La panna cotta es un postre italiano a base de nata cocida (es precisamente los que significa panna cotta) espesada con gelatina y que se sirve frío. Tiene una forma similar al flan aunque su textura es diferente, más espesa.
La panna cotta puede aromatizarse con distintos ingredientes para obtener versiones diferentes del postre. En los inicio del blog publiqué una versión básica de la panna cotta, la que se hace únicamente con nata, azúcar y gelatina. Podéis verla aquí: panna cotta. La de hoy es una panna cotta de chocolate blanco, en la que parte de la nata se sustituye por leche para que sea un poco más ligera.
Es un postre sencillísimo de preparar. En menos de 15 minutos está listo. Casi lo que más tiempo lleva es esperar a que hierva la nata. Necesita varias horas de reposo en la nevera, por lo que es ideal para prepararla el día anterior.
Me gustan mucho este tipo de postres para el verano, al no necesitar horno. Yo soy muy fan del horno, pero la verdad es que en Madrid en cuanto llega el verano da un poco de pereza encenderlo.
Yo suelo desmoldarla, como si fuera un flan (se desmolda un poco peor, la verdad), pero si la preparamos en unos vasos o cuencos monos puede servirse tal cual, sin desmoldar.
Para que no quede muy sosa al presentarla es buena idea adornarla con algo con un poco de color, una salsa de mermelada, chocolate o simplemente un poco de fruta.
La receta está basada en la Enciclopedia del chocolate.
Para mi gusto la receta no es demasiado dulce, pero si sois poco golosos se podría prescindir del azúcar, el chocolate blanco lleva ya una buena cantidad de azúcar.
- 4 personas.
- 200 ml. de nata para montar (contenido en materia grasa mayor de 35,1%)
- 250 ml. de leche.
- 150 gramos de chocolate blanco (he empleado el de Nestle Postres).
- 50 gramos de azúcar.
- 3 hojas de gelatina.
Poner la gelatina en remojo con agua fría de modo que quede completamente cubierta.
Picar el chocolate con ayuda de un cuchillo. Los de de Nestle Postres funden muy bien y basta partirlos un poco con la mano (el blanco además está dividido en cuadritos pequeñitos que se parten muy bien), pero si no sabemos como funde es mejor picarlo. Ponerlo el chocolate picado en un bol. La receta original funde el chocolate en el microondas, pero esta cantidad de chocolate se funde bien al añadirle la leche caliente y no lo he fundido previamente. Si prefieres fundirlo primero en el micro recuerda hacerlo a baja potencia (50%) y programando tiempos cortos para vigilar que no se queme.
Poner en un cazo al fuego la nata, la leche y el azúcar.
Cuando comience a hervir retirar del fuego. Estrujar la gelatina con el puño para eliminar el exceso de agua y añadirla al cazo con la nata caliente, removiendo para que se disuelva bien.
Añadir un tercio de la mata caliente al bol con el chocolate. Mezclar con una espátula describiendo círculos hasta que casi todo el chocolate esté fundido. Añadir otro tercio de la nata caliente y continuar mezclando de la misma forma. Por último añadir el tercio restante de la mezcla de leche y nata y mezclar formando círculos hasta que esté bien integrado.
Untar 4 moldes o 4 vasitos con una gotita de aceite suave (si no vamos a desmoldarlo no hace falta).
Verter la nata cocida en los moldes.
Cuando los moldees pierdan un poco de temperatura tapar con papel de film y meter en la nevera para que cuaje bien la gelatina. Necesitará al menos 3 horas, aunque yo prefiero dejarlo toda la noche.
Para desmoldarlo pasar un cuchillo alrededor del molde, volcarlo sobre un plato y agitar sujetando molde y plato hasta que se desprenda, como si fuera un flan. También se puede servir directamente en el molde.
Me gusta servirlo con algo de fruta de color fuerte que lo alegre un poco, en este caso fueron unas cerezas.
Esta panacotta está perfecta y seguro que riquísima =)
ResponderEliminarUn besote!