Muffins de arándanos (Hummingbird Bakery)

La pastelería Hummingbird (Hummingbird Bakery) es una pastelería de estilo americano que abrió su primera tienda en Portobello Road, en el popular barrio de Notting Hill en Londres, en 2004. Desde entonces ha abierto 7 tiendas más en área de Londres. Entre sus especialidades destacan todo tipo de tartas en capas con vistosos glaseados, muffins y cupcakes. Entre mis favoritos para preparar en casa están estos muffins de arándanos. Me encanta el toque ligeramente ácido de los arándanos escondidos entre el bizcocho ligero y dulce.

Hace unos años la pastelería Hummingbird publicó un libro (Las recetas de la pastelería Hummingbird) con algunas de sus recetas más populares. El libro, al igual que las propias pastelerías, fue todo un éxito. La receta está extraída directamente del libro.

La receta usa buttermilk. El buttermilk es una especie de suero lácteo que se usa con mucha frecuencia en la repostería americana y que produce bizcochos con una textura muy suave y esponjosa. Aquí no es frecuente encontrarlo en los supermercados. Es muy fácil preparar una versión casera del buttermilk simplemente añadiendo una cucharada de zumo de limón o de vinagre (yo prefiero el vinagre, me parece más efectivo) a la leche y dejándolo reposar 10 minutos hasta que la leche se corta por efecto del ácido. No tengáis miedo, que luego no sabe a vinagre.

La receta original es para 12 muffins, pero claro, son 12 muffins tamaño americano, gigantescos. Si empleamos moldes de tamaño más modesto lógicamente saldrán más unidades. Yo uso siempre cápsulas de magdalenas y sales unas 30 unidades de tamaño más moderado.

Ingredientes

• 12 unidades en moldes grandes de muffin o unas 30 muffins en moldes normales de magdalena.

• 360 gramos de harina.
• 270 gramos de azúcar.
• 375 ml. de buttermilk (o 375 ml. de leche y una cucharada de vinagre).
• 1 huevo.
• 70 gramos de mantequilla fundida.
• 250 gramos de arándanos.
• 1 cucharadita de sal.
• 1 1/2 cucharaditas de levadura de repostería.
• 1/2 cucharadita de bicarbonato.

Preparación

Si vamos a usar buttermilk casero poner en un recipiente la leche y añadir la cucharada de vinagre. Remover bien y dejar reposar 10 minutos.

Fundir la mantequilla en un cacito al fuego o en el microondas a potencia media. Sólo lo justo para que se funda, sin dejar que se queme.

Poner en un bol la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato y la levadura. Remover para que se mezcle todo bien.

Poner en otro bol (si hemos preparado el buttermilk casero nos vale ese mismo bol) el buttermilk y el huevo y batir hasta que se mezcle bien.

Verter lentamente esta mezcla sobre los ingredientes secos que teníamos en el primer bol y mezclar hasta que esté todo bien incorporado.

Añadir la mantequilla fundida y mezclar hasta que la mezcla sea lisa y homogénea.

Incorporar los arándanos y mezclar con suavidad con una cuchara de madera o una espátula hasta que estén distribuidos en la masa por igual.

Preparar las cápsulas de muffins o de magdalenas. A mí me gusta ponerlas dentro de una bandeja metálica de magdalenas (para mí la mejor opción) o unos moldes de silicona para que las cápsulas no puedas abrirse y así crezcan a lo alto.

Si preparamos los muffins en cápsulas de magdalena nos van a salir unos 30, que no caben en una sola bandeja. Yo los horneo de 12 en 12 en una bandeja metálica de magdalenas. Cuando saco cada tanda del horno pongo otra ronda de papelitos, los relleno y vuelvo a hornear. Así hasta que se acaba la masa.

Rellenar los moldes hasta los dos tercios de capacidad con ayuda de una cuchara. La masa es bastante más espesa que la habitual de magdalena.

Si se quiere se puede poner un poco de azúcar en el centro de cada muffin.

Mientras preparamos la masa precalentar el horno a 170 grados.

Poner los muffins en la parte media del horno y hornear durante 20-25 minutos, hasta que estén doraditos. Es buena idea pinchar una con un palillo para ver si están hechas o si necesitan algún minuto más de horno.

Sacar los muffins del horno y colocar sobre una rejilla para que se enfríen. Si los hemos horneado en cápsulas de silicona o en una bandeja metálica los sacamos y los dejamos sólo con los papelitos, para que no se humedezcan.