Fideos chinos con gambas

Me gustan los salteados de pasta, me parecen sanos, variados y fáciles de preparar. Estos fideos chinos con gambas tienen el toque exótico y todo el sabor de la cocina oriental. Preparados con fideos de arroz, gambas o langostinos y verduras salteadas son una receta sencilla y rápida de preparar.

Los fideos chinos se elaboran con arroz, a diferencia de la pasta tradicional, que se fabrica con sémola de trigo. Son finitos, casi transparentes y en los últimos años han pasado de ser un producto exótico a ser un producto habitual en cualquier supermercado de tamaño mediano. Solos son un poquillo sosos (más que la pasta normal), pero acompañados de un buen salteado y una salsa sabrosa están ricos.

La forma de cocinarlos depende de las variedades. Hay algunas variedades que se cuecen en agua hirviendo, como la pasta tradicional, aunque necesitan menos rato, algo lógico si tenemos en cuenta que su grosor es más parecido al fideo de sopa que a los espagueti, con 3 o 4 minutos están listos. Otras variedades en cambio no necesitan cocción, simplemente se ponen en remojo con agua caliente durante el tiempo especificado, sin que tengamos que hervirlos. En cualquiera de los dos casos al finalizar el tiempo indicado se escurren en un colador y se enfrían bajo el grifo con agua fría.

Una de las cosas que más me gusta de este tipo de salteados es que nos permite mucha libertad a la hora de elegir los ingredientes. A mi me gusta mucho esta combinación, pero podemos variarla libremente para adaptarnos a lo que nos guste o tengamos en casa. Son recetas estupendas para usar pequeños restos de verduras que tengamos en la nevera, como se combina con otras no importa que las cantidades sean pequeñas y se pueden aprovechar perfectamente. Además de los vegetales empleados en la receta me gustan mucho el pimiento rojo, el puerro cortado en rodajas o los brotes de soja.

Las gambas o langostinos también se pueden sustituir por otros ingredientes, si queremos seguir añadiendo un poco de proteína al plato. Preparado con un par de filetes pollo cortados en trocitos queda también estupendo, y la versión con lomo de cerdo me gusta también mucho. El tofu es también una buena opción si preferimos la proteína vegetal para hacer una versión totalmente vegetariana.

El plato se adereza con salsa de soja y jengibre fresco, dos ingredientes muy potentes, pero lo cierto es que estos fideos necesitan algo que les dé vida. El jengibre fresco es un ingrediente que me encanta, tiene un sabor bastante picante, pero muy distinto por ejemplo al que tiene la guindilla, a mi que no me gusta mucho el picante me resulta agradable, es curioso porque es picante pero resulta muy fresco al mismo tiempo. Si no tenemos fresco se puede sustituir por jengibre en polvo, pero para mi gusto le faltan muchos matices del fresco. Si no lo habéis usado nunca empezad poniendo poca cantidad.

Los salteados orientales se elaboran habitualmente en un wok. El wok es un pariente de nuestras sartenes propio de la cocina oriental, con forma más bien redondeada, casi de bol, aunque hay muchas versiones con el fondo liso para asentarlo en la encimera. Se caracteriza porque las paredes alcanzan altas temperaturas, lo que hace que los alimentos se cocinen rápidamente y queden más crujientes, ya que no da tiempo a que suelten agua y se cuezan en sus propios jugos. Las paredes redondeadas tienen una ventaja adicional y es que al remover los ingredientes los trocitos caen hacia el centro del wok, mientras que en las sartenes clásicas cuando están muy llenas tienden a caer fuera de la sartén. Son muy útiles para preparar todo tipo de salteados, pero si no tenemos uno para esta receta puede sustituirse perfectamente por una sartén amplia.

Ingredientes

• 4 personas.

• 300 gramos de fideos chinos de arroz.
• 300 gramos de gambas o langostinos enteros. También pueden usarse gambitas peladas (150 gramos).
• Un calabacín no muy grande.
• 2 zanahorias.
• 250 gramos de champiñones.
• Media cebolla mediana.
• Un trozo de jengibre fresco (unos 3 centímetros).
• 4 cucharadas de salsa de soja.
• Aceite de oliva virgen extra.

Preparación

En primer lugar vamos a preparar los fideos según las instrucciones del paquete.

Dependiendo del tipo de fideos se cuecen en agua hirviendo, como la pasta italiana habitual, o simplemente se dejan en remojo con agua caliente, pero sin ponerlos a hervir. Los míos por ejemplo se cuecen en agua hirviendo durante 3-4 minutos. En cualquiera de los dos casos una vez transcurrido el tiempo indicado se escurren bien y se enfrían con agua fría bajo el grifo.

Reservar.

A continuación vamos a preparar las verduras.

Pelar los langostinos o las gambas. A mi me gusta dejarlos enteros, pero también se pueden partir en trocitos.

Pelar la cebolla, partirla en juliana fina.

Despuntar el calabacín. Yo lo uso siempre con piel, una vez cocinada tiene una textura agradable, pero si no os gusta puede pelarse. Partir el calabacín en 4 a lo largo y partirlo luego en rodajas finitas. También se puede partir en bastones.

Despuntar las zanahorias, pelarlas y partirlas en rodajas o en bastones.

Eliminar el extremo del pie de los champiñones si tienen tierra, lavarlos bien sin dejarlos en remojo y partirlos en láminas finas.

Pelar el jengibre. Algunos pelaverduras de los que tienen forma de Y tienen en un lateral una tira metálica que es perfecta para pelar el jengibre (yo lo descubrí porque la etiqueta que llevaba el mío lo mostraba). En otro caso se pela bastante bien con una cuchara, resulta más cómodo que un cuchillo.

Yo prefiero rallar el jengibre directamente sobre la sartén, pero si no tenemos un rallador también se puede partir en trocitos.

Poner al fuego un wok o una sartén grande con un chorro de aceite en el fondo.

Cuando se caliente añadir los langostinos, dejar que se hagan hasta que cambien de color y sacarlos de la sartén. Reservar.

Vamos a empezar poniendo las verduras más duras en el wok o sartén, ya que necesitarán unos minutos más.

Añadir las zanahorias y la cebolla dejar que se hagan 4 o 5 minutos.

Añadir el calabacín y los champiñones laminados y cocinar hasta que estén tiernos, removiendo con frecuencia.

Cuando esté casi hecho añadir el jengibre rallado (se pude rallar directamente sobre la sartén) o en trocitos muy menudos.

Hasta aquí no pongo nunca sal, la salsa de soja ya lleva bastante, especialmente para los que tenemos costumbre de cocinar con muy poquita sal.

Añadir los fideos y los langostinos.

Incorporar la salsa de soja (se pude variar la cantidad al gusto) y remover bien para que se mezcle todo por igual.

Saltear un par de minutos para que se mezclen bien los sabores y los fideos se calienten de nuevo.

Repartir en 4 platos o cuencos y servir inmediatamente.