La almendra y el chocolate en un postres son siempre sinónimo de receta rica, así que cuando se juntan los dos el resultado es sin duda irresistible, como estos sencillos bizcochitos de chocolate y almendra, muy esponjosos y con un delicado aroma de naranja. Además resultan comodísimos con su formato individual.
¿Por qué no los llamo magdalenas si tienen todo el aspecto de una magdalena? Es una simple manía personal. Para mí las magdalenas llevan harina y aceite y como en este caso no incorporan ninguno de los dos ingredientes para mí son otra cosa, unos bizcochitos.
Son unos bizcochitos muy esponjosos, con una miga muy ligera a pesar de llevar una buena cantidad de chocolate gracias a las claras montadas a punto de nieve, que son las que aportan la mayor parte del volumen de la receta.
Para hornear los bizcochitos nos vale cualquier molde de pequeñas dimensiones. Podemos usar bandejas de hornear de las que vienen con varias cavidades redondas para hacer muffins o rectangulares o unas simples cápsulas de papel de las que se emplean para hacer magdalenas, que es lo que he empleado yo.
Los bizcochitos se conservan muy bien durante varios días en una caja metálica. De hecho están casi más ricos al día siguiente.
- 125 gramos de chocolate de cobertura.
- 4 huevos.
- 125 gramos de almendra molida.
- 75 gramos de mantequilla.
- 100 gramos de azúcar.
- La ralladura de una naranja.
- Medio sobrecito de levadura Royal (unos 7 gramos).
- Un pellizco de sal.
- Mantequilla o harina para los moldes si fuera necesario.
Poner el chocolate y la mantequilla troceados en un recipiente adecuado y fundirlos al baño María o en el microondas. Si se funde en el microondas hay que tener en cuenta que se debe emplear una temperatura baja (al 50% como máximo) y programar tiempos cortos para comprobar cómo se va fundiendo el chocolate y evitar que se queme.
Separar las claras de las yemas.
Poner las yemas junto con el azúcar en un bol y batir con unas varillas (mejor eléctricas) hasta que blanqueen y aumenten de volumen.
Añadir las yemas al chocolate fundido y mezclar con cuidado.
Incorporar la almendra molida, la levadura y la ralladura de naranja y mezclar hasta que esté bien integrado.
Poner en otro bol las claras con un pellizco de sal y montarlas hasta que estén a punto de nieve firme.
Añadir un tercio de las claras montadas a la mezcla de chocolate y mezclar con delicadeza y sin batir hasta que están incorporadas. Añadir el resto de las claras y continuar mezclando hasta que la preparación sea homogénea. Cuando añadamos las claras montadas a punto de nieve (o nata montada en las recetas que la incorporen) lo haremos siempre mezclando con una espátula o una cocina de madera y con movimientos envolventes, sin batir la mezcla para evitar que se bajen las claras.
Si se emplean cápsulas de magdalenas como en las fotos no es necesario hacer nada con ellas, simplemente ponerlas sobre una bandeja de horno. Yo las coloco metidas en moldecitos de magdalena de silicona, como expliqué en la entrada de las magdalenas, ya que evitan que se venzan hacia los lados, con lo que suben mejor. Si se emplean bandejas de hornear con huecos individuales los untamos con un poco de mantequilla y espolvoreamos con harina para evitar que se peguen.
Llenar las cápsulas de magdalena o los moldes hasta dos tercios de su capacidad. Con esta cantidad en los moldes de magdalena salen 14 bizcochitos.
Mientras se preparar la masa precalentar el horno a 180 grados.
Poner la bandejas con los bizcochitos en la parte central del horno y hornear durante 30 minutos. Al cabo de ese tiempo pinchar con un palillo el centro de uno de los bizcochitos. Si sale seco están listos. En caso contrario hornear otro par de minutos y volver a comprobar su estado.
Sacar los bizcochitos del horno y dejarlos enfriar sobre una rejilla. Si hemos empleado bandejas de hornear los desmoldamos después de dejar reposar durante 10 minutos.
¡Disfrutad del café o la merienda!
Excelente receta.
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