Tartaletas de manzana con masa filo

Uso con mucha frecuencia manzanas en las recetas de repostería, como puede comprobarse fácilmente en el blog. Es una fruta que me encanta y me parece que con ellas se logran unas tartas tartas y bizcochos de lo más variados y ricos. Combinada con pasta filo da lugar a tartas y tartaletas muy ligeras y sencillas de preparar, como estas tartaletas de manzana con masa filo. Son deliciosas en cualquier ocasión, pero me parece especialmente adecuadas después de una comida copiosa, ya que son muy ligeras, o cuando queremos preparar un postre sencillo pero resultón.

La masa filo se vende preparada en láminas muy finas, casi transparentes. Habitualmente se usa superponiendo varias capas, dando lugar a un entramado de capas que puede recordar al hojaldre, aunque sean preparaciones muy diferentes. Se puede emplear para preparaciones dulces o saladas y se puede hornear o freír, por lo que es una masa muy versátil. Al hornearla queda muy crujiente y ligera.

Al ser tan finita la masa filo se reseca con mucha facilidad. Habitualmente se untan las láminas de pasta filo con aceite o mantequilla fundida, de modo que no se resequen. Al trabajarla es importante mantener la masa filo que no estamos usando bien tapada con un trapo húmedo o bien envuelta en plástico. Al guardar la que nos quede en la nevera hay que cerrar el paquete de la forma más hermética posible, sobre todo si la nevera es no-frost, que son capaces de deshidratar todo lo que se les ponga por delante. Yo suelo meter el paquete abierto dentro de otra bolsa más grande que me permita cerrarla bien.

Para las tartaletas podemos usar cualquier variedad de manzana, aunque como es habitual en repostería es preferible usar variedades que se ablanden fácilmente durante la cocción, como la reineta o la golden.

Ingredientes

• Dos láminas de pasta filo.
• 2 manzanas. Las reineta y golden van muy bien para la recetas.
• Dos cucharadas soperas de azúcar moreno. Si no se tiene se puede usar el normal.
• 50 gramos de mantequilla.

Preparación

Fundir la mantequilla en el microondas y dejarla templar un poco.

Untar con la mantequilla fundida 4 moldes de tartaleta.

Poner una de las hojas de pasta filo sobre una lámina de papel antiadherente y pintarla por las dos caras con la mantequilla fundida con ayuda de un pincel de cocina. La pasta filo al ser tan finita se reseca con mucha facilidad, por lo que no se debe dejar mucho rato en la encimera antes de pintarla con la mantequilla.

Mientras se trabaja cada hoja asegurarse de que el resto de masa filo está resguardada.

Partir la lámina en 4 partes de tamaño más o menos parecido.

Poner dos cuadrados de masa filo sobre cada molde. Manipularla con cuidado para que no se rompa. Colocar las dos piezas de modo que las esquinas de las dos capas no coincidas y quede con 8 puntas. Nos quedará con un aspecto bastante rústico.

Repetir el proceso con la segunda lámina de masa filo y preparar las otras dos tartaletas.

Partir las manzanas en cuartos, pelarlas y eliminar el corazón. Partirlas en láminas muy finitas.

Repartir las láminas de manzana en las 4 tartaletas. Al cocer la manzana merma bastante, por lo que puede ponerse algo más de manzana. No obstante con 2 manzanas para cuatro tartaletas sobrará algo (yo me acabo comiendo los trozos feos o los finales de cada cuarto que nunca me quedan muy finitos).

Distribuir el azúcar sobre la manzana. Si se quiere se puede añadir también un poco de canela molida.

Mientras preparamos las tartaletas precalentar el horno a 190 - 200 grados.

Poner las tartaletas en la parte central del horno.

A los 10 minutos bajar la temperatura a 180 grados y hornear otros 15 minutos más, en total unos 25 minutos.

Sacar las tartaletas del horno y dejar que se enfríen sobre una rejilla.

Las tartaletas se pueden desmoldar, pero a mí me da bastante miedo porque toda la parte exterior que es muy crujiente se rompe con mucha facilidad (pegarse al molde no se me han pegado nunca), así que lo que hago es prepararlas sólo cuando tengo a comer gente de confianza y las puedo sacar a la mesa con su molde, puesta la tartaleta sobre un plato, claro.