La combinación de huevos y pan siempre triunfa, y por eso estos huevos al nido, con los huevos horneados en un panecillo al que hemos retirado la miga son siempre una opción estupenda para una cena o una comida informal.
Los huevos al nido suelen llevar algún relleno adicional además del huevo. El embutido y los fiambres ganan por goleada, son de las opciones más habituales, por estar fácilmente disponibles en la nevera y por resultar apetecibles: jamón serrano cortado en taquitos, jamón cocido, que es lo que he puesto en los nidos de las fotos, un poco de chorizo bien picado, bacon, o incluso un poco de sobrasada. Pero no son la única opción, y podemos rellenar los nido de cualquier cosa que se nos ocurra: unos champiñones laminados y salteados, unas verduritas saltadas o cualquier resto de un guiso de pollo o de cerne estofada bien desmigado, combina bien con cualquier resto que tengamos en la nevera. Tened en cuenta que los nidos son pequeños y y se necesita muy poca cantidad para rellenarlos.
Es también habitual añadir un poco de salsa de tomate a los nidos antes de añadir el resto de ingredientes, para humedecer el pan y que no se reseque en exceso en el horno. Se suelen poner entre una y dos cucharadas por panecillo, dependiendo del gusto de cada uno y del relleno, si es más graso hará falta menos tomate.
En muchas versiones clásicas se unta el interior de los panecillos con un poco de leche, pero en mi opinión si ponemos salsa no hace falta.
La forma más sencilla de preparar los huevos al nido es verter el huevo completo en el hueco del pan, sobre el resto del relleno. Al poner el huevo entero desde el principio la yema suele cuajarse completamente. Si os gusta que quede líquida, como en los huevos fritos, la opción es separar las claras y las yemas. Las claras se añaden al panecillo desde el principio, reservando las yemas, que se colocarán sobre la clara cuajada cuando apenas queden un par de minutos de horno, lo suficiente para que se hagan pero sin llegar a cuajarse.
En una de las versiones más clásicas de esta receta se vierte dentro del panecillo únicamente la yema del huevo. Las claras se montan a punto de nieve y se colocan sobre la yema, terminando de llenar el huevo y formando un copete. Además de quedar vistoso este sistema tiene la ventaja de que la yema nos quedará líquida, ya que las claras actúa de aislante y la protegen del calor del horno.
A mi personalmente me gustan más los huevos al nido preparados en el horno, resultan mucho más ligeros, pero también existe la posibilidad de hacerlos en la sartén, fritos con abundante aceite. De hecho yo diría que es la versión original y que la opción del horno se ha popularizado en fechas más recientes. En sartén quedan muy ricos, el pan frito queda genial, pero bastante más pesados y sobre todo con muchas más calorías.
Para preparar los huevos al nido podemos emplear cualquier tipo de panecillo individual. A mi me gustan más los de pan blanco con corteza crujiente, los de las fotos son chapatitas, pero se pueden usar también panes más abriochados o tipo bollo, depende del gusto de cada uno o de lo que tengamos a mano.
- 4 personas.
- 4 panecillos individuales.
- 4 huevos.
- Tomate frito (1 o 2 cucharadas por panecillo).
- Jamón serrano, jamón cocido, bacon, sobrasada, queso, al gusto.
Poner los panecillos sobre la tabla de cortar.
Cortar una tapa redonda en en centro de cada panecillo. Se hace muy bien con un cuchillo de sierra, de los de cortar pan.
Vaciar los panecillos de miga, con cuidado de no romper la corteza.
Las recetas más clásicas untan el interior de los panecillos con un poco de leche, pero yo no lo hago nunca, con el tomate me parece suficiente.
Poner una o dos cucharadas de salsa de tomate en el interior de cada panecillo. Se puede emplear una cucharilla de postre para extenderla y que cubra bien toda la base.
Picar el ingrediente que vayamos a añadir a los huevos al nido. Yo he usado jamón cocido bien picadito, una loncha finita por cada panecillo, pero se puede usar también jamón serrano, bacon, un poco de chorizo bien picadito, sobrasada, lo que os guste.
Repartir el jamón cocido o el ingrediente que usemos entre los 4 panecillos. Como con el tomate podemos ayudarnos de una cucharilla para llegar bien a los bordes.
Cascar los huevos uno a uno y verter un huevo entero en el hueco de cada panecillo.
Se puede añadir un poco de pimienta, pero no es conveniente añadir sal (lo haremos en la mesa si se quiere) porque hace que cuaje mal la clara.
Mientras preparamos los panecillos precalentar el horno a 180 grados.
Poner los panecillos sobre la bandeja en la parte central del horno.
Hornear hasta que la clara esté cuajada, necesitará entre 15 y 22 minutos, dependiendo del horno y de cómo nos guste de cuajado.
Sacar los panecillos del horno y servir inmediatamente.
He de confesar que no he preparado huevos así nunca, me parece una buena opción además que viendo tus panecillos se ven buenísimos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.