Magdalenas de chocolate

Es increíble que con lo que me gusta a mi el chocolate hasta ahora no hubiera en el blog ninguna magdalenas de chocolate, olvido que hoy me dispongo a subsanar con estas magdalenas con un intenso sabor a chocolate, procedente tanto del cacao en polvo como de las pepitas de chocolate, y con un sutil toque de café, a las que también podríamos llamar magdalenas moka.

¿Magdalenas o muffins?

Aunque magdalenas y muffins no son exactamente lo mismo solemos usar los términos de forma indistinta. Las idea de estas magdalenas de chocolate parte de los muffins de moca de "The Joy of Baking", con algunas modificaciones que hice a partir de otras recetas parecidas que fui viendo. Todas, incluso las españolas, usaban el término muffin, pero para mi estos bizcochitos tienen más características de nuestras adorables magdalenas que de los muffins.

En primer lugar la receta lleva aceite en vez de mantequilla, algo que es más característico de las magdalenas que de los muffins. La masa resultante es bastante líquida, como la tradicional de las magdalenas, mientras que la de los muffins suele ser bastante más densa. Por último, la forma de preparación, añadiendo la harina a los ingredientes húmedos también es la habitual de las magdalenas, mientras que en los muffins se suele hacer al revés, añadiendo los ingredientes húmedos al bol con la harina. Aunque lo cierto es que con independencia del nombre que les demos están buenísimas.

¿Cuántas magdalenas salen?

Con las cantidades de la receta y usando las cápsulas de papel tradicionales de las magdalenas con esta receta salen unas 18 magdalenas, dependiendo de lo que se llenen las cápsulas me salen siempre entre 17 y 19. Las recetas que tomé como base indicaban todas 12 unidades, pero normalmente los muffins son más grandes que las magdalenas.

Un toque de café

La masa de estas magdalenas de chocolate lleva un toque de café que las hace muy ricas. El chocolate y el café son dos sabores que combinan muy bien, pero además el café intensifica el sabor del chocolate, de ahí que en muchas recetas de chocolate se añada un poquito de café, no tanto por el propio sabor del café sino precisamente porque refuerza al chocolate. Se añaden 60 ml. de café espresso, vamos, café de cafetera. Si no tenéis costumbre de preparar café o simplemente no os apetece hacer ex profeso para la receta el espresso se puede sustituir también por una cucharadita de café soluble disuelta en 60 ml. de agua (o de leche) caliente. En cualquiera de los dos casos hay que dejar que el café se enfríe hasta alcanzar temperatura ambiente antes de incorporarlo a la receta.

A mi me gusta el toque de café, pero se podría eliminar, bastaría en este caso con añadir 60 ml. más de buttermilk a la receta.

Buttermilk

El buttermilk es suero de leche. Es un producto muy habitual en la repostería americana, porque da lugar a bizcochos y preparaciones muy aireados, especialmente si se añade algo de bicarbonato en la masa, ya que al reaccionar con el ácido del buttermilk se produce mucho gas y las masas quedan muy ligeras. En España no es un producto fácil de encontrar, pero es sencillo preparar un sustituto casero simplemente con añadir una cucharada de vinagre o zumo de limón a una taza de leche, remover y dejar reposar 10 minutos. Veréis que la leche cambia de aspecto, parece casi como un yogur muy líquido. Y no, no sabe a vinagre, no os preocupéis. Para la cantidad de buttermilk que se emplea en la receta (150 ml.) basta añadir 2 cucharaditas de vinagre (unos 10 ml.) a la leche.

Pepitas de chocolate para unas magdalenas doble chocolate

Estas magdalenas de chocolate están muy ricas ya de por sí, pero si les añadimos unas pepitas de chocolate para unas magdalenas doble chocolate ya están de vicio. Tras el paso por el horno el chocolate de las pepitas se queda muy cremoso y es estupendo encontrarte esos trocitos de chocolate blandito al morder la magdalena.

También se pueden añadir unas nueces o unas avellanas tostadas picaditas.

Ingredientes

• 18 magdalenas.

• 225 gramos de harina de todo uso.
• 25 gramos de cacao en polvo.
• 2 huevos grandes.
• 150 ml. de buttermilk (ver nota anterior).
• 90 ml. de aceite de oliva suave o de girasol.
• 60 ml. de café espresso (o agua con café soluble).
• 75 gramos de azúcar blanco.
• 75 gramos de azúcar moreno (u otros 75 gramos de azúcar blanco).
• 7 gramos (medio sobre) de levadura de repostería (polvos de hornear).
• 1/2 cucharadita de bicarbonato.
• Un pellizco de sal.
• 100 gramos de pepitas de chocolate (opcional).

Preparación

Poner en un bol la harina, el cacao en polvo, un pellizco de sal, la levadura de repostería (polvos de hornear) y el bicarbonato. Remover un poco con una cuchara hasta que el cacao se mezcle bien con la harina y la mezcla tenga un aspecto homogéneo. Reservar.

Poner en otro bol los huevos y los dos tipos de azúcar y batir hasta que esté espumoso.

Añadir el aceite y batir hasta que esté bien integrado.

Incorporar el buttermilk y el café (que deberá estar a temperatura ambiente) y batir hasta que esté bien mezclado.

Queda una mezcla con una textura muy líquida.

Incorporar la mezcla de harina y cacao, mejor si se hace a través de un tamiz o un colador para eliminar bien los grumos (el cacao tiene tendencia a hacer grumitos).

Mezclar con una espátula, trabajando la mezcla lo justo para que no se vea harina suelta.

Añadir las pepitas de chocolate si se usan y remover un poco para que se repartan por igual. No mezclar en exceso porque entonces se van todas al fondo.

Rellenar las cápsulas de magdalena con la mezcla. No llenarlas en exceso, solo tres cuartas partes más o menos.

Para que las magdalenas suban bien es aconsejable poner las cápsulas de papel dentro de un molde más rígido que evite que se abran hacia los lados. Yo las horneo colocando las cápsulas dentro de un molde para magdalenas. Como no se pueden abrir suben bien y además resulta muy cómodo para meterlas y sacarlas del horno. Mi molde tiene 12 cavidades, así que las horneo en 2 veces, 12 la primera y el resto (salen entre 5 y 7 más, dependiendo de cuanto los llenemos) en una segunda hornada.

Mientras se prepara la masa precalentar el horno a 190 grados.

Colocar las magdalenas en la parte central, preferiblemente sobre la bandeja.

Hornear entre 18 y 23 minutos. Se puede probar si están hechas insertando un palillo en la parte central de una de ellas.

Sacar del horno y colocar sobre una rejilla.

Si las hemos horneado en un molde de magdalenas dejar reposar 10 minutos dentro del molde. Sacarlas a continuación y dejarlas sobre la rejilla hasta que se enfríen completamente.

Hornear el resto de la misma forma.