El petit-suisse es un queso fresco sin sal típico de la región francesa de Normandía que se prepara con leche de vaca y nata, con forma de pequeños cilindros de entre 30 y 60 gramos de peso. Aunque para los que éramos niños a principios de los 80 la palabra petit-suisse lo que nos recordará siempre serán los postres lácteos de nuestra infancia, esos pequeños vasitos de una crema muy espesa con queso fresco y sabor natural o de fresa. En aquella época la oferta de postres lácteos era muy limitada y los petit suisse o las copas de nata y chocolate eran toda una fiesta. Hace años que cambiaron de nombre, pero para nosotros serán siempre petit-suisse. Para calmar la nostalgia nada mejor que estos petit suisse de chocolate, una versión casera del postre de nuestra infancia y además con chocolate. Es sorprendente lo rápidos que son de preparar y lo ricos que están.
Con las cantidades de la receta salen entre 4 y 6 raciones, según tamaño. La textura de estos petit suisse de chocolate es muy rica y consistente, por lo que llenan mucho. Haciendo 6 raciones aunque parecen pequeñas tienen una cantidad más que suficiente para disfrutar del postre sin que llegue a empachar.
Para servir este tipo de postres son muy socorridos los vasitos de cristal de algunas gamas de yogures. O cualquier vasito de cristal pequeño.
Yo los preparo con chocolate de cobertura, con lo que tienen un intenso sabor a chocolate. Si se quiere una versión más suave se puede sustituir por un buen chocolate con leche.
- 4-6 vasitos.
- 200 gramos de queso crema.
- 200 ml. de nata para montar (35% MG).
- 100 gramos de chocolate. Yo he usado chocolate de cobertura, pero puede usarse chocolate con leche.
- 75 gramos de azúcar.
- Una cucharada de cacao en polvo.
Poner en un cazo la nata y el azúcar y calentar removiendo de vez en cuando hasta que el azúcar se disuelva.
Añadir el chocolate troceado. Remover mientras se mantiene la mezcla a fuego medio-bajo hasta que el chocolate se funda completamente y se tenga una preparación uniforme, sin que queden trocitos de chocolate visibles. Retirar el cazo del fuego.
Batir el queso crema hasta que quede cremoso. No hace falta emplear unas varillas, basta con un tenedor.
Añadir el cacao en polvo a la nata caliente y remover para disolverlo completamente. El cacao en polvo suele hacer grumitos, por lo que es buena idea tamizarlo antes de añadirlo a la nata.
Añadir el queso crema y remover bien hasta que esté perfectamente mezclado.
Repartir la mezcla en 4 o 6 vasitos.
Cuando se enfríen un poco meter en la nevera al menos 3 horas hasta que la crema se asiente.
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