Sopa de pollo con fideos

El otoño ya está aquí. Después de esta tregua casi veraniega que hemos disfrutado durante las semanas pasadas ha venido para quedarse ya definitivamente, trayéndonos lluvia y frío. Con estos días ya fríos y tan lluviosos apetece una sopa calentita que caliente el cuerpo y el alma. Esta sopa de pollo con fideos es una opción reconfortante, ligera y muy sabrosa que puede ser un fantástico primer plato tanto para una comida como para una cena.

El caldo de pollo que se elabora como primer paso para preparar la sopa de pollo es un auténtico comodín en la cocina, ya que además de para preparar sopas se utiliza como base para añadir a muchos guisos, salsa y cremas. Como tiene un sabor muy suave no domina sobre el resto de sabores de la receta, pero aporta mucho más sabor que si añadimos simplemente agua. Es útil tener siempre algo de caldo de pollo congelado para usarlo en recetas que lo requieran. Para este fin es muy práctico prepararlo más concentrado (dejándolo hervir más rato o añadiendo menos agua) para que ocupe menos y congelarlo en porciones pequeñas.

Para esta receta se pueden aprovechar los esqueletos de pollo que quedan cuando sacamos la pechuga de un pollo entero para filetear, pero me gusta añadirle siempre alguna pieza con más carne, como un cuarto trasero. Al finalizar la cocción trincho la carne muy finita y se la añado a la sopa a modo de tropezones. Si no os gustan los tropezones en la sopa o si vais a usar el caldo para otro fin la carne puede emplearse para hacer unas croquetas o una ensalada de pollo. Las verduras (se pueden variar la cantidad de cada una a su gusto) no las aprovecho ya que quedan demasiado cocidas.

Para preparar la sopa puede emplearse cualquier tipo de pasta pequeña, de sopa. Yo que soy un poco maniática (¿quién no lo es?) empleo pasta de la redondita para la sopa de pescado y fideos para la sopa de pollo y la de cocido, pero puede emplearse indistintamente cualquiera de las variedades que encontramos en el mercado.

Cuando preparo la sopa me gusta añadirle un poco de zanahoria y de apio muy picaditos. Le dan un poco de color y como el tiempo de cocción de la pasta de sopa es tan cortito quedan bastante crujientes. A mí que gusta encontrarme estos tropezones en la sopa, pero pueden suprimirse al gusto.

Ingredientes

• 4 personas.

• Un cuarto de pollo y una carcasa de pollo.
• Una cebolla.
• Una zanahoria grande.
• Un puerro (podemos aprovechar la parte verde que no solemos aprovechar para otras recetas).
• Una rama de apio.
• Medio pimiento verde.
• Una hoja de laurel.
• Pimienta negra en grano.
• Sal.
• 4 puñados de fideos finos para la sopa. Puede emplearse cualquier otro tipo de pasta para sopa.
• Una zanahoria para la sopa (opcional).
• Medio tallo de apio para la sopa (opcional).

Preparación

Lavar los esqueletos y los trozos de pollo y ponerlos en una cazuela amplia.

Partir la cebolla por la mitad y añadirla a la cazuela.

Despuntar la zanahoria y rasparla. Partirla en rodajas gruesas y añadir a la cazuela.

Eliminar el extremo terroso del puerro, lavarlo para eliminar la tierra y añadirlo.

Incorporar a la cazuela el apio, el pimiento verde partido en trozos grandes, la hoja de laurel, unos granos de pimienta negra (una docena o así) y un pellizco de sal. Si vamos a usar el caldo para añadir a salsas puede omitirse la sal.

Añadir litro y medio de agua.

Poner la cazuela a fuego fuerte hasta que comience a hervir, retirando al principio la espuma que se forma en la superficie.

Cuando empiece a hervir bajar el fuego de modo que se mantenga un borboteo muy suave.

Cocer durante una hora y media.

También puede prepararse en la olla a presión. En este caso se pone algo menos de agua, ya que no se evapora. En una olla superrápida bastarán con unos 20 minutos de cocción con los dos aros.

Colar la sopa para eliminar todas las verduras y la carne.

Si vamos a preparar sopa la carne de pollo se puede partir en trozos pequeñitos y añadirla como tropezón. Si preferimos que no queden trocitos se puede aprovechar también para hacer unas croquetas.

Por último vamos a desgrasar el caldo.

Lo más cómodo es preparar el caldo el día anterior de modo que le dé tiempo a enfriarse completamente en la nevera y la grasa suba a la superficie y se solidifique formando una capa blanca que es muy fácil de retirar. Si no tenemos tiempo retirar con una cuchara los "ojos" de grasa que se formen en la superficie.

Una vez que tenemos el caldo vamos a preparar la sopa.

Si se van a añadir los tropezones de zanahoria y apio preparar en primer lugar las verduras. Despuntar la zanahoria y rasparla. Partir la zanahoria y el apio en trocitos muy pequeños. Si nos gusta que queden muy crujientes, casi crudos (dan un toque muy fresco a la sopa), se añaden a la sopa junto con los fideos. Si queremos que queden más cocidos se ponen al fuego desde el principio con el caldo.

Poner el caldo de nuevo al fuego y calentar hasta que comience a hervir. A mí me gusta calentarlo tapado para que no se evapore demasiado líquido. Suele ser buena idea dejar una pequeña rendija abierta para que no se salga cuando comience a hervir.

Cuando comience a hervir añadir los fideos. Tapar de nuevo y bajar el fuego (yo lo dejo al 2 o 3 en una vitro con 9 posiciones) y dejar cocer durante el tiempo indicado por el fabricante.

Apartar del fuego y dejar reposar 5 minutos.

Repartir en cuatro platos hondos o cuencos y servir inmediatamente.