Huevos revueltos con ajetes y gambas

Los huevos revueltos son una opción perfecta para una comida o cena. O incluso un desayuno, si os atrevéis con algo más contundente, aunque yo prefiero opciones más ligeras y algo dulces. Es un plato muy versátil porque permite acompañar los huevos con casi cualquier ingrediente que tengamos a mano. De las infinitas combinaciones posibles una de las que más me gusta son estos huevos revueltos con ajetes y gambas, riquísimos y rápidos de preparar.

Para que los huevos revueltos queden cremosos el único secreto es cuajarlos al fuego con una potencia baja y sin dejar de remover, para que se hagan lentamente y de manera uniforme. Si los cocinamos con el fuego demasiado alto se cuajan demasiado rápido y muchas veces acaban pareciendo más una tortilla muy rota que unos huevos revueltos. Yo normalmente los cocino al 2 (como mucho al 3) en una placa que llega hasta el 9. Tened en cuenta que la placa y la sartén tardan un poco en ajustarse a la temperatura, por lo que una vez que bajemos el fuego hay que esperar un poquito a que la sartén pierda calor antes de añadir los huevos. Además de hacerlos a baja temperatura hay que remover constantemente mientras se cuaja el huevo, haciendo círculos y sin olvidarnos de pasar bien la cuchara por los rincones de la sartén, así se cocinarán de forma uniforme.

Es muy habitual añadir un poco de leche o nata a los huevos revueltos. Yo suelo añadir un par de cucharadas de leche por persona. Con la leche quedan un poco más cremosos. Para mi la principal ventaja de añadir un poco de leche es que hace que los huevos cuajen de manera un poco más lenta al principio, lo que siempre ayuda a que queden uniformes y suaves.

Los huevos revueltos son muy versátiles, se pueden hacer casi con cualquier cosa, la combinación de ajetes y gambas es todo un clásico (no he descubierto nada nuevo, la verdad) y mi no me cansa nunca.

Los ajetes tiernos son ajos que se recolectan antes de que maduren y desarrollen el bulbo que contiene los dientes que habitualmente usamos para cocinar. Su sabor es una versión suave y delicada del sabor del ajo, y quedan perfectos en todo tipo de revueltos y salteados de verdura.

Para preparar este revuelto uso siempre gambones o langostinos enteros. Para los revueltos son muy populares las gambitas que se venden ya peladas y congeladas, pero me parecen un poco sosas de sabor. Suelo poner unas 4 piezas por ración, según el tamaño, cortados en trozos no muy pequeños.

Al preparar los huevos revueltos suelo emplear 6 huevos para 4 personas, con un huevo por ración me parece que queda un poco escaso. Cuando preparo una ración individual suelo usar 2 huevos.

El único defecto de los huevos revueltos es que su presentación en el plato suele ser bastante deslucida, no es la comida más vistosa que digamos. Una buena opción a la hora de presentarlos es servidor sobre pan tostado, empleando una rebanada grande de pan como base sobre la que se colocan los huevos revueltos. El mismo método sirve para convertirlos en tostas, servidos sobre rebanadas de pan más pequeñas.

Ingredientes

• 4 personas.

• 6 huevos.
• Un manojo de ajetes (unos 150 gramos).
• 16 gambones o langostinos.
• Un chorrito de leche o nata (opcional).
• Sal.
• Pimienta negra molida.
• Aceite de oliva virgen extra.

Preparación

Eliminar el extremo terroso de los ajetes. Cortar la parte del tallo verde oscuro más dura. Según se acerca al centro del tallo es más tierno aunque siga siendo de color verde oscuro.

Cortar los ajetes. Se suelen cortar en trozos de 2-3 centímetros, aunque yo prefiero rodajas más pequeñas, manía mía.

Retirar la cabeza de los gambones o langostinos y pelarlos. Cortarlos en trozos no demasiado pequeños.

Poner al fuego una sartén con un chorro de aceite en el fondo.

Cuando se caliente añadir los ajetes troceados.

Bajar el fuego y saltear los ajetes hasta que estén tiernos. Cuidado con la temperatura porque se doran y se queman con facilidad.

Cuando casi estén casi listos añadir los gambones troceados y cocinar hasta que cambien de color.

Mientras salteamos el resto de ingredientes vamos a preparar los huevos.

Cascar los huevos en un bol.

Añadir un poco de leche o nata, un par de cucharadas por ración (unos 100 ml). La leche es opcional, pero ayuda a que los huevos queden más cremosos.

Poner sal y pimienta negra molida al gusto.

Batir los huevos como para tortilla, de modo que queden bien mezcladas claras y yemas pero sin añadir demasiado aire.

Bajar un poco más el fuego. Yo lo suelo dejar al 2 en una placa que llega hasta el 9.

Verter los huevos en la sartén.

Remover constantemente hasta que se cuajen, sin olvidarnos de llegar bien a todos los rincones de la sartén. Necesitarán entre 3 y 5 minutos, dependiendo de la temperatura del fuego.

Cuando estén cuajados a nuestro gusto retirar la sartén del fuego. Tened en cuenta que al apartarlos del fuego todavía cuajarán un poco más por el calor acumulado.

Repartir el revuelto en 4 platos y servir inmediatamente.