La pasta es un alimento tremendamente versátil que combina muy bien casi con cualquier ingrediente. Para variar la clásica pasta con tomate me gusta mucho incorporar a la receta dos ingredientes muy mediterráneos: berenjena y albahaca. Esta pasta con tomate y berenjena, casi una versión de la pasta alla Norma pero sin la ricotta, es un plato de pasta sencillo, ligero y sabroso que está para chuparse los dedos.
Las berenjenas contienen unas sustancias llamadas solaninas que aportan a esta verdura un sabor ligeramente amargo. Para eliminarlo la solución más clásica consiste en partir la berenjena, espolvorearla con un poco de sal y dejarla reposar una media hora para que expulse el líquido amargo. Luego se aclara con agua en abundancia para eliminar bien la sal. Por ese motivo la mayoría de las recetas que incluyen berenjena suelen comenzar con este paso. Las variedades modernas de berenjena son cada vez menos amargas, pero a pesar de todo yo siempre dejo reposar la berenjena con sal antes de incorporarla a la receta.
Para la salsa empleo tomates frescos, que después de pelados y troceados se fríen con la berenjena hasta que están hechos. De esta forma la salsa de tomate queda con tropezones de tomate, además de los trocitos de berenjena. Si preferís que el tomate quede más lisito, como si fuera salsa de tomate, se puede rallar el tomate o pasarlo por la batidora antes de añadirlo a a salsa.
El tomate fresco puede sustituirse perfectamente por tomate natural de lata, que resulta comodísimo porque además no hay que pelarlo.
La receta puede prepararse con cualquier variedad de pasta. Suelo alternar entre spaguetti y macarrones. El spaguetti me atrevería a decir que es la variedad de pasta que más me gusta por la forma en la que se cuece, pero por el tipo de salsa de esta receta son más cómodas las variedades de pasta corta como los macarrones, que permiten mezclar con la salsa con más facilidad.
Si queréis añadir más sabor a la receta se pueden rehogar un para de ajitos laminados en el aceite caliente y retirarlos antes de añadir la berenjena. También se pueden añadir unos aritos de guindilla si os gusta el picante.
- 4 personas.
- 300 gramos de pasta.
- Una berenjena.
- 700 gramos de tomates frescos (unos 600 gramos de tomate natural de lata).
- Albahaca.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra molida.
- Queso parmesano rallado.
Lavar la berenjena y secarla. Eliminar el tallo.
Yo para esta receta como se parte en trocitos pequeños no la pelo, los trocitos de piel que quedan en cada parte son pequeños y no resultan desagradables, pero si se prefiere se puede pelar.
Partir la berenjena en cuadritos pequeños.
Poner los trocitos de berenjena en un colador. Espolvorear con un poco de sal y remover para que se distribuya por igual.
Dejar reposar durante media hora para que suelte el líquido amargo que tiene.
Transcurrido el tipo de reposo aclarar bien con abundante agua del grifo para eliminar la sal.
Poner al fuego una cazuela con agua en abundancia para cocer la pasta.
Añadir la pasta cuando el agua hierva a borbotones. Cocer el tiempo indicado en el envase.
Escurrir bien la pasta. Si no la vamos a añadir inmediatamente a la salsa enfriar bajo el grifo de agua fría para detener la cocción y que no se pase.
Pelar los tomates.
Partirlos en trozos. No hace falta que sean menudos, al cocer se van partiendo con el canto de la cuchara hasta quedar casi deshechos. Si se prefiere también se pueden rallar o triturar.
Si empleamos tomate natural de lata escurrirlos del jugo de envasado y partirlos de la misma forma.
Poner al fuego una sartén grande o una cazuela baja y amplia con un chorro de aceite en el fondo.
Añadir la berenjena bien escurrida.
Sofreír lentamente hasta que los trocitos de berenjena estén cocinados y al pincharlos se noten blandos. Este paso me gusta hacerlo con un poco de paciencia para asegurarse de que la berenjena queda blandita y bien hecha.
Cuando la berenjena esté hecha añadir el tomate.
Dejar que se cocine unos 10 minutos, aplastando los trocitos de tomate con el canto de la cuchara para que se vaya deshaciendo.
Añadir albahaca picada, pimienta negra molida y un pellizco de sal. En las recetas con berenjena hay que tener un poco de precaución antes de añadir sal, porque a veces a pesar de aclararla bien queda un poquito salada. Es recomendable probar la salsa antes de añadir sal.
Incorporar la pasta escurrida y dejar que se cocine un par de minutos, removiendo para que se impregne bien de salsa.
Repartir en 4 platos y servir inmediatamente.
Rallar queso sobre la pasta al servir si se desea.
Excelente receta, espero recrearla pronto.
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