Los cacahuetes caramelizados son ideales para un aperitivo, para picotear o para decorar cualquier helado. Son una golosina muy sencilla de hacer, deliciosa con su contraste este dulce y salado y realmente adictiva, no podrás comer solo uno. Son casi unos cacahuetes garrapiñados, aunque en este caso la capa de caramelo que cubre los cacahuetes es muy finita, crujiente pero nada pesada, muy lejos de los gruesos bloques de caramelo que recuerdo de las almendras garrapiñadas de mi niñez.
Esta receta puede prepararse con cualquier fruto seco, mejor si son lisos y sin recovecos (almendra, avellana), pero preparados con el humilde cacahuete están buenísimos y a un precio muy económico.
Los cacahuetes caramelizados puede prepararse con cacahuetes tostados o crudos, pero siempre sin sal. Se pueden emplear cacahuetes con cáscara o ya pelados. A mí me gusta emplear cacahuetes con cáscara, ya que suelen tener menos sal. Es la parte más tediosa de la receta, eliminara la cáscara. Una vez que tenemos los cacahuetes pelados el resto lleva poco tiempo. Para la receta se emplean los cacahuetes completamente pelados, sin la pielecilla marrón con la que vienen dentro de la cáscara, aunque para la técnica tradicional del garrapiñado es habitual dejar los frutos secos con su piel para que el caramelo se agarre mejor.
Justo antes de retirar los cacahuetes del fuego se añade un poco de sal, mejor si es en escamas. Aporta a los cacahuetes un contraste entre dulce y salado delicioso. Se usa muy poquita, mucha menos que la que habitualmente lleva cualquier snack industrial. David Lebovitz, en cuya receta de candied peanuts me he basada para esta receta, indica que se les puede añadir también un toque de canela, de cayena molida o de cualquier otra especia que os guste. Yo no les suelo añadir nada, me encantan sin nada más que un puntito de sal.
Con las cantidades de la receta sale una cantidad generosa de cacahuetes caramelizados. La caja que veis en la foto es grandecita. Se puede dividir las cantidades de la receta entre dos para que salga menos cantidad.
Se conservan muchos días crujientes guardados en un recipiente hermético. Van muy bien los recipientes de metal o los de cristal.
- 500 gramos apoximadamente de cacahuetes caramelizados.
- 250 - 275 gramos de cacahuetes. Pueden ser tostados o sin tostar. Si se usan cacahuetes con cáscara necesitaremos alto más 400 gramos para obtener esa cantidad de cacahuetes.
- 200 gramos de azúcar.
- 75 ml. de agua.
- Media cucharadita de sal, mejor en escamas.
Colocar sobre la encimera una hoja de papel de horno o un tapete de silicona de los que se usan para el horno.
Poner los cacahuetes, el azúcar y el agua en una sartén amplia y con fondo grueso.
Remover para mezclar bien todos los ingredientes y ponerlo a fuego no muy alto (yo lo suelo hacer al 7 en una vitro que llega hasta 9).
Dejar que se vaya formando el almíbar removiendo con frecuencia hasta que comience a borbotear.
Poco después de empezar a borbotear la mezcla adquirirá un aspecto bastante arenoso, con los cacahuetes cubiertos de azúcar cristalizada, todo de color blanco. Es una etapa normal del proceso de caramelizado, a pesar de que su feo aspecto pueda dar la sensación de que algo no va muy bien en el proceso.
Seguir cocinando la mezcla hasta que se disuelva de nuevo el azúcar y forme un caramelo de color oscuro. Remover con frecuencia durante todo el tiempo para que todos los cacahuetes queden cubierto de caramelo.
El caramelo se quema con facilidad, adquiriendo un sabor amargo no muy agradable, por lo que es importante evitar que esto suceda. Si vemos que se caliente demasiado se puede bajar un poco el fuego. También se puede apartar de vez en cuando la sartén del fuego para que baje un poco la temperatura.
Cuando todo el azúcar se haya disuelto de nuevo mantener la sartén al fuego un poco más removiendo bien para intentar cubrir los cacahuetes, teniendo siempre cuidado de que no se queme el caramelo.
Espolvorear la sal sobre los cacahuetes y dar un par de vueltas. Se pueden añadir también otras especias al gusto: canela, pimentón, etc.
Volcar los cacahuetes sobre la hoja de papel de horno que teníamos preparada, intentando extenderlos lo máximo posible para que no queden muy amontonados.
Cuando se enfríen completamente separar los cacahuetes que hayan quedado pegados en bloques grandes. No tocarlos mientras están calientes porque el caramelo quema mucho.
Guardarlos en un recipiente hermético. Para mí es ideal uno metálico.
GRACIAS. Por esta magnífica receta de cacahuetes caramelizados, me encanta.
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