar que se doren. Sacarlas de la sartén y añadirlas a los ajos.
Poner la cebolla picada en cuadritos pequeños en la sartén. Añadir un un pellizco de sal y dejar que se haga a fuego suave hasta que se ponga trasparente.
Añadir la harina y remover bien para que se mezcle con el aceite. Dejar que se cocine un par de minutos para quitar el sabor a crudo de la harina.
Añadir el vino blando y subir el fuego un par de minutos para que se evapore el alcohol.
Incorporar un par de cazos del agua de cocer las acelgas.
Triturar la picada de ajo y almendra. Se puede triturar también el sofrito de cebolla junto con la picada. De esa forma queda una salsa muy lisita.
Poner de nuevo la picada en la cazuela.
Añadir un poco de pimienta molida y rectificar de sal.
Incorporar las pencas cocidas. Si es necesario añadir un poco más de agua de cocción para que queden casi cubiertas de salsa.
Cocer 10 minutos a fuego suave.
Servir las pencas acompañadas de la salsa.
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