Me gustan mucho las peras, pero reconozco que no las uso demasiado en repostería. Lo cierto es que muchas veces cuando veo una receta que me gusta y lleva peras acabo preparándola pero con mazanas, que es una fruta que me encanta en todos los postres. Pero algunas veces las peras consiguen escapar a esta manía mía y salen postres tan ricos como este bizcocho de chocolate con pera. La presencia del bizcocho con las peras enteras, con sus rabito y todo, queda espectacular y la combinación del chocolate con las peras cocidas en almíbar es francamente muy rica.
El bizcocho de chocolate empleado está basado es mi bizcocho mármol, pero mezclando el cacao en la masa desde el principio, claro.
Las peras se cuecen antes de hornearlas en un almíbar con canela y anís, con lo cogen un sabor muy rico y el bizcocho queda muy perfumado. Me gusta mucho esta combinación de especias, pero podéis variar las especias a vuestro gusto. El almíbar que sobra puede emplearse para endulzar el café o una infusión.
La presentación con las peras enteras es muy bonita. Queda muy llamativo con los rabitos y la parte superior del las peras asomando entre el bizcocho y el corte queda también muy vistoso con la pera entera, pero es un bizcocho para comerlo “con plato” porque el bizcocho tiene cierta a separarse de la fruta y además en alunas porciones hay que eliminar el corazón de la pera. Si queremos un bizcocho que se pueda comer de forma un poco más informal se puede sacrificar un poco la vistosidad del bizcocho y partir la pera en dados antes de cocerla en el almíbar.
- Un molde alargado de 30 cm.
- 200 gramos de harina de todo uso.
- 125 gramos de mantequilla.
- 75 ml. de leche.
- 175 gramos de azúcar.
- 4 huevos.
- 30 gramos de cacao en polvo.
- 1/2 sobre de levadura de repostería (unos 7 gramos).
- Un pellizco de sal.
- 3 peras. Yo he usado conferencia.
- 150 gramos de azúcar para el almíbar de las peras.
- Una ramita de canela y unos gramos de anís para el almíbar. Se puede sustituir por otras especias que nos gusten.
Poner en un cazo o cazuela no muy grande en la que quepan las peras los 150 gramos de azúcar del almíbar, la canela y el anís. Añadir dos vasos grandes de agua.
Poner al fuego, removiendo con frecuencia hasta que se disuelva bien el azúcar.
Mientras se prepara el almíbar pelar las peras enteras, procurando no romper el rabito. Si no se mantienen derechas sobre la encimera cortan una rebanada en la base para que asienten bien.
Cuando el almíbar comience a hervir poner las peras en el cazo (deberían quedar cubierta un poco por encima de la mitad) y cocer durante 20 minutos a fuego suave. A la mitad de la cocción darles la vuelta con cuidado para que se cuezan bien por los dos lados.
Preparar un molde de cake de unos 30 centímetros forrándolo con papel de horno.
Poner en un bol la mantequilla junto con el azúcar. La mantequilla tiene que estar muy blanda, por lo que es necesario sacarla de la nevera con algo de antelación.
Batir con unas varillas, mejor eléctricas, hasta que esté muy cremoso.
Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien hasta que esté integrado antes de incorporar el siguiente. Es importante que los huevos estén también a temperatura ambiente para evitar que se corte la mantequilla.
Añadir por último la leche y mezclar bien.
Poner en otro bol la harina, el cacao en polvo, la levadura y un pellizco de sal. Remover un poco para que se mezclen.
Tamizar la harina sobre los ingredientes líquidos.
Mezclar bien con movimientos envolventes empleando una cuchara o una espátula de cocina. No trabajar demasiado la mezcla, lo justo para que no se vea harina suelta.
Verte un poco de masa en el molde que tenemos preparado, un par de dedos o así.
Colocar las tres peras bien escurridas del almíbar en el molde, una en el centro y las otras dos más cerca de los extremos. Hundirlas un poco en la masa para que queden bien asentadas y se mantengan de pie.
Verter el resto de la masa en el molde.
Mientras preparamos la masa precalentar el horno a 190 ºC.
Poner el bizcocho en la parte media del horno y hornear durante 40-45 minutos, sin abrir la puerta del horno al menos durante los primeros 30 minutos. Para comprobar que está hecho insertar un palillo en la parte central, que deberá salir seco cundo el bizcocho esté hecho.
Sacar el bizcocho del horno y dejar reposar durante 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Manejarlo con un poco de cuidado al desmoldarlo para evitar que se rompa.
Servir cortado en rebanadas.
Menuda presentación de 10 para un bizcocho de 10! Me encanta^^
ResponderEliminarUn besote!