Salsa vinagreta

La salsa vinagreta es uno de los básicos de la cocina, la salsa más simple que podemos encontrar, tanto por sus ingredientes como por su forma de preparación: aceite, vinagre y sal mezclados hasta que emulsionan. A pesar de su sencillez, o precisamente por eso, es la compañera ideal de ensaladas y otros platos.

Para que la vinagreta sea todo un éxito únicamente son necesarios dos factores: la calidad de los ingredientes y la proporción de los mismos. Sobre la calidad de los ingredientes creo que no hay mucho que decir. Empleando aceite y vinagre de calidad conseguiremos una vinagreta de lujo, mientras que unos de mala calidad conseguirán arruinar cualquier vinagreta y lo que es peor, el plato que aliñemos con ella.

La vinagreta y la proporción entre los ingredientes

Para que la vinagreta quede bien es necesario que la proporción entre los ingredientes sea la adecuada. Normalmente se considera una proporción de una parte de vinagre por tres partes de aceite. Por ejemplo, si usamos 1 cucharada de vinagre se añade 3 cucharadas de aceite, si ponemos 2 de vinagre entonces serán 6 de aceite, y a así con cualquier cantidad que usemos. Podemos modificar un poquito la proporción si nos gusta la vinagreta fuerte de vinagre o si la preferimos un poco más ligera, pero sin alejarnos nunca mucho de la proporción 1 a 3.

Variaciones de la vinagreta

Podemos lograr infinitas variedades de vinagreta modificando el tipo de aceite y especialmente el tipo de vinagre empleado. En el mercado podemos encontrar gran cantidad de vinagres: de vino, Jerez, manzana, balsámico de Módena, aromatizados con diversas hierbas, etc. Su uso nos permitirá obtener vinagretas con distintos sabores.

Otra forma muy fácil de modificar el sabor de una vinagreta es añadir diferentes hierbas y especias: pimienta molida, perejil, etc. A mí me gusta mucho añadirle un poquito de mostaza. Me encanta especialmente la variedad a la antigua, la que tiene cuquitos que luego se ven en la ensalada, aunque sirve igual cualquier variedad. Eso sí, siempre mostaza de Dijon, no la de las bolsitas o los botes amarillos típica de los perritos y que sólo tiene en común con la mostaza de verdad el nombre.

A la vinagreta básica se le pueden añadir otros ingredientes picados finos, normalmente hortalizas y encurtidos: pimiento picado, ya sea crudo o morrones de lata, cebolla o cebolleta, pepinillo, aceitunas, alcaparras, huevo duro, etc. Las posibilidades son infinitas. A esta vinagreta con diversos ingredientes picados se le denomina vinagreta historiada y es la base para elaborar unos mejillones a la vinagreta o una coliflor a la vinagreta, dos preparaciones muy sencillas que se convierten en platos muy vistosos con el añadido de la colorida vinagreta.

Una última consideración sobre la vinagreta. No conviene prepararla con mucha antelación, ya que el aceite y el vinagre tienden a separarse. Preparada con la batidora la emulsión aguanta mucho tiempo sin separarse, pero para cantidades pequeñas no merece la pena, se queda toda en el pie. Podemos dejar los ingredientes ya medidos en el recipiente y batirla en el último momento.

Ingredientes

• 1 parte de vinagre (por ejemplo 1 cucharada).
• 3 partes de aceite de oliva virgen extra (por ejemplo 3 cucharada si hemos puesto una cucharada de vinagre).
• Sal.

Preparación

Poner el aceite, el vinagre y la sal en un recipiente hondo (un cuenco pequeño por ejemplo).

Batir bien con ayuda de un tenedor o unas varillas hasta que emulsione y quede todo perfectamente integrado.

Para emulsionar la vinagreta también resulta muy cómodo poner todos los ingredientes en un bote que cierre bien y agitar. A mí me trae siempre recuerdos de excursiones campestres, cuando mi madre llevaba el aliño de la ensalada en un bote de mermelada. Cuidado al abrir el bote porque puede gotear y mancharnos.

Si vamos a historiar la vinagreta añadiéndole ingredientes picados, una vez emulsionada añadir el resto de ingredientes y mezclar para que se distribuyan uniformemente.

Repartir la vinagreta sobre el plato al que vaya a acompañar.