Los gnocchi (en singular sería gnocco), castellanizado muchas veces como ñoqui, son un tipo de pasta italiana elaborado principalmente con patata a la que se añade algo de harina o sémola de trigo para darle la consistencia suficiente para trabajarla. Generalmente tienen forma redondeada u ovalada, como pequeñas pelotitas de masa, con estrías y relieve en su superficie para recoger la salsa.
Los gnocchi son fáciles de elaborar en casa. De forma quedan más feos y menos uniformes que los comprados, pero el sabor de los caseros es insuperable. Son bastante entretenidos, la verdad, al tener que dar forma a cada uno de ellos individualmente, pero es un tipo de pasta riquísimo y el trabajo merece la pena. Además, si tenemos tiempo lo de darles forma tiene su gracia, acaba uno picándose a ver cómo quedan más bonitos. De todos modos si queremos dedicar menos tiempo podemos cocerlos justo después de partirlos, sin darles forma. No tendrán su característica forma redondeada pero están igual de buenos.
Para acompañar los gnocchi podemos emplear cualquier salsa con la que habitualmente condimentemos la pasta, aunque los propios gnocchi tienen un sabor delicioso y no necesitan grandes complicaciones para resultar un plato delicioso. A mí como más me gustan es simplemente salteados en un poco de aceite (se puede emplear mantequilla que es lo que emplean la mayoría de las recetas italianas) con albahaca picada. Simple y delicioso. Esta es la forma de servirlos que muestro en la receta, aunque podéis sustituirlo por la salsa que más os guste.
- Medio kilo de patatas (un poco más para que se quede en medio kilo después de pelarlas).
- 150-175 gramos de harina, más algo de harina para espolvorear la encimera.
- 1 huevos.
- Sal, pimienta negra y nuez moscada.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Albahaca. Mejor si es fresca, pero si no tenemos se puede usar seca.
En primer lugar vamos a cocer las patatas, enteras y con piel.
Lavar bien las patatas para eliminar la tierra que puedan tener y pincharlas varias veces con un tenedor.
Para cocer las patatas podemos emplear la olla express o la cazuela tradicional. Si usamos una cazuela normal las ponemos a cocer en agua hirviendo. Necesitarán unos 40 minutos. Si por el contrario empleamos en la olla express se cuecen al vapor en el cesto las verduras. Con las patatas enteras hay que cogerle el puntillo a la olla para que no queden ni crudas ni hecha puré, pero una vez que se encuentra en rapidísimo. El tiempo exacto depende de cada olla. La mía es una WMF superrápida y están listas en 10 minutos. Para cada olla concreta lo mejor es consultar la tabla de tiempos de cocción que trae.
Dejar enfriar un poco las patatas y pelarlas. Triturar las patatas, ya sea machacándolas con un tenedor, un prensapatatas manual o un pasapurés, pero nunca con la batidora, ya que se queda correoso.
Poner las patatas trituradas en un bol (se puede hace directamente sobre la encimera, pero a mí me parece más cómodo un bol). Añadir el huevo cascado (no hace falta batir) y condimentar con sal, pimienta negra molida y nuez moscada al gusto. Añadir 150 gramos de harina. De momento reservamos los otros 25 hasta ver la consistencia de la masa.
Comenzar a amasar, con las manos o con una rasqueta. Una vez que esté mezclado es mejor seguir con las manos. Si una vez amasado sigue siendo muy pegajoso añadir los 25 gramos de harina restantes y continuar amasando.
Pasar la masa a la encimera después de espolvorearla con un poco de harina. En las recetas de pan siempre digo que hay que usar la mínima cantidad posible de harina la encimera (o nada si es posible) para evitar sobrecargar la masa, pero en esta ocasión hace falta bastante harina en la encimera para evitar que se pegue. De otra forma es imposible de manejar, o al menos a mí me resulta imposible.
Para trabajar mejor la masa dividirla en varias porciones y trabajar cada una por separado. Yo la he dividido en 6 partes.
Coger una porción de masa y colocarla en una porción enharinada de la encimera. Hacerla girar en la encimera con las palmas extendidas hasta formar un cilindro largo y del grosor del dedo gordo.
Cortar el cilindro en porciones de unos 2 cm. de largo. Si cuchillo se pega espolvorear la hoja con un poco de harina.
Proceder de la misma forma con el resto de la masa.
Al cortar los gnocchi se quedan con forma de almohadilla. Si no queremos entretenernos se pueden cocinar tal cual están.
Para dar forma a los gnocchi podemos usar cualquier accesorio estriado que tengamos a mano, como un rallador o las púas de un tenedor. En Italia existen unos utensilios de madera para dar forma a los gnocchi, pero si no los vamos a hacer muy a menudo podemos buscar un sustituto.
Yo he usado el rallador grueso para darles forma. Coger cada trocito de pasta y pasarlo por la parte rugosa del rallador (la misma por la que rallamos el queso) en toda su longitud. Así se redondean y además las estrías les dan algo de forma.
También se pueden redondear simplemente haciéndolos girar sobre la mesa, aunque en este caso quedarán completamente lisos, sin las estrías que ayudan a recoger la salsa.
Si vamos poniendo los gnocchi formados en un plato conviene espolvorearlo con un poco de harina para que no se peguen.
Una vez formados todos los gnocchi vamos a cocerlos.
Poner a cocer una cazuela grande con agua en abundancia.
Cuando el agua comience a hervir poner los gnocchi en la cazuela. En cuanto floten sacarlos de la cazuela con ayuda de una espumadera.
Para la salsa poner al fuego una sartén con un chorro de aceite de oliva virgen en el fondo. También puede emplearse mantequilla, de hecho las recetas italianas emplean mantequilla, pero a mí personalmente me gusta más el aceite.
Cuando el aceite se caliente poner los gnocchi en la sartén y dejar que se cocinen unos minutos, removiendo con cuidado para que se hagan por todos los lados. También se puede menear la sartén para que se den la vuelta ellos solos sin correr el riesgo de romperlos. Cuando estén casi hechos espolvorear con albahaca picada y remover un poco más para que al calentarse la albahaca libere todo su aroma.
Repartir en platos y servir inmediatamente.
Sólo los hice una vez y para cenar pero, nos encantaron. Tengo que volver a hacerlos sin falta. Los tuyos tienen una pinta riquísima =)
ResponderEliminarFeliz domingo. Un besote^^
¡Muchas gracias! La verdad es que es una receta que da un poquillo de trabajo pero están tan ricos que merece la pena.
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