Natillas al caramelo

Las natillas son uno de los postres caseros más populares. La facilidad de su elaboración y el hecho de que usen ingredientes que están en todas las despensas hacen que sean una receta frecuente en muchas casas. A partir de la receta básica se pueden conseguir innumerables variantes añadiendo algún ingrediente que modifique el sabor, como el café, el cacao o estas natillas al caramelo que os traigo hoy. Para preparar unas natillas al caramelo basta con hacer al principio un caramelo con el azúcar que incorpora la receta, siguiendo a partir de hay con la receta habitual. Se consiguen unas natillas de color tostado y con el inconfundible sabor del caramelo.

Esta receta se prepara únicamente con huevo, sin añadir ningún espesante (maicena). Requiere un poco más de tiempo al fuego y un poco de cuidado para evitar que se corten pero quedan genial. Si preferís añadir un poco de maicena para espesarlas más fácilmente se puede añadir siguiendo las indicaciones de esta otra receta de natillas. Bastaría con emplear 15 gramos, ya que esta receta lleva más cantidad de huevo.

Ingredientes

• 4 personas.

• 500 ml. de leche.
• 4 yemas de huevo.
• 125 gramos de azúcar.
• Una cucharada de azúcar vainillada (opcional).

Preparación

Poner en un bol pequeño las yemas junto con la cucharada de azúcar vainillado si se usa y batir con un tenedor. Reservar.

Poner el azúcar junto con dos cucharadas soperas de agua en el cazo o cazuela en el que se van a preparara las natillas y ponerlo al fuego.

Dejar que se haga sin remover hasta que se forme un caramelo rubio. No dejar que tome un color muy oscuro para evitar que se queme y se vuelva amargo.

Apartar el cazo del fuego y añadir la leche muy despacio y con cuidado, ya que el caramelo subirá mucho. Yo echo primero un chorrito de leche, cuando vuelve a bajar el nivel añado un poco más y luego el resto despacito.

A veces el caramelo se solidifica al entrar en contacto con la leche fría. No pasa nada, se disolverá de nuevo al calentarse.

Volver a poner al fuego hasta que comience a hervir, removiendo de vez en cuando para que se disuelva bien el caramelo.

Cuando comience a hervir verter en forma de hilo sobre las yemas batidas, removiendo constantemente para evitar que se cuajen. No hace falta verter toda la leche, con un tercio o así es suficiente.

Poner de nuevo las yemas en el cazo con el resto de la leche y poner a fuego medio.

Cocer a fuego medio removiendo constantemente hasta que comience a espesar. No se debe dejar hervir en ningún momento para evitar que se corte. Al no llevar nada de maicena no espesará mucho, aunque al remover sí se nota que cambia la textura. Estará listo cuando al pasar el dedo por el dorso se la cuchara deje una marca. Tardará unos 10 o 15 minutos.

Pasar las natillas por un colador para eliminar los posibles grumos y repartirlas en 4 recipientes individuales.

Tapar con papel de film y poner en la nevera hasta la hora de servir.

Justo antes de servir las natillas se puede poner una galleta sobre la superficie, que es lo más tradicional. Cuanto más sencilla sea la galleta mejor, como las clásicas galletas María.