Chokladbollar

Los Chokladbollar, literalmente bolas de chocolate, son una preparación dulce muy populares en Suecia y Dinamarca (donde se denominan havregrynskugle), unas bolas de avena con chocolate y un toque de café cubiertas de coco rallado que no necesitan horno y que se sirven al final de las comidas o como parte del fika, la popular pausa sueca para el café, siempre acompañado de pastas o bollos.

Aunque por su forma redondeada y su color chocolate los chokladbollar tienen un aspecto muy similar a las trufas lo cierto es que las dos preparaciones tienen poco que ver, para mi los chokladbollar son más bien una especie de galleta de avena sin horno. La verdad es que es complicado clasificarlas. Un dulce un poco rústico por la presencia de la avena, pero ricas por el chocolate y un toque de café, que sin ser protagonista excesivo añade un punto muy rico, la combinación de chocolate y café siempre se complementa muy bien.

Los chokladbollar deben ser uno de los postres más sencillos de preparar que he encontrado nunca: mantequilla, azúcar, cacao en polvo, un poquito de café y avena para formar una pasta con la que formaremos bolitas que se rebozan en coco. En menos de media hora están listos.

Uno de los ingredientes fundamentales de los chokladbollar es la avena. Podemos emplear cualquier variedad de copos de avena: entera o partida. Yo uso normalmente copos de avena enteros, lo que los ingleses denominan old fashioned oats (avena al estilo antiguo) y que aquí se suele etiquetar como integral, es la que más me gusta para todas las preparaciones, aunque es la presentación más rústica de la avena, los chokladbollar quedan estupendos, pero es necesario masticarlos bien, como las galletitas integrales que en realidad son. Podemos usar también copos de avena rápidos, que aquí suelen aparecer etiquetados como suaves. Como la avena está precocida y cortada quedan la masa queda más suaves y uniforme.

Normalmente la masa de los chokladbollar se prepara mezclando los ingredientes a mano, la verdad es que se hace en un momento, pero también podemos usar un procesador de alimentos para prepararla. En este caso simplemente ponemos todos los ingredientes en el procesador y lo ponemos en marcha hasta que quede todo bien mezclado. En el proceso la avena queda reducida a trocitos minúsculos y la masa que obtenemos es más uniforme, más suave, sin que se noten las hojuelas de avena.

La forma más habitual de decorar los chokladbollar es rebozarlos en coco rallado. Hay versiones modernas que se cubren con fideos de chocolate o fideos de colores, pero las de coco son las más tradicionales. El coco tiene una ventaja fantástica para este tipo de preparaciones, y es que no se pega nada. Cuando se forman las bolitas con la masa, con la mantequilla todavía blanda, son bastante pegajosas, pero en cuento las rebozamos con coco ya no se pegan, un antiadherente natural. Si no os gusta mucho el coco tened en cuenta que la cantidad que lleva cada chokladbollar es mínima, el sabor queda enmascarado casi por completo con el chocolate y el café.

Los chokladbollar llevan una pequeña cantidad de café, unas 3 cucharadas soperas. Normalmente uso café expresso, pero se puede usar también café soluble disuelto en agua caliente.

Una vez que formamos los chokladbollar es necesario dejarlos en la nevera al menos media hora para que se endurezcan. Recién hechos, con la mantequilla a temperatura ambiente, son muy blanditos y un poquillo pringosos. Al enfriarse se endurecen y son más cómodos de manejar y de comer, queda una textura agradable para morder. Los que sobren los guardamos en la nevera, para que no se ablanden. Se suelen servir directamente de la nevera, sin atemperar.

Los chokladbollar son de tamaño mayor que las trufas. Con las cantidades de la receta salen unos 325 gramos de masa. En las recetas originales que vi hace tiempo suelen dividirla en 10 bolas de unos 30 gramos. Yo los hago un poquito más pequeños, y divido la masa en 12-13 bolitas de unos 25 gramos.

Ingredientes

• 12 chokladbollar.

• 100 gramos de mantequilla.
• 60 gramos de azúcar. Yo uso moreno, pero se puede poner blanco normal.
• 3 cucharadas de cacao en polvo.
• 3 cucharadas de café.
• 125 gramos de copos de avena.
• Un pellizco de sal
• 40-50 gramos de coco rallado.

Preparación

Sacar la mantequilla de la nevera con antelación para que esté blandita cuando comencemos con la receta.

Poner en un bol la mantequilla y el azúcar. Añadir un pellizco de sal.

Mezclar bien con una lengua de cocina o una cuchara hasta obtener una crema homogénea. No hace falta batir con unas varillas, es suficiente con mezclar bien hasta que todo esté bien mezclado.

En otro recipiente (sirve una taza) poner el café y el cacao en polvo y mezclar hasta que el cacao esté bien disuelto.

Añadir la mezcla de café y cacao al primer bol con la mantequilla y mezclar hasta que esté todo homogéneo.

Incorporar la avena.

Mezclar bien hasta obtener una pasta de aspecto homogéneo, sin avena suelta.

Otra opción para preparar la masa es usar un procesador de alimentos. Poner todos los ingredientes en la cubeta del procesador y accionarlo hasta que esté todo bien mezclado. En este caso como la avena se tritura y quedan más finas.

Si el café está caliente la mantequilla se ablanda demasiado, en este caso dejo reposar la masa un ratito para que se temple y coja algo más de cuerpo.

Poner el coco rallado en un plato.

Para formar las chokladbollar coger porciones de masa con una cuchara y darles forma redondeada con las manos. Deberían ser bolas más grandes que unas trufas, más del tamaño de pelotas de golf. Podemos coger porciones de masa a ojo o pesarlas. Yo que soy muy pejilguera con los pesos suelo hacer porciones de unos 25 gramos. Con los 325 gramos de masa que salen aproximadamente salen 12 o 13 bolas de unos 25 gramos, que son un poco más pequeñas que lo que he visto en las recetas suecas.

Según vamos formando las bolas depositarlas en el plato con coco rallado. Como tendremos las manos sucias de cacao no las vamos a rebozar todavía, para evitar manchar el coco, simplemente las dejamos sobre el coco.

Cuando hayamos terminado de formar las bolitas y con las manos limpias rebozarlas bien de coco rallado.

Poner las chokladbollar en la nevera hasta el momento de servir, al menos media hora.

Normalmente se sirven directamente de la nevera.