Flan de huevo

El flan de huevo es uno de mis postres favoritos. Me parece delicioso, con esa textura tan suave y cremosa. Yo diría que junto con el arroz con leche son los dos postres que más me gustan. Me gusta tanto que me llama la atención que lleve año y medio con y hayan pasado por aquí algo más de 250 recetas sin haberlo publicarlo. Es otro de los grandes clásicos de los postres caseros. Y además es sencillísimo de hacer. Simplemente se baten los huevos con la leche y el azúcar, se vierte en el molde previamente caramelizado y se mete al horno. Más sencillo imposible.

El flan de huevo es una mezcla de leche, azúcar y huevos que se cuaja al baño María. A esta mezcla básica se le pueden añadir distintos ingredientes para crear diferentes variedades de flan: chocolate, café, queso crema. Incluso pan o restos de bollos para hacer un budin, que yo siempre he considerado como un tipo de flan.

El flan de huevo puede cuajarse en el horno, sobre el fuego o en la olla express, pero siempre se hace al baño María. Yo lo hago al horno la mayoría de las veces y es la técnica que voy a detallar hoy. Según vaya publicando otras recetas de flan iré comentando las diferentes formas de cocción.

El Baño María es una técnica de cocción que consiste en introducir el recipiente con el alimento que que se quiere cocinar dentro de otro recipiente de mayor tamaño que se llena de agua. El recipiente interior se caliente de manera indirecta a través del calor del agua, no directamente de la fuente de calor, con lo que se calienta de una forma más suave y su temperatura no sobrepasa la del líquido empleado, que suele ser agua, lo que en la práctica implica que su temperatura no llegará a los 100 grados y la preparación no hervirá. Permite cocinar sin que se estropeen preparaciones delicadas que se cortan o queman fácilmente con una temperatura elevada. En el caso del flan empleamos el Baño María para evitar que al mezcla hierva y así poder conseguir esa textura tan lisa y suave que caracteriza al flan de huevo.

Si lo cociéramos sin baño María la mezcla empezaría a hervir antes de cuajar y al formarse remolinos y corrientes como los que forman cuando hierve el agua de una cazuela su textura sería menos uniforme, además de quedar manchado con remolinos de caramelo.

Lo único que debemos tener en cuenta al preparar el Baño María es que el agua debería llegar como mucho a la mitad de altura del recipiente interior. Si llega más arriba corremos el riesgo de que al hervir pueda entrar algo de agua en el flan y lo estropee.

Podemos cocer el flan en un molde grande y partir raciones, como he hecho yo, o en recipientes individuales. Con esta cantidad salen 6 flanes individuales. La mayoría de los recipientes para flan son de cristal o metálicos, aunque podemos emplear también cualquier recipiente cerámico que nos guste o vaya bien de tamaño. Para hacer el flan en la olla express venden una flaneras cónicas de metal con una tapa que se cierra herméticamente e impide que el vapor entre en el flan.

Yo el flan grande en el horno lo suelo hacer en el molde de Pyrex de paredes lisas, el de soufflé. Creo que ya he comentado más veces que me fascinan los moldes de Pyrex. Me parece cómodos para el horno, se mantienen perfectos con el paso del tiempo y además son bonitos para sacarlos a la mesa. Por manías personales el flan de huevo lo hago siempre en el molde de paredes lisas y nunca en la flanera de patitas, pero como digo son manías personales

Ingredientes

• 6 personas.

• Medio litro de leche.
• 4 huevos.
• 4 cucharadas soperas de azúcar para el flan (100 gramos de azúcar aproximadamente).
• 4 cucharadas soperas de azúcar para el caramelo.
• 2 cucharadas soperas de agua para el caramelo.
• Unas gotas de zumo de limón (opcional).

Preparación

En un bol batir los huevos con las 4 cucharadas de azúcar y la leche. Batirlo justo hasta que se integre, pero sin batir demasiado, ya que se hará espuma que formará una capa más aireada en la superficie, diferente a la textura lisa del flan.

Para preparar el caramelo poner las otras cuatro cucharadas de azúcar en un cazo o sartén junto con dos cucharadas de agua. Ponerlo al fuego. Se pueden añadir una gotas de zumo de limón para que no cristalice. Si la flanera que empleemos puede ponerse al fuego podemos preparar el caramelo directamente en ella. ¡Ojo! El pyrex no puede ponerse al fuego. Podemos tener suerte y que aguante, pero a la larga acabará rompiendo.

Remover hasta que se disuelva bien el azúcar y cocinar sin volver a remover hasta que coja un color dorado oscuro. En este momento estará listo el caramelo. Si lo seguimos cocinando corremos el peligro de que se queme, y entonces adquiere un sabor amargo muy poco agradable.

Verter el caramelo en el molde que vayamos a emplear. Podemos emplear un molde grande como el que he empleado yo o 6 moldecitos individuales. Mover el molde para distribuir el caramelo por el fondo y las paredes (con que cubra un par de dedos de la pared es suficiente). Hay que tener un poco de cuidado al manejar el caramelo, ya que las quemaduras del caramelo son las peores en cocina, peores que las del aceite debido a la alta temperatura del caramelo.

También se puede emplear caramelo del que venden hecho y nos evitamos preparar el caramelo, pero a mí nunca me ha gustado nunca su sabor, me sabe un poco amargo, como a caramelo quemado. Para mí la diferencia de sabor entre el caramelo comercial y el que hacemos en casa compensa sobradamente el mínimo esfuerzo que cuesta prepararlo. Se tarda 5 minutillos de nada.

Verter la mezcla de leche y huevos en el molde caramelizado.

Precalentar el horno a 180 grados.

El flan se cuece al baño María, colocando la flanera dentro de otro recipiente con agua. Bastará con que el recipiente exterior tenga un par de dedos de agua. En todo caso el agua no debe llegar muy arriba del molde del flan (la mitad como mucho) para evitar que entre agua dentro.

Poner el recipiente del baño María en el horno cuando lo encendamos, de esta forma el agua estará caliente al meter el flan en el horno.

Poner la flanera o los moldes individuales dentro del recipiente con agua, colocándolo a media altura en el horno y cocer hasta que esté completamente cuajado. Estará listo cuando el tocar en el centro del flan notemos que ya está cuajado, aunque todavía un poco temblón. El molde grande tardará entre 45 minutos y una hora. Los moldecitos individuales estarán listos en 30 minutos, aunque depende mucho de cada horno.

Sacar del horno y dejar enfriar completamente antes de desmoldar y servir. Para mí es un postre que está casi más rico enfriado en la nevera de un día para otro.

Al sacarlo del horno tiene este aspecto. Hasta da pena que esa costra tan doradita no se vea al servirlo.

Para desmoldarlo introducir un cuchillo de punta roma entre el flan y el molde todo alrededor para separarlo, poner un plato invertido sobre el molde y dar la vuelta. Si no cae (a mí me cuesta más desmoldarlo en las flaneras individuales metálicas que en el molde grande de Pyrex) darle un memeo seco.

Servir acompañado de su propio caramelo. Queda también muy rico acompañado de nata montada.

Si hemos preparado el flan en un solo molde para servirlo lo cortamos en cuñas.