El arroz con leche es uno de los postres caseros más populares de nuestra gastronomía. Un postre sencillo de preparar en casa que hecho con un poco de cuidado es una auténtica delicia. Es junto con el flan de huevo mi postre preferido y uno de los que preparo más a menudo.
Como todos los postres caseros existen numerosas recetas y variantes. Hace unos meses publiqué una receta de arroz con leche que se preparaba cociendo el arroz muy lentamente en la leche. Con ella se consigue un resultado delicioso aunque requiere algo de tiempo removiendo el arroz. La receta de hoy es una versión un poco más rápida en la que el arroz se cuece primero parcialmente en agua y luego se termina de cocer en la leche. Requiere menos tiempo que la anterior y el resultado es también muy bueno.
Son numerosas las recetas de arroz con leche en las que primero se cuece el arroz parcialmente en agua para terminar de cocerla en la leche. Yo siempre había oído que se hacía esto para así eliminar parte del almidón y que no quedara pastoso (en realidad lo que hace que el arroz con leche quede pastoso es emplear una cantidad muy elevada de arroz para la cantidad de leche de la receta, más que el almidón), hasta que hace unos meses leí que cocerla primero en agua facilita precisamente la liberación del almidón (por lo que se ve es más complicado en la leche) y ayuda a que el postre quede cremoso.
Aunque lo más tradicional sea aromatizar el arroz con leche con cáscara de limón (además de la imprescindible canela, claro) os recomiendo que probéis también con otros cítricos: naranja, mandarina, limas. Yo en invierno la preparo muchas veces con mandarina. Es un sabor sutilmente distinto y también muy rico. Lo de la mandarina lo probé por primera vez un día que me encontré con que no tenía limones con la leche ya en el fuego. Le puse la cáscara de una mandarina porque era la única alternativa que tenía a mano, pero resultó ser un sustituto del limón realmente bueno para esta receta. Ahora alterno entre los dos.
Podemos servir el arroz con leche templada o fría de la nevera, espolvoreada con un poco de canela en polvo justo antes de servir.
- 6-8 personas.
- 1 litro de leche.
- 125 gramos de arroz.
- 125 gramos de azúcar.
- 1 palito de canela.
- La peladura de un limón. Puede sustituirse por la peladura de otro cítrico. La mandarina le da un sabor distinto y delicioso.
- Canela en polvo para decorar.
Poner a hervir la leche en una cazuela junto con la cáscara de limón (o del cítrico elegido) y el palito de canela. Cuando comience a hervir bajar el fuego para que cueza muy despacio. No perderla de vista porque en cuanto empiece a hervir tiene tendencia a salirse de la cazuela.
Al mismo tiempo poner al fuego otra cazuela con agua.
Cuando el agua hierva añadir el arroz y cocer durante 10 minutos.
Escurrir el arroz en un colador (sin aclararlo) y añadirlo inmediatamente a la cazuela con la leche hirviendo.
Cocer durante 20 minutos removiendo con frecuencia con una cuchara de madera.
Añadir el azúcar, remover y cocer durante un minuto más.
Apartar del fuego. Tiene que quedar muy caldosa, ya que cuando repose un poco espesará.
Si se quiere se puede retirar el palito de canela y la cáscara de limón. Yo si no la voy a servir toda poco después de hacerla suelo dejarlos y los voy retirando al apartar para servir.
Se puede tomar templada o fría. Si la vamos a servir fría (a mí es como más me gusta), pasarla a un recipiente que se pueda cerrar bien y ponerla en la nevera hasta la hora de servir.
Repartir en platos o cuencos individuales y espolvorear con canela molida.
Un postre mítico y bueno donde los haya. Nunca defrauda y siempre gusta =)
ResponderEliminarUn besote!!
Desde luego es siempre un valor seguro.
EliminarBesos!